Humanizar el proceso de globalización y lograr la equidad son las dos grandes tareas que la sociedad civil de América Latina, reunida en Chile, asignó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el inicio del nuevo milenio.
La cuarta consulta regional a la sociedad civil convocada por la ONU concluyó este jueves en Santiago, tras dos días de deliberaciones, en la sede central de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Dirigentes y activistas de organizaciones de mujeres, indígenas, consumidores, organismos de derechos humanos, culturales, políticos y de otros sectores debatieron durante los dos días con expertos de organismos internacionales.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, organizó estas reuniones para recoger los lineamientos centrales de la labor futura de la organización, que serán abordados también en la Cumbre del Milenio, a celebrarse en septiembre del 2000 en Nueva York.
Antes de la cita en Santiago se realizaron consultas regionales para Asia, Africa y Europa, restando aún las reuniones de la sociedad civil del área Asia-Pacífico, que se realizará en Japón, y de América del Norte.
En el umbral del siglo XXI, uno de los mayores desafíos que enfrenta la comunidad internacional es "humanizar la economía mundial y el proceso de globalización", se señala en las conclusiones de la consulta en Santiago.
Del mismo modo se planteó, como reto para la ONU, "la necesidad de poner en su sitio y al alcance de la vida cotidiana de las personas comunes los grandes asuntos macroeconómicos", manejados ahora por las transnacionales y los Estados.
Los cuatro paneles de la consulta entregaron un crítico balance de la sociedad civil con respecto al mundo de fines de siglo, caracterizado por grandes avances tecnológicos y graves problemas de equidad y falta de participación ciudadana.
Los recursos de la ONU deben movilizarse en el nuevo milenio para reunir y acercar a los actores sociales, "en un esfuerzo concentrado para crear empleos y erradicar la pobreza", se subrayó al finalizar la vasta reunión latinoamericana.
Los participantes concordaron que la persistencia de la pobreza es el mayor desafío que queda pendiente al finalizar el siglo XX y la tarea más ardua que deberá enfrentar la humanidad en el siglo XXI.
En los debates realizados en la sede de Cepal se abordó una amplia agenda, resumida en los temas de derechos humanos, la resolución pacífica de los conflictos, el desarrollo sustentable, la globalización y la equidad.
El siglo XXI debe ser "el siglo de las personas" y la ONU debe aglutinar en torno a ese objetivo a gobiernos, organizaciones de negocios, los sindicatos y la sociedad civil, enfatizaron los participantes en la consulta.
Pese a los duros juicios sobre los problemas creados por la globalización de la economía, se concluyó que se trata de un proceso inevitable, al igual que el avance tecnológico en que se fundamenta.
La ONU debe ejercer "un liderazgo intelectual" para asegurar que la población mundial comparta equitativamente las ventajas de esta globalización económica y al mismo tiempo conseguir que sus efectos negativos puedan mitigarse, se indicó.
La organización mundial está llamada igualmente a abrir espacios en el inicio del nuevo milenio para construir efectivamente un nuevo modelo de desarrollo, basado en la sustentabilidad y la equidad.
El deterioro de los ecosistemas es uno de los mayores peligros para la humanidad al concluir el siglo XX y se deriva del carácter irracional y derrochador de las prácticas de producción y consumo que hoy imperan en el mundo, según los participantes en la consulta. (FIN/IPS/ggr/dv/99