YUGOSLAVIA: Gitanos, los menos queridos

Atrapados en el conflicto de los Balcanes, los gitanos de la provincia serbia de Kosovo tienen el dudoso privilegio de pertenecer al grupo "menos querido" en esa tierra de odio étnico.

La entrada en Kosovo de las fuerzas de paz encabezadas por la OTAN, a mediados de junio, seguida por el regreso del guerrillero Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) y de cientos de miles de refugiados albano-kosovares, provocó un éxodo masivo de serbios de la provincia sureña.

Pero no sólo los serbios debieron huir para evitar represalias por la limpieza étnica de albaneses, sino también los gitanos, que además de ser rechazados en Serbia lo son también en muchos otros países de Europa y el mundo.

Dos meses después de la entrada de las fuerzas de paz en Kosovo, asociaciones de zíngaros de Belgrado sostienen que su pueblo pertenece a "la parte menos querida" de la población a ambos lados de la nueva frontera de hecho.

"Nadie nos quiere. Los albaneses nos expulsaron de Kosovo y el gobierno de Serbia no quiere que nos quedemos", se quejó Nemdji Ukic, quien huyó de la localidad de Kosovo Polje en junio.

"Los gitanos kosovares eran leales al estado de Serbia, y por eso ahora son víctimas de la venganza del UCK", agregó.

El UCK y la población albanesa de Kosovo culpan a los gitanos y serbios por las atrocidades cometidas en la provincia durante los ataques aéreos de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) contra Yugoslavia, entre marzo y junio pasados.

"La vida siempre fue difícil para los gitanos pobres de Kosovo", declaró Rasid J., de 54 años, un refugiado de Prizren, en el sur de la provincia.

"Nos vimos obligados a escoger. En Kosovo eso significó ponerse del lado de las autoridades, de los serbios. Ahora pagamos un precio muy alto por ello, aunque no hayamos hecho nada malo", dijo.

Según el Partido Gitano del Congreso, una organización política de zíngaros serbios, unos 150.000 gitanos vivían en Kosovo hasta junio.

"En el mejor de los casos, todavía hay allí entre 10.000 y 15.000 de ellos", dijo a IPS Drajoljub Ackovic, líder del Partido.

"Literalmente miles de ellos fueron obligados por el UCK a salir apresuradamente, dándoles apenas 10 minutos o media hora para empacar. Sólo los muy ancianos y enfermos se quedaron", afirmó.

Cifras proporcionadas por el Comité para la Protección de los Derechos de los Zíngaros en Serbia revelan que 7.000 gitanos abandonaron Prizren, 35.000 Djakovica y 13.000 Pec.

Entre 15.000 y 20.000 de ellos llegaron a Belgrado, mientras otros 20.000 lograron huir a la vecina Macedonia.

El gobierno serbio no considera como refugiados a los serbios ni a los gitanos de Kosovo. Oficialmente los considera "desplazados internos" que deben regresar a sus hogares en un plazo indeterminado.

Mientras tanto, no reciben ayuda humanitaria, empleo ni educación para sus hijos.

"Las autoridades serbias fuerzan a los gitanos de Kosovo a abandonar Belgrado o la misma Serbia", acusó Gordana Vladisavljevic, presidenta del Comité.

"No quieren tener nada que ver con ellos, pero los gitanos no pueden regresar, porque más de 1.200 de sus casas fueron quemadas sólo en Pristina, luego de ser saqueadas por guerrilleros del UCK y albaneses", agregó.

"Una encuesta realizada entre gitanos expulsados de Kosovo reveló tres intenciones", informó Ackovic.

"Entre 70 y 75 por ciento de ellos quisieran regresar a sus casas, pero saben que éstas ya no existen. Entre 15 y 20 por ciento quieren permanecer en Serbia, y el resto pretende emigrar", señaló.

Muchos gitanos huyeron de Serbia a Montenegro, la otra república de la Federación de Yugoslavia, desde donde esperan alcanzar la costa de Italia luego de un corto pero peligroso viaje a través del mar Adriático, por el que deben pagar hasta 1.200 dólares por cabeza.

"Como los chinos de Vietnam que se transformaron en balseros, la gente menos querida aquí debe sumergirse en las inciertas aguas del Adriático para lograr su libertad", dijo Ackovic.

Desde comienzos de este mes, las autoridades italianas interceptaron varios botes procedentes de Montenegro. Algunos pequeños barcos transportaban hasta 1.000 personas exhaustas, que fueron llevadas a campamentos de refugiados en Italia.

Sin embargo, el gobierno italiano no otorgó a la nueva ola de refugiados de Kosovo el mismo estatuto que los albaneses que huyeron de Serbia durante la campaña aérea de la OTAN. Los gitanos, entre otros, son simples "inmigrantes indocumentados".

El departamento de estudios zíngaros de la Academia Serbia de Ciencias y Artes realizó un seminario de dos días a fines de julio en un esfuerzo por atraer la atención de las autoridades al problema, pero el evento fue casi ignorado por la prensa nacional e internacional.

El informe del seminario se refiere fundamentalmente al aspecto humanitario de la situación de los gitanos en Kosovo y el resto de Serbia, y destaca que la principal responsabilidad por su seguridad corresponde a las fuerzas de paz y al gobierno serbio.

"Las fuerzas de paz no hicieron nada para proteger los bienes y la vida de los gitanos, y las autoridades serbias no hicieron nada para mejorar las condiciones de vida de los gitanos desplazados", acusa el informe. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/mlm/hd/99

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