Un amplio foro de la sociedad civil de América Latina señaló hoy en la capital chilena la necesidad de actualizar el sistema de la Organización de Naciones Unidas a la realidad de la posguerra fría y la globalización, para enfrentar los desafíos del nuevo milenio.
En canciller de Chile, Juan Gabriel Valdés, inauguró la Consulta Regional a la Sociedad Civil, que finalizará este jueves, convocada por la ONU en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago.
Valdés y participantes en los primeros paneles, subrayaron que el mundo en que nació la ONU hace cinco décadas ya no es el mismo, porque hoy los Estados deben compartir con otros actores el virtual monopolio del poder que ostentaban antaño.
La propia igualdad entre los Estados es una utopía no realizada por la ONU, mientras se consolidan otras hegemonías, como la de las transnacionales, como consecuencia de la expansión del capital y los mercados en el proceso de globalización.
En las primeras sesiones de la consulta orientada a adecuar la ONU a los desafíos del nuevo milenio, se entregaron balances críticos sobre el desarrollo y fortalecimiento de los derechos humanos desde diversas expresiones de la sociedad civil.
El encuentro en la sede de Cepal recogerá planteamientos en materia de derechos humanos, la resolución de conflictos y los procesos de pacificación interna, el ambiente y el desarrollo sostenible y la globalización y el desarrollo con equidad.
El secretario general de la ONU, Koffi Anan, encomendó al subsecretario Miles Stoby la organización de consultas regionales sobre esos temas, previas la Cumbre del Milenio, que se llevará a cabo en septiembre del año 2000 en Nueva York.
Ya se realizaron consultas regionales para Asia en Beirut, Africa en Addis Abeba y Europa en Ginebra, restando, tras la reunión latinoamericana, encuentros sobre Asia-Pacífico en Tokio para septiembre y América del Norte en noviembre.
En su intervención, el canciller Valdés advirtió que existe una crisis de gobernabilidad a nivel mundial, con los estados y gobiernos menos eficaces y el "surgimiento de múltiples niveles de autoridad que se superponen entre sí".
"Si bien las Naciones Unidas fueron creadas por Estados y continúan siendo vistas como su instrumento, es claro que la organización ha trascendido su carácter intergubernamental en múltiples ocasiones", señaló el ministro.
"No es tan cierta la afirmación de que las Naciones Unidas sólo pueden hacer lo que estén dispuestos a hacer sus miembros. La ONU no siempre se ha subordinado al principio de la soberanía y no siempre ha actuado con el consentimiento de los Estados afectados por su acción", añadió Valdés.
La ONU ha desarrollado "una práctica y una maquinaria muy complejas, aunque no necesariamente eficiente, para emprender acciones políticas, económicas, sociales y humanitarias en una gama muy amplia de ámbitos", indicó el canciller.
Valdés dijo que existe "una tensión muy poderosa" entre el principio de la no interferencia en los asuntos internos de un Estado y las circunstancias que estimulan esas intervenciones, tensión "que se está resolviendo en favor de la interferencia".
El ministro fundamentó esa aseveración con los conflictos internacionales registrados en el último tiempo en "los Estados frustrados o fallidos de Africa y América Latina o en la guerra de los Balcanes".
El representante chileno dijo más adelante que "el genocidio y la violación masiva de los derechos humanos están destinados a convertirse en la incumbencia de tribunales internacionales", tendencia que su gobierno respalda, afirmó.
En una alusión implícita al arresto en Gran Bretaña y probable juzgamiento en España del ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-90), dijo que en este terreno "debemos avanzar hacia un régimen (internacional) claro, ordenado y no discriminatorio".
En esta "etapa de transición en el proceso de globalización de la justicia", las normas jurisdiccionales "no son claras y están sometidas a múltiples interpretaciones, incluyendo aquellas más arbitrarias y disparatadas y conductas y prácticas unilaterales", dijo Valdés.
El gobierno chileno, que suscribió en 1998 la creación de la Corte Penal Internacional, se opone al juzgamiento en un tercer país del ex dictador y actual senador vitalicio, invocando principios de territorialidad de la justicia.
José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de Cepal, señaló en la ceremonia inaugural que las relaciones de la ONU con la sociedad civil se han fortalecido con más énfasis en los campos de la asistencia humanitaria y en la promoción y protección de los derechos humanos.
El economista colombiano hizo un especial reconocimiento de los aportes en estos ámbitos de las organizaciones no gubernamentales, así como por la Iglesia y las instituciones vinculadas a ella.
Agregó que las urgencias llevaron a la ONU a concentrarse en la defensa de los derechos civiles y políticos, pero que ahora las dimensiones económica, social y cultural de los derechos humanos adquieren un énfasis creciente. (FIN/IPS/ggr/ff/dv hd/99
