(Arte y Cultura) INDIA: Cuando la censura cae en el ridículo

La comisión de censura cinematográfica de India está bajo fuego tras cortar algunas escenas del filme británico "Elizabeth", candidato este año a siete Oscar, entre ellos a Mejor Película, y dirigida por un cineasta indio, Sekhar Kapur.

Una de las escenas cuestionadas muestra a un noble francés en la corte de Inglaterra acosando a Isabel I, conocida como "la reina virgen", y diciéndole que le gustaría tocar a su "quinny", una palabra que se utiliza para designar los genitales femeninos.

"El término alude a las partes privadas de la reina… Bo suena muy bien", explicó Asha Parekh, titular de la comisión de censura.

Eso no fue todo. La comisión cortó una secuencia en que una pareja hace el amor y se ven las nalgas del hombre y los senos de la mujer, además de eliminar una cruda escena en la que aparecía la cabeza de un hombre clavada en una lanza.

Indignado, el director Kapur se presentó ante el Tribunal de Apelaciones de Calificación de Películas, que dará el veredicto final.

Sin embargo, lo que llevó a Kapur al paroxismo fue un comentario de Parekh sugiriendo que estaba tratando de crear una controversia sobre los cortes para lograr publicidad y buenos ingresos de taquilla.

"No necesito más publicidad para un filme que ya recaudó 100 millones de dólares y fue exhibido en todo el mundo", declaró Kapur en una conferencia de prensa, en la que calificó de obsoletos a Parekh y a toda la comisión de censura.

Kapur consideró humillante que su trabajo sea juzgado por una comisión compuesta por gente que, en su opinión, sabe muy poco de cine. "La comisión no tiene respeto por el cine ni por la extensa investigación y el trabajo de los realizadores", afirmó.

Parekh acusó a Kapur de anticuado ídolo de los años 60. El cineasta, a su vez, la llamó "ignorante, irresponsable, arrogante y arbitraria, y la desafió a participar de un debate público, pero ella no respondió.

Kapur puede desdeñar la publicidad, pero en agosto apareció en todos los medios impresos y electrónicos, abriendo una nueva ronda de debates sobre qué es mejor para los espectadores indios y el derecho de la comisión para decidirlo.

No obstante, hay sustancia en las acusaciones de Kapur. El sueño del escapismo evocado por "Bollywood" (la Hollywood de Bombay) para las masas indias, del cual Parekh fue una vez soberana reinante, ya tuvo su hora.

La llegada de la televisión por satélite, sobre la cual la comisión tiene poco control, abrió las compuertas a las normas occidentales sobre moralidad para una audiencia india que ya perdió el pudor hace tiempo.

A fin de cuentas, la comisión es un pacato organismo gubernamental que funciona según los lineamientos establecidos por la Ley de Cinematografía de 1952.

Según un ex miembro, 30 por ciento de la comisión esta constituído por gente competente, pero el resto consiste en "amas de casa aburridas" o "politicastros" que quieren quitarse el problema lo más rápido posible.

El año pasado, la comisión mostró insólita madurez al aprobar sin cortes el film "Fire", una producción bilingüe en hindi e inglés que explora delicadamente la homosexualidad femenina en el cerrado ambiente de una tradicional familia hindú.

Sin embargo, la película fue atacada por grupos fundamentalistas hindúes que amenazaron con quemar las salas de cine donde se exhibía. Y esto se agregó al debate sobre lo que es aceptable en India.

La comisión no está por encima de influencias políticas. Al director Mahesh Bhatt se le pidió que cambiara por gris el color azafrán de los turbantes usados por exaltados fundamentalistas hindúes en su película "Zakhm" (Herida), porque el último se identifica con el partido gobernante Bharatiya Janata.

Además, la censura no es equitativa. El filme "Gajagamini" de M.F. Hussain, que pinta a la mujer del próximo milenio, sufrió cortes en una secuencia cantada por Madhuri Dixit, un sinuoso símbolo sexual.

Esto ocurrió a pesar de que la comisión se siente perfectamente a gusto con sórdidas escenas de violaciones, senos enormes, sugestivas ondulaciones pélvicas y escenas eróticas que ya son típicas de las producciones de Hollywood.

Kapur piensa que hay un ensañamiento contra sus películas porque es el único cineasta indio que logró salir de Bollywood, llegar a Hollywood y dirigir películas que obtuvieron premios Oscar.

Bollywood, que representa a la mayor industria cinematográfica del mundo, funciona con sus propios términos, sistemas de financiación, producción, distribución y favores mutuos.

Kapur superó todo eso porque consiguió que Canal Cuatro financiara su última película, "Bandit Queen", basada en la vida y época del bandido reformista Phoolan Devi.

El filme obtuvo críticas entusiastas en Cannes, pero, como era previsible, chocó con la comisión, que objetó las violaciones, la violencia masiva y las invectivas que, según Kapur, eran normales en las colinas de Chambal bajo el control de Phoolan Devi.

Al final, "Bandit Queen" fue salvada por el Tribunal de Apelaciones, que ahora debe decidir sobre la suerte de "Elizabeth".

La comisión podría ser reestructurada a raíz de la controversia sobre "Elizabeth", en vista del creciente cuestionamiento de su función. (FIN/IPS/tra-en/ndr/an/ego-mlm-mj/cr/99

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