/Ciudades de América Latina/ MEXICO: Nuevo plan para manejo sustentable de recursos naturales

Un nuevo plan del gobierno municipal de la capital de México pretende la conservación y manejo sustentable de los recursos naturales de la ciudad, cuyos ríos y aire sufren a diario los desechos tóxicos de miles de empresas.

El programa, que se dio a conocer a principios de este mes y al que se destinaron 10,8 millones de dólares, pretende combatir la contaminación por partículas suspendidas mediante el aprovechamiento racional de los recursos naturales.

Enclavada en un valle rodeado de cerros que impide los vientos fuertes, la ciudad recibe a diario 105.721 toneladas de contaminantes provenientes de 4.623 fábricas, de las cuales sólo 630 poseen equipos de control de desechos tóxicos, según estudios de la Asamblea Legislativa capitalina.

El 48 por ciento de sus habitantes padecen algún síntoma patológico relacionado con la contaminación ambiental, reveló la Fundación Mexicana para el Estudio de la Alergia.

El nuevo plan considera la rehabilitación y control de microcuenas de agua, la creación de unidades agroecológicas y la instalación de un sistema de control hidráulico.

Diana Ponce, directora general de Planeación Ambiental del gobierno municipal, indicó que ese sistema permitirá el saneamiento ambiental de los canales de la zona lacustre y evitará la descarga de aguas con altos índices de contaminación.

La ciudad desperdicia más de 40 por ciento de los 70.000 litros de agua por segundo que demandan sus casi 20 millones de habitantes, según datos oficiales.

El gobierno municipal, en manos del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) desde 1997, asegura que logró recuperar 500 de los cerca de 30.000 litros de agua que se pierden por segundo.

El plan prevé el saneamiento, rescate y conservación de los humedales de Tláhuac, una de las 16 delegaciones en que está dividida la capital, a fin de favorecer el aprovechamiento racional de esos recursos.

Uno de sus objetivos principales es incrementar en forma segura la sobrevivencia de los árboles plantados como parte de la política permanente de reforestación. Los propietarios de bosques de la ciudad de México recibirán incentivos económicos para que mantengan las zonas arboladas.

El gobierno capitalino sembró 11 millones de árboles en 1998 y para este año se prevén plantar 12 millones.

El Partido Verde Ecologista sostiene que la capital requiere la siembra de 100 millones de árboles, además de un plan de mantenimiento, ya que actualmente sólo se conserva 40 por ciento de las piezas plantadas debido a la falta de preservación.

Alrededor de 60 por ciento del territorio capitalino comprende la llamada zona de conservación ecológica, conformada por 36.000 hectáreas de bosques y 50.000 de áreas agrícolas. Durante los últimos 50 años, perdió unas 60.000 hectáreas de zonas verdes, según un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana.

El nuevo programa promueve la "naturación de edificios", una medida considerada importante en la captación de partículas suspendidas en la atmósfera que consiste en la instalación de jardines artificiales en las azoteas.

Esa medida se ha implementado ya en museos, escuelas e instituciones públicas de la capital, con el objetivo de mejorar la calidad del aire que respiran sus habitantes, señaló la Secretaría del Medio Ambiente.

El plan será financiado por el Fideicomiso Ambiental Metropolitano, un "impuesto ecológico" a la gasolina que debe destinarse a programas de prevención y control de la contaminación.

La Asociación Mexicana para el Control de Residuos Peligrosos informó que al año se producen cerca de 190 millones de toneladas de desechos catalogados como peligrosos, provenientes principalmente de la industria química.

Estos desperdicios provienen de unas 195.000 industrias distintas, pero sólo 18 por ciento de ellas reconocen que generan desechos altamente contaminantes, según la Asociación.

El problema se agudiza por el almacenamiento indebido de desechos en los patios de las industrias y en los sistemas de alcantarillas, barrancas, terrenos baldíos y basureros clandestinos, así como por la falta de rellenos sanitarios adecuados, añadió la misma fuente. (FIN/IPS/pf/ag/ag/99

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