La próxima cumbre de SAARC, el bloque integrado por siete países de Asia meridional, buscará superar la rivalidad entre India y Pakistán que habitualmente pone a prueba la unidad del grupo regional.
Este año esa hostilidad se manifestó en los combates entre los dos países enemigos por la localidad de Kargil, en la disputada zona de Cachemira. En 1998, la rivalidad entre Nueva Delhi e Islamabad se debió a una serie de pruebas nucleares que ambos realizaron en mayo.
Sin embargo, en la cumbre de SAARC (Asociación para la Cooperación Regional de Asia Meridional) celebrada en Colombo el año pasado, los primeros ministros de India y Pakistán trataron de zanjar sus diferencias con encuentros bilaterales, paralelos a la conferencia.
Si bien el grupo creado hace 14 años aún debe crecer y superar la etapa infantil, los gobernantes de Bangladesh, Bhután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka se percataron de que les ofrece el único foro permanente para lograr posiciones en común y superar diferencias.
"Justo después de la cumbre de Colombo el año pasado, se produjeron las pruebas nucleares y surgió el temor de que pudieran afectarla", recordó Nihal Rodrigo, secretario general de SAARC.
Pero los ensayos nucleares no afectaron las actividades de SAARC ni la cordialidad establecida en Colombo. En febrero, el primer ministro indio realizó un histórico viaje en autobús para reunirse con su colega paquistaní en Lahore.
Aún no se sabe si las delegaciones de India y Pakistán intentarán mejorar sus relaciones en la 12 Cumbre de SAARC que tendrá lugar en Katmandú en noviembre .
Sin embargo, funcionarios del organismo dijeron que los preparativos están muy avanzados pese a los recientes combates en la localidad de Kargil, en la zona de Cachemira.
Funcionarios de SAARC en la capital nepalí dijeron que incluso esperan "cubrir más terreno" durante la próxima cumbre. El canciller Ram Sharan Mahat, que acaba de finalizar su gira previa a la reunión por las capitales de la región, se mostró muy confiado.
"Hemos podido vender nuestra propuesta económica que ha sido bien recibida por los países miembros y calificada de refrescante", expresó.
"Hubo aprensiones despues de Kargil, pero tanto Pakistán como India prometieron su total apoyo para hacer de la cumbre un éxito", declaró Ram.
Hace cuatro año el grupo dió el primer paso en materia de cooperación económica cuando ratificó el Acuerdo Preferencial de Comercio de Asia Meridional (SAPTA).
Sin embargo, "el avance de la cooperacion es lento", observó Rodrigo al explicar que, al contrario de otras regiones, "el problema de asimetría en SAARC es considerable".
La presión y los peligros de las políticas domésticas han demorado el proceso de integración económica de la región, que alberga a un quinto de la población mundial pobre y marginada.
Un grupo de expertos, al cual se le encomendó un estudio sobre las perspectivas de SAARC, previno el año pasado que el sur de Asia quedará todavía más marginado si no toma medidas urgentes para ponerse en sintonía con el resto del mundo.
El sistema de comercio mundial está en proceso de dividirse en tres grandes grupos centrados en Europa, América y Asia-Pacífico, y éstos están diseñados para reforzar su competitividad a través de la expansión de sus mercados y la movilizacion de recursos para la investigación y el desarrollo, dijeron los expertos.
El informe advirtió que "aquellos fuera de los grandes grupos, entre los cuales se encuentran los países del sur de Asia, están siendo progresivamente marginados de la economía mundial".
"Su opción es unirse a uno o más de esos grupos, lo cual no es factible porque no son bienvenidos o deben pagar una cuota de ingreso que no se pueden permitir, o formar grupos propios para colocarse en una mejor posición negociadora y lograr acuerdos con los grandes grupos", recomendó.
Por segundo año consecutivo, las recomendaciones del informe fijarán el tono de la cumbre.
El grupo de expertos elaboró un programa de unificación en tres fases que contempla la creación del Area de Libre Comercio de Asia Meridional (SAFTA, en inglés) para el 2010, una unión aduanera el 2015 y, finalmente, la unión económica con un solo mercado en el 2020, con el transporte, las telecomunicaciones y las infraestructuras energéticas integradas.
"El sur de Asia debe movilizarse. Todo se reduce a la manera en que un quinto de la población mundial se mezcla con los restantes cuatro-quintos", dijo Rodrigo.
"Hay que avanzar tanto con las propuestas económicas como políticas sin perseguir a una a costa de la otra. Se trata de procesos paralelos. Uno (de cooperacion económica) está dentro de SAARC, y el otro es un proceso bilateral", añadió.
"Es el comercio que llama la atención mundial", previno el analista Sridhar Khatri. "Si en la conflictuada Europa, potencias como Alemania y Francia que nunca pudieron mirarse a los ojos lograron integrarse, ¿porqué no lo puede hacer el sur de Asia?".
Los líderes regionales deben permitir que el pragmatismo tome precedencia a la retórica política dado que "el agrupamiento regional es un hecho inevitable en el nuevo orden mundial", expresó.
"Desde la caída del muro de Berlín (el 9 de noviembre de 1989) se han establecido más de 33 grupos regionales", señaló, agregando que el sur de Asia arriesga una mayor marginación si no se apresura. "La región ha sido excesivamente lenta", acotó. (FIN/IPS/tra-en/au/an/ego/aq/if/99