SAN JOSE – Perú, acusado por tres nuevos casos, es el gran ausente en el actual periodo ordinario de sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la capital de Costa Rica.
Una mesa vacía en la que deberían estar los abogados del Estado peruano marca el un conflicto que estalló en julio, cuando el gobierno de Alberto Fujimori anunció que desconocía la jurisdicción de esta Corte por razones de seguridad nacional.
En esta sesión, la agenda incluye ocho puntos, de los cuales tres son casos por violación de derechos humanos contra Perú.
La decisión de Fujimori de alejarse de la CIDH se dio después de que la corte falló a favor de cuatro chilenos condenados a cadena perpetua por terrorismo por un tribunal militar secreto y ordenó que se les juzgara de nuevo en una corte civil.
Perú decidió retirarse de la jurisdicción de la CIDH cuando la corte se aprestaba a tratar el retiro de la nacionalidad peruana y de la propiedad de un canal de televisión al empresario de origen israelí Baruch Ivcher, cuyos programas habían denunciado casos de corrupción y de violación de derechos humanos.
El otro caso que precipitó el retiro de Perú fue la destitución de tres jueces del Tribunal Constitucional que habían votado contra la posibilidad de que Fujimori fuera reelecto.
La CIDH considera ahora el caso de Norberto Durand y Gabriel Ugarte, apresados por acusaciones de terrorismo en 1986 y desaparecidos después de un motín en la cárcel San Juan Bautista (El Frontón), quienes luego fueron absueltos.
Otro caso a estudio de la Corte es el de Luis Alberto Cantoral, un joven que, al parecer, fue privado de manera ilegal de su libertad, sometido a tratos crueles y degradantes y juzgado dos veces por el mismo delito.
También se discutirá el caso de Gustavo Cesti Hurtado, contra quien se siguió un proceso en el fuero militar, a pesar de un pronunciamiento definitivo del Poder Judicial por un recurso de hábeas corpus que ordenaba su inmediato traslado al fuero común. —-