TIMOR ORIENTAL: Indonesia expulsó a periodista estadounidense

Indonesia reprime a la prensa internacional una semana antes del referéndum sobre la autodeterminación de Timor Oriental, declaró una periodista estadounidense que fue expulsada por Yakarta.

Amy Goodman, de la red estadounidense de radiodifusión Pacifica, habló con IPS desde Taipei y denunció que el lunes funcionarios indonesios le dijeron que no iban a dejarla ingresar al país porque su nombre estaba en una "lista negra del ministerio de Defensa".

Goodman dijo que ignoraba ser parte de una lista negra de periodistas hasta que trató de ingresar al aeropuerto internacional Ngurah Rai, de Bali, con el fin de viajar a Timor Oriental para cubrir el voto de autodeterminación el lunes 30.

La periodista contó que cuando llegó al aeropuerto, los funcionarios indonesios le mostraron su nombre en una lista negra computarizada y también desplegaron un voluminoso libro en el cual figuraban cientos de nombres. Goodman fue expulsada de inmediato a Taiwán.

Goodman fue "persona no grata" desde 1991 para las autoridades indonesias porque fue una de los dos periodistas estadounidenses que presenciaron la masacre de 200 personas en el cementerio de Dili, la capital de Timor Oriental, por el ejército indonesio.

La matanza se produjo durante el funeral de un estudiante abatido por las tropas de ocupación indonesias. El territorio se independizó del poder colonial portugués en 1975, pero fue inmediatamente invadido por Indonesia y anexado como provincia al año siguiente.

Pero Goodman volvió a Indonesia en 1994 acompañando a la delegación estadounidense durante la visita oficial del presidente Bill Clinton al entonces dictador Alí Suharto.

Desde que Suharto renunció el año pasado, el presidente Bacharuddin Jusuf Habibie prometió la apertura de la sociedad indonesia y que permitiría que los habitantes de Timor Oriental decidieran si quieren la independencia o la autonomía bajo el poder de Yakarta.

El lunes próximo, los timorenses podrán optar por la independencia o la autonomía bajo el gobierno indonesio en una votación organizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Habibie asegura que integra un nuevo régimen que está democratizando a Indonesia, pero el apoyo de los militares a las milicias locales en Timor Oriental, que toman como blanco a los civiles, así como esa lista negra, demuestran que el ejército sigue teniendo el poder", declaró Goodman desde Taipei.

Funcionarios de la ONU confirmaron que las milicias proindonesias agudizaron la ola de violencia contra los timorenses independendentistas en diversas partes del territorio, incluso en Maliana, Suhai Viveque, Liquica y Ainaro.

David Wimhurst, vocero de la misión de la ONU en Timor Oriental, dijo que los ataques tenían el propósito de intimidar a los lugareños y obligarlos a marcharse.

No obstante, José Luis Guterres, un alto funcionario del independentista Consejo Nacional de la Resistencia Timorense dijo a IPS que la jerarquía timorense seguía confiando en que la votación se realizará el lunes.

"Hay muchos incidentes pero no creemos que el voto pueda postergarse", dijo Guterres el lunes. Añadió que el campo independentista creía que entre 80 y 90 por ciento de los electores rechazarán la opción autonomista y respaldarán a la independencia.

No obstante, Wimhurst señaló que en las áreas donde se produjeron los incidentes, la gente abandonó sus aldeas y se ocultó en la selva. En muchas otras zonas, no se le permitió al Consejo Nacional de la Resistencia Timorense realizar una abierta campaña electoral.

Los funcionarios de la ONU, a pesar de todo, siguen confiando que la ola de violencia no afectará la votación del lunes.

"Es la valentía y determinación de los timorenses, demostrada durante el proceso de inscripción, que prevalecerá el día de la votación cuando finalmente tengan la posibilidad de decidir su futuro", dijo Wimhurst.

En mayo, Indonesia y Portugal firmaron un acuerdo arbitrado por la ONU que permite a todos los timorenses de más de 17 años de edad votar por la independencia o la autonomía.

A lo largo de su carrera, Goodman narró en forma detallada los abusos perpetrados por el ejército indonesio en el territorio ocupado.

Según la periodista y muchos grupos de derechos humanos, la ocupación indonesia provocó más de 200.000 muertos en Timor Oriental que, antes de la invasión, tenía 800.000 habitantes. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ego/aq/ip/99

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