El gobierno de Cuba manifiesta su confianza en un despegue económico sostenido a partir del crecimiento del turismo y del sector azucarero, mientras afronta el noveno año de la peor crisis de la segunda mitad del siglo.
Aunque para los más de 11 millones de habitantes la situación sigue siendo compleja, sobre todo al comparar sus ingresos con los precios de los productos básicos, los pronósticos oficiales auguran tiempos mejores.
"Estamos en condiciones de estabilizar la tasa de crecimiento entre cuatro y seis por ciento en los próximos dos a tres años», afirmó el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez.
Cuba seguirá buscando fórmulas para renegociar su deuda externa de 11.200 millones de dólares, pero, aunque no tan lejos, aún queda "camino por andar" antes del inicio de conversaciones con el Club de París, dijo Rodríguez.
El ministro aseguró, en una visita oficial de cinco días a Suecia la pasada semana, que el crecimiento se acelerará en dos o tres años a medida que la isla atraiga más turistas extranjeros y exporte azúcar.
De acuerdo con el ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz, el crecimiento sostenido de este sector en los últimos años consolida la meta oficial de atraer siete millones de turistas en el 2010.
Según la agencia Visit Florida, Cuba está desplazando a ese estado del sur de Estados Unidos como destino turístico de canadienses, alemanes, brasileños y británicos, por sus ofertas atractivas y sus bajos precios.
La agencia aseguró que, sólo en el caso del turismo canadiense, se registró en el primer semestre de este año un alza de 90 por ciento de los visitantes a Cuba, mientras que las visitas a Florida cayeron 11 por ciento.
La producción de azúcar, segunda fuente de ingresos de la isla después del turismo, creció este año hasta 4,2 millones de toneladas, pero el sector tiene en su contra elementos de ineficiencia, variaciones climáticas y la caída de los precios.
El Estado mantiene su política de atracción de capitales para sectores claves de la economía como el energético y la minería. En la isla suman 370 proyectos en la actualidad, de los cuales 42 fueron creados este año y sólo uno es en su totalidad extranjero.
El ministro Rodríguez sostuvo que para el despegue del producto interno bruto (PIB) este año serán definitorios una mayor inversión extranjera, en especial en los sectores minero y petrolero, y la producción de níquel.
Tras un ligero crecimiento de 1,2 por ciento el pasado año, fuentes oficiales cubanas aseguraron que el PIB creció 6,1 por ciento en el primer semestre de este año respecto de igual período del año anterior.
Expertos locales, sin embargo, consideraron esta cifra demasiado optimista y se muestran más conservadores que las autoridades al analizar el desempeño de la economía y su impacto en la población.
Se estima que un núcleo familiar de cuatro personas, de las cuales dos están fuera de la población económicamente activa, necesitan al menos el doble de sus ingresos salariales para afrontar las necesidades de alimentación.
El salario medio es de 217 pesos mensuales. El dólar bajó de 140 pesos cubanos en 1994 a 22 pesos en la actualidad, y la población goza de servicios gratuitos de salud y educación y de bajas tarifas de alquiler de vivienda.
Al mismo tiempo, el déficit generalizado de alimentos de inicios de esta década disparó los precios, se creó un sistema paralelo de venta exclusiva en dólares y se aplicaron alzas de tasas de interés y de tarifas como parte de la reforma financiera.
El ministro de Finanzas y Precios, Manuel Millares, dijo el viernes en un informe al parlamento que su cartera continuará respaldando la estrategia oficial de lucha contra la excesiva liquidez como vía para estabilizar los precios.
En agosto de 1999 había unos 100 millones de pesos más circulando que hace un año. La cifra total de circulante registrada en ese mes era de 9.500 millones de pesos, de los cuales 5.300 millones se encontraban en cuentas bancarias, aseguró Millares.
Para este año se prevén ingresos al presupuesto del Estado por 13.000 millones de pesos y un déficit de unos 700 millones de pesos, por encima de los 559,7 millones de pesos con que cerró 1998.
Millares aseguró que en términos fiscales el país ha tenido que "apretarse el cinturón" para asumir la decisión del gobierno de elevar el salario de los empleados de varios ramas económicas, entre ellas la salud y la educación. (FIN/IPS/da/mj/if/99
