Grupos ambientalistas de Africa y Estados Unidos pidieron al Banco Mundial que suspenda su financiación de un proyecto petrolero en Chad y Camerún por considerar que perjudicará el ambiente y los derechos humanos.
"La participación del Banco Mundial fija un desagradable precedente de apoyo público al desarrollo petrolero, que causa daños sociales y ambientales y ayuda poco al desarrollo", reza un informe presentado el lunes en las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El proyecto en cuestión comprende la perforación de más de 300 pozos de petróleo en el sur de Chad y la construcción de un oleoducto entre ese país y Camerún.
El oleoducto de 1.050 kilómetros pasará por bosques tropicales y vinculará los yacimientos de petróleo de Chad, que no tiene salida al mar, con Kribi, en Camerún. El encargado de la construcción de dicho conducto será un consorcio formado por Exxon, Shell y ELF.
El Banco propuso créditos de 90 millones de dólares para que ambos países puedan poner en marcha el proyecto, mientras que su Corporación Internacional de Finanzas sugirió 150 millones.
Los activistas intentaron convencer a los funcionarios del Banco y a los ministros de Finanzas de que el proyecto no aliviaría la pobreza sino que pondría en peligro al bosque húmedo de Africa y serviría para mejorar la imagen de gobiernos corruptos, conocidos por violar los derechos humanos.
La decisión final de la junta ejecutiva del Banco sobre los 3.500 millones de dólares que costarán las perforaciones y la construcción del oleoducto será tomada en noviembre.
A pesar del cambio de ruta del oleoducto hacia dos ecosistemas menos frágiles, el bosque del litoral Atlántico de Camerún sufrirá daños graves, advirtió Korinna Horta, economista especializada en ambiente del Fondo de Defensa Ambiental.
"El oleoducto atravesará una amplia zona de bosque tropical virgen, donde viven indígenas conocidos como pigmeos", explicó. Según los planes actuales, el oleoducto también pasaría por los ríos principales de Camerún, poniendo en riesgo las fuentes de agua.
Animales salvajes como gorilas, chimpancés y elefantes, que ya están desapareciendo de los bosques de Camerún a consecuencia de la caza comercial, correrán mayores peligros cuando se construyan rutas de acceso a lo largo del oleoducto, sostienen los activistas.
Dichas rutas facilitarán también la desforestación del bosque húmedo, hasta ahora intocado.
"El gobierno no supo administrar los fondos internacionales para proteger los bosques del país, ni siquiera la Reserva de Fauna Salvaje Dja, declarada Patrimonio de la Humanidad, lo cual despierta preocupación respecto de las propuestas para minimizar las pérdidas de biodiversidad y hábitat", reza el informe.
La iniciativa actual prevé la construcción de una terminal petrolera marítima que consistiría en un barco cisterna cuyas características incrementan el riesgo de pérdidas, no especificado en los documentos presentados hasta ahora, señaló Horta.
"Responder a una pérdida de petróleo grande es una tarea muy compleja, que requiere varios barcos y equipamiento, instituciones eficaces y personal entrenado", advirtieron los autores del informe preparado por las organizaciones no gubernamentales (ONG).
Una pérdida para la cual no existen respuestas específicas podría contaminar gravemente la costa atlántica, con lo cual perderíamos los 1.500 millones de dólares por año que gana el país por la pesca y el ecoturismo, advirtió Horta, citando un estudio de la Universidad de Warwick, en Gran Bretaña.
En cambio, se espera que la iniciativa petrolera genere 500 millones de dólares de ganancia para esos países en unos 30 años, agregó.
"Los objetivos de los países del Banco Mundial son el alivio de la pobreza y el desarrollo sustentable, pero no creemos que la situación política actual de ninguno de ambos estados permita que se cumplan esas metas a través de este proyecto", declaró Samuel Nguiffo, director del Centro para el Ambiente y Desarrollo de Camerún.
Nguiffo, que ganó el Premio Goldman de Ambiente en 1999, considerado el Premio Nobel para esa categoría, había planeado estar en Washington durante las reuniones del Banco Mundial, pero dos hombres armados lo atacaron y le quitaron el pasaporte pocos días antes de su viaje.
"Quienes se oponen o cuestionan el proyecto por motivos ambientales y de derechos humanos, a menudo sufrieron abusos", explicó Horta en su declaración.
Nguiffo comentó que los pueblos del lugar no fueron del todo informados acerca de los impactos que causaría la iniciativa y que, cuando fueron consultados, la presencia intimidatoria de gente armada silenció sus críticas.
Camerún estuvo hace poco en la primera plana internacional cuando fue calificado como el país más corrupto del mundo por la organización defensora de los derechos humanos Transparencia Internacional.
Robert Watson, director del Departamento de Ambiente del Banco, replicó que la institución debe responder a las necesidades de sus clientes, entre las cuales figuran las iniciativas ambientales falsas cuyo objetivo real es promover el crecimiento económico.
El Banco no puede abandonar un proyecto que podría dañar al ambiente cuando lo presenta "un país que quizá no tenga muchas opciones de desarrollo. El alivio de la pobreza y la protección ambiental suelen ser contrarios. Es necesario hacer ciertas concesiones", explicó Watson.
El oleoducto es de interés nacional, declaró el ministro de Finanzas de Chad, Bichara Cherif Daoussa, en una conferencia de prensa de principios de este mes.
"No se registró ninguna reacción negativa, ni siquiera por parte de los habitantes de la zona petrolera", anunció.
La iniciativa podría significar ganancias de hasta 5.000 millones de dólares para ambos países, según las previsiones sobre los precios mundiales del petróleo para las tres próximas décadas, pronosticó Exxon.
Sin embargo, las promesas sobre programas de educación y salud que se le hicieron a la población de la zona fueron "vagas, en el mejor de los casos", según Delphine Djiraibe, fundadora de la Asociaión de Chad para Promover la Defensa de los Derechos Humanos.
"No se presentó ningún plan de desarrollo total para la región", observó.
En el sur de Chad, donde se perforarán más de 300 pozos de petróleo, se perpetraron dos masacres de civiles ordenadas por el presidente el año pasado, según Amnistía Internacional.
El oleoducto puede significar un período breve de creación de nuevos puestos de trabajo en la construcción, pero es probable que los beneficios obtenidos con la venta del petróleo se utilicen para comprar armas nuevas, indicó Djiraibe.
"Los derechos humanos se respetan poco en Chad, y quienes llaman la atención sobre las severas violaciones que cometen las autoridades, corren serios riesgos", advirtió.
Las protestas por la iniciativa llegaron ahora a varios países del sur de Africa.
"Africa no puede asumir los costos de la devastación ambiental (que implica) un proyecto como éste. Tenemos que ayudar a construir y no a destruir", instó el arzobispo de Sudáfrica, Desmond Tutu. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ceb-mlm/en-hd/99