"Boda junto al mar", la primera novela del marroquí Abdelkader Benali, constituye una visión única del exilio y la lucha por equilibrar las expectativas familiares con la necesidad de autodeterminación.
Escrito cuando el autor sólo tenía 20 años y publicado por primera vez en holandés en 1996, cuando ganó el premio al mejor debut literario, la novela es una ojeada muy particular dentro de la vida y la mente de un marroquí que creció en dos culturas.
La vida interior del protagonista del libro, tal como la describe el autor en una prosa desbordante, dá crédito al concepto de identidad cultural.
¿Cómo se hace para seguir siendo uno mismo en un país extranjero? Quizás más importante, ¿cómo descubre uno su personalidad en primer lugar? Esas son los interrogantes que formula el autor a lo largo de la novela.
Lamarat Minar, un marroquí de 20 años residente en Holanda, vuelve a Marruecos con sus padres y hermana para celebrar la boda de ésta con su tío Mosa en la desértica aldea costera de Tuarirt.
Pero el novio escapa, y Lamarat queda encargado de hacerlo regresar antes de que los invitados se den cuenta de lo ocurrido y la vergüenza se abata sobre la familia.
Mientras busca al novio fugitivo, Lamarat, que nació en Marruecos pero creció en Holanda, trata de encontrar algún sentido a la división cultural entre su país de nacimiento y su patria adoptiva.
Pero una vez de regreso en Marruecos, Lamarat se encuentra atrapado en el torbellino de las relaciones familiares ampliadas y las expectativas de los demás.
La familia de Lamarat es considerada un símbolo de la riqueza del Norte, aunque viaja en una furgoneta cargada con sillas de plástico baratas para que se sienten los invitados al casamiento, porque para éstos es normal sentarse en el suelo.
Cuando cruzan de Europa hacia Tánger en el transbordador, hay una fuerte sensación de distancia entre el bienestar de Europa y la pobreza de Africa, y Lamarat se siente atrapado entre esos dos mundos.
Mientras busca a Mosa en el sofocante calor del desierto, soporta un monólogo del conductor del taxi, Chalid, también conocido como "Cubo de Bulones", que le cuenta la historia de su familia y discursea sobre la búsqueda de una identidad que pueda encajar en dos culturas diferentes.
Lamarat especula gran parte del tiempo sobre el tipo de persona que podría haber sido si su padre no hubiera arrastrado su familia a Holanda, y lamenta no haberse transformado en un habilidoso jugador de "parcheesi" para impresionar a los habitantes de su aldea.
Sin embargo, su problema inmediato es encontrar al novio prófugo, quien dejó a Rebeca para ir a buscar a Chatischa, una prostituta del burdel local, llamado "Lolita", para despedirse.
Una vez que se case con Rebecca, Mosa retornará con ella a Holanda y dejará atrás su época de mujeriego.
Aunque asegura que la ama, casarse con Rebecca significa para Mosa nada más que el permiso de residencia en un país próspero del Norte, porque en Al-Homey, la ciudad donde vive, las oportunidades de trabajo son casi inexistentes.
Todo el mundo parece soñar con viajar al Norte, hacia "la tierra de la leche y la miel". El filosófico chofer de taxi sabe bien lo que pasa con esa gente que busca una vida mejor en otra parte.
"Conozco una historia acerca de un vendedor que dejó la barraca y los pisos sucios de su patria con la esperanza de una vida mejor en otro país", cuenta.
"¿Y qué encontró allí? El reflejo de su propia imagen, ahora en posesión de zapatos e ideas extravagantes, pero que vive en otra barraca… No entiendo a esa gente que deja todo para seguir siendo la misma… en otra parte", dice Chalid.
Cuando Lamarat encuentra finalmente a Mosa y lo arrastra dentro del taxi, no sabe qué pensar. Ahí está el hombre que debe casarse con su hermana y él lo acaba de separar de su ramera favorita. ¿Qué le dirá a su padre acerca de su propio cuñado?
No obstante, la sabia Rebecca, aunque rinde tributo a la tradición familiar de matrimonios arreglados, también es una mujer moderna con ideas propias. Ha oído todo acerca de las inclinaciones de Mosa y planea un tipo particular de venganza.
Ella y Lamarat arrastran por la playa hacia el mar a Mosa borracho, donde representa su propia versión de la noche de bodas. A esta altura, los invitados ya se marcharon, cansados de esperar, y su familia comienza a pensar la manera de escapar a la vergüenza que les cayó encima.
Una magnífica parodia, plena de comicidad, sobre lo absurdo de la vida moderna atrapada entre dos culturas. La novela de Benali, traducida al inglés por Susan Massotty, es un notable comienzo para un joven escritor marroquí con una visión propia del choque entre dos culturas. (FIN/IPS/tra-en/pg/ak/ego-mlm/cr/99