El tratado de libre comercio que América Central negocia en bloque con Chile está comenzando a convertirse en realidad tras 21 meses de negociaciones.
Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua concluyeron en conjunto el miércoles en San José las negociaciones de la normativa general del tratado con Chile y comenzaron el proceso de discusión de aspectos específicos de acceso a mercados.
Ahora se espera que el tratado de libre comercio sea firmado en octubre próximo en Santiago de Chile, en una reunión en la que estarían presentes los mandatarios de las naciones signatarias.
La normativa general del tratado fue negociada en bloque por los países centroamericanos y representa a un 80 por ciento de los productos del convenio.
Ahora Chile y los países del istmo ppero ya no en bloque- negociarán los anexos de acceso a mercados que constituyen el restante 20 por ciento de los bienes.
Costa Rica y Nicaragua han negociado esta etapa de acceso a mercados de manera individual, mientras que Guatemala, Honduras y El Salvador discuten con los chilenos una propuesta en bloque.
Del 20 por ciento de productos que se discuten en estos anexos, 12 por ciento corresponde a partidas sobre telas mientras que el restante ocho por ciento representa a aceites, lácteos y diferentes bienes agropecuarios, según las prioridades de cada país centroamericano.
El ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Samuel Guzowsky, y Oscar Quina, jefe de los negociadores chilenos, anunciaron en la noche del viernes que el acuerdo bilateral de acceso a mercados entre sus países ya ha concluido.
"Este acontecimiento nos da grandes oportunidades de exportación", dijo Guzowsky al referirse a las ventajas que tendrán los productores locales en el país sudamericano.
El acuerdo bilateral entre Costa Rica y Chile es asimétrico. Mientras los productos costarricenses no pagarán impuestos de entrada, los chilenos deberán esperar diversos plazos para la eliminación paulatinamente de los aranceles a los suyos.
Chile podrá exportar a América Central productos como mariscos, vinos, salmón, cobre, manzanas, uvas y kiwis. Los países centroamericanos, por su parte, venderán a Chile carne, atún, banano, café, plantas ornamentales, flores tropicales, prendas de vestir, manufacturas de cuero y software.
La iniciativa de firmar un tratado de libre comercio entre América Central y Chile nació en abril de 1998, en el marco de la Segunda Cumbre de las Américas, cuando el presidente chileno Eduardo Frei firmó con sus homólogos centroamericanos una carta de intenciones.
Desde un principio, la negociación con Chile fue recibida con recelo por los empresarios centroamericanos, sobre todo los del sector alimentación, que temían una invasión de productos chilenos sin una apertura de ese marcado, como ocurrió con México.
Por razones similares, del tratado de libre comercio que Costa Rica firmó con México en 1994 se excluyeron los productos agropecuarios.
De ahí que finalmente los productos forestales quedaran fuera del anexo bilateral, así como la papa, los frijoles y la cebolla, mientras que los horticultores gozarán de un plazo de 16 años en los que progresivamente se irán eliminando los aranceles.
El acuerdo con Chile se convertiría en el segundo tratado de libre comercio que América Central negocia en bloque con otra nación, tras el concluido con República Dominicana.
Sin embargo, el tratado con República Dominicana no ha entrado en vigencia, pues no ha sido ratificado por los parlamentos de los países centroamericanos ni por el del caribeño.
Nicaragua firmó en 1998 un tratado de libre comercio con México, y el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) lleva casi cuatro años de negociaciones, trabadas también por el tema del acceso de productos agrícolas. (FIN/IPS/nms/ag/if/99