/BOLETIN-DD HH/ CHILE: Tensión con España y carta conciliadora de Pinochet

El gobierno de Chile calificó de "malas" las relaciones con España a raíz de la negativa de las autoridades a llevar a un arbitraje el litigio por el juzgamiento internacional del ex dictador Augusto Pinochet (1973-90).

En tanto, en la sede del Senado en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, se dio a conocer el martes una conciliadora carta enviada por Pinochet desde su lugar de arresto en Londres, en ocasión del aniversario 26 del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

El general retirado y actual senador vitalicio de 83 años da en la carta un tácito apoyo a la mesa de diálogo sobre derechos humanos instalada a fines de agosto, en la cual participan personalidades cívicas y representantes de las Fuerzas Armadas.

El caso Pinochet entró en una fase de tensión diplomática, luego de que el canciller de España, Abel Matutes, rechazara definitivamente el arbitraje propuesto por Chile para dirimir una supuesta competencia en el procesamiento del ex dictador.

El gobierno de Eduardo Frei planteó el arbitraje, invocando la Convención Internacional sobre la Tortura, mediante la cual Pinochet es imputable en el juicio para su extradición a España que se inicia el día 27 en Londres.

El ex gobernante fue arrestado en la capital británica el 16 de octubre de 1998, a solicitud del juez español Baltasar Garzón, quien tiene a su cargo un proceso a las antiguas dictaduras de Chile y Argentina (1976-83) por crímenes contra la humanidad.

La negativa española al arbitraje descartó la posibilidad de que Pinochet eluda el proceso de extradición, pero mantiene abierta la posibilidad de que se le libere por razones humanitarias, debido a su avanzada edad y el deterioro de su salud.

El arbitraje, para dirimir si Chile tiene prioridad sobre España en el juzgamiento al ex dictador, habría implicado alargar el tratamiento jurídico del caso por lo menos un año más, sostuvo Matutes.

El canciller español señaló que los diferendos con Chile se tratan en el marco de una "relación entre amigos", lo cual fue objetado este martes en Santiago por el ministro subrogante de Relaciones Exteriores, José Miguel Insulza.

"Lo peor que uno puede hacer es mentir a la gente. La opinión pública se da cuenta de que las relaciones con España son malas", sostuvo Insulza. "Digamos la verdad, son malas", subrayó.

Insulza encabezó la cancillería hasta junio, cuando fue trasladado a la Secretaría General de la Presidencia, y ahora reemplaza al canciller titular Juan Gabriel Valdés, quien viajó con a Frei a la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia- Pacífico en Nueva Zelanda.

El presidente del Senado, Andrés Zaldívar, en tanto, dio a conocer la carta que Pinochet le envió con el vicepresidente de esa corporación, Mario Ríos, quien visitó al ex dictador el sábado último en Londres.

La carta, de cuatro cuartillas, contiene un breve preámbulo y un "testimonio" de Pinochet, que es más bien un conjunto de reflexiones sobre el momento político chileno, los derechos humanos y su papel en la historia reciente del país.

El ex gobernante envió el 11 de diciembre de 1998 una extensa "carta a los chilenos", considerada su testamento político, en la cual negó tener responsabilidad en unos 3.000 crímenes represivos que se cometieron bajo su gobierno.

En este nuevo texto, Pinochet destaca que se observan en Chile "alentadoras señales en procura de restañar heridas del pasado que no se han podido cicatrizar", en una alusión tácita a la mesa de diálogo sobre derechos humanos.

"A las Fuerzas Armadas y (la policía de) Carabineros se les han imputado determinadas acciones, acaecidas en un ambiente de violencia y lucha armada difíciles de comprender ahora, con las concepciones y modelos de vida que en el mundo y en Chile se han impuesto", añade.

A raíz de esas imputaciones, según Pinochet, se está exigiendo a las Fuerzas Armadas "respuestas a interrogantes que no pueden satisfacer en los términos que se le demandan".

El ex dictador alude así a las demandas de las víctimas de la represión, reiteradas en la mesa de diálogo por abogados de derechos humanos, de que los militares entreguen informes para ubicar los restos de unos 1.200 detenidos-desaparecidos.

"No obstante lo anterior y conociendo su firme compromiso con los superiores intereses nacionales, no me cabe duda que (las Fuerzas Armadas) harán todos los esfuerzos necesarios que contribuyan a la unidad de los chilenos", señala Pinochet.

Advierte, no obstante, que "en el proceso de revisión histórica, indispensable de efectuar en Chile, es imperativo cautelar el honor de dichas instituciones, mantener el apoyo de la sociedad a la cual se deben y evitar juicios descalificatorios".

En su carta, Pinochet proclama que una de las principales preocupaciones de su gobierno fue la de preservar la paz y hace "fervientes votos" para que todos los chilenos "contribuyan al encuentro con la historia y la auténtica unidad del país".

"En ese ánimo, declaro sinceramente que en mi alma no existen odios ni rencores. Es más, el dolor de quienes han sufrido no me fue ajeno en el pasado y menos lo es hoy. Lamento todas las situaciones de beligerancia y hechos que lo causaron", agrega en su carta. (FIN/IPS/ggr/dm/ip hd/99

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