El narcotráfico y la pobreza pueden desestabilizar a América Latina, según los presidentes de la región que asisten a la 54 sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Las sesiones de apertura de la Asamblea General han sido en los últimos años escenario propicio para que los presidentes de la región pronunciaran discursos entusiastas sobre los avances políticos y económicos de sus países, pero en esta ocasión manifestaron señales de peligro.
El presidente de Perú, Alberto Fujimori, dijo este martes que la tranquilidad en la región ha sido perturbada por la alianza entre narcotraficantes y terroristas.
Fujimori afirmó que estas actividades delictivas alcanzaron en algunos casos poder suficiente para desafiar a gobiernos y desestabilizar la economía mundial.
El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, donde sucesivos gobiernos emprendieron largas batallas contra carteles de la droga y guerrillas izquierdistas, urgió el lunes a las naciones a aumentar las penas contra los narcotraficantes.
Pastrana aseguró que no habrá paz en Colombia mientras la codicia de los narcotraficantes y el mercado negro del armamento continúe ayudando a grupos ilegales.
El presidente colombiano también reclamó medidas contra el contrabando de productos industriales, al que consideró un medio de lavado de dinero y causa de asfixia para las industrias nacionales.
Además, pidió detener el flujo de precursores químicos indispensables para la producción de drogas.
El presidente colombiano pidió alrededor de 3.500 millones de dólares en ayuda extranjera a lo largo de los próximos tres años para combatir la producción y el tráfico de drogas.
Hugo Chávez, el ex golpista que accedió este año a la presidencia de Venezuela a través de las urnas, ofreció este martes ante la Asamblea General un panorama diferente, al defender en un efusivo discurso los esfuerzos de su país por construir una "genuina democracia".
Al recordar que 80 por ciento de los venezolanos viven en la pobreza, a pesar de las abundantes reservas de petróleo y otros recursos naturales de que dispone el país, Chávez dijo que su gobierno ha tratado de impedir el quiebre de su país.
Al mismo tiempo, criticó los informes de prensa que califican de "antidemocrática" la Asamblea Constituyente que declaró la emergencia en los poderes constituidos.
Chávez aseguró que en Venezuela, hubo, hay y habrá respeto por el proceso democrático, que procede de los deseos y de la voluntad del pueblo.
En los seis meses de su gobierno, la matrícula escolar aumentó 25 por ciento, luego de años en los que los altos costos desalentaban la escolaridad.
Otros jefes de Estado, como Fujimori, argumentaron que la globalización podría conducir a una renovada frustración si no llevaba a resultados positivos en los países en desarrollo.
Si las economías afrontan términos de intercambio inequitativos o injustos, las consecuencias podrían llevar a algunos gobiernos a apelar de nuevo a propuestas económicas que ya dejadas de lado, afirmó.
Pastrana agregó que las naciones deberían considerar con seriedad y dar prioridad a la creación de una nueva estructura financiera, porque los flujos descontrolados de capital trajeron turbulencia económica, desempleo, más pobreza y, en algunos casos, inestabilidad política.
El presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, manifestó que su país, como muchos de América Latina, sufrió una desaceleración económica y contracción financiera, exacerbados por el creciente costo de las importaciones del petróleo y el impacto en América Central del huracán Mitch. (FIN/IPS/fah/mj/ip/99