El gobierno de Argentina dispuso el traslado del ex golpista paraguayo Lino Oviedo de las cercanías de la capital al extremo sur de este país, por considerar que violó reglas del asilo político.
Oviedo, que se encuentra en Argentina desde el 29 de marzo, cinco días después del asesinato del entonces vicepresidente Luis María Argaña de cuya autoría intelectual se le acusa, mantuvo reuniones con sus simpatizantes y concedió una entrevista a un diario de Buenos Aires.
El ministro del Interior, Carlos Corach, dijo que el traslado dispuesto por el presidente Carlos Menem deberá cumplirse en "brevísimo término" y, según trascendió poco después, el destino sería la estancia Cuyen en Tierra del Fuego, la provincia más austral del país.
La oposición parlamentaria anunció de inmediato que los legisladores de esa provincia se preparan para declarar "persona no grata" al ex golpista que el miércoles declaró a un diario argentino que le ganaría las elecciones a todos sus adversarios "juntos" si vuelve a Paraguay.
Gobernadores y legisladores del sur de Argentina ya habían advertido que seguir considerando esa zona como de destierro y castigo es un anacronismo y una ofensa para su población.
La Patagonia, en el extremo sur del continente americano, era una zona desolada hace un siglo, en la que se habían levantado cárceles. El ministro Corach dijo que "la naturaleza de esa zona ayudara a la seguridad" del asilado.
Tras la reunión de gabinete del jueves, Corach estableció que el traslado responde a la determinación argentina de honrar dos compromisos: el respeto al derecho de asilo y el de impedir que el asilado viole dispociones que reglamentan ese instrumento.
Con esta medida, el malestar reinante entre Argentina y Paraguay por la negativa del gobierno de Menem a conceder la extradición de Oviedo pedida por Asunicón, se aligera. Sin embargo, Corach aclaró que Buenos Aires aún sigue esperando una disculpa.
Menem dijo esta semana que para reunirse con su par de Paraguay, Luis González Macchi, Asunción debe expresar una disculpa pública por los dichos del ministro de Defensa, Nelson Argaña, quien calificó de "sinvengüenza" al mandatario argentino.
Argaña dijo esto tras conocer la negativa del gobierno de Menem a dar lugar al pedido de extradición de Oviedo, acusado en Paraguay de la autoría intelectual del asesinato en marzo del vicepresidente Luis María Argaña, padre del actual ministro, y el de varios manifestantes en la plaza del Congreso de Asunción.
La negativa de González Macchi a aceptar el condicionamiento y pedir disculpas frustró dos reuniones con Menem en dos semanas. Este jueves, Corach reiteró que este país sigue a la espera de una disculpa por las "absurdas y descomedidas" declaraciones de Argaña.
Pero González Macchi aseguró que ese pedido es extemporáneo y negó que esté pensando en una solicitud de disculpa. Desde Asunción, el presidente dijo que, a pesar del traslado, su gobierno seguirá tramitando el pedido de extradición del ex golpista.
Asimismo, Oviedo no cumplió la condena a 10 años de prisión por intento de golpe de Estado en 1996 contra el gobierno de Juan Carlos Wasmosy. El sucesor de Wasmosy, Raúl Cubas Grau, reconocido oviedista, ordenó su excarcelación.
Pero al precipitarse la renuncia de Cubas, hoy asilado en Brasil, Oviedo decidió volar con su familia a Argentina, donde hizo valer la amistad que, según distintas versiones, lo une al presidente Menem.
El ex militar llegó a Argentina en una avioneta particular y se alojó en la residencia "La Madrugada", propiedad de un amigo de Menem. Tras obtener el asilo político, alquilo una estancia en la localidad de Moreno, también en la provincia de Buenos Aires.
Desde entonces, el gobierno lo apercibió en tres oportunidades por violar las reglas del asilo. Oviedo se reunía con partidarios políticos, organizaba reuniones, y el miércoles sus declaraciones ocuparon el lugar principal de la portada del diario La Nación, de Buenos Aires.
El rotativo, que mostró una foto de Oviedo con signos evidentes de una cirugía plástica en el rostro y un implante de cabello, recogió los dichos del ex general y reveló que, según colaboradores cercanos al ex militar, Menem lo visitó durante el asilo y jugaron juntos al golf.
Oviedo había sido advertido de la necesidad de mantenerse en un plano más discreto en dos oportunidades por el secretario de Seguridad, Miguel Toma, y una tercera vez por el ministro Corach. Después de eso, el paraguayo volvió a incurrir en una transgresión de la norma. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99