– La noche hizo hoy aún más dramática la bús queda de sobrevivientes del terremoto en Turquía, en una edición más de la historia de las catástrofes: imprevisión y violaciones de las ordenanza s de construcción en una zona de conocido riesgo sísmico.
Alrededor de mil muertos, miles de desaparecidos y decenas de miles de personas sin hogar era el saldo, en la noche del martes, del sismo de 6,8 grados en la escala de Richter, con epicentro cerca de la ciudad industrial de Izmit, cerca de Estambul, que sacudió a la región en la madrugada.
Al espectáculo de cadáveres esparcidos entre las ruinas, cuerpos atrapados, heridos, familias deseperadas y centenares de bomberos, policía s y soldados a la búsqueda de sobrevivientes se sumó el sorprendente contraste de edificiaciones vecinas, unas intactas y otras covertidas en montañas de escombros.
Una refinería de petróleo, fábricas de automóviles y electrodmésticos y una importante base naval en el mar de Marmara también sufrieron severos daños.
Se trata de un cataclismo "selectivo", según expertos, que afectó a una pujante ciudad industrial construída sobre una falla geológicam que atraviesa el norte de Turquía, en que la incesante migración rural prod ujo una indetenible especulación edilicia.
Polat Gulkan, sismólogo de la Universidad Técnica del Oriente Medio, en Ankara, dijo a los periodistas que la catástrofe de Izmit había sido prevista por los expertos y, en el papel, por las autoridades municipales que "no dan abasto a las solicitudes de permisos de construcción, ni pueden supervisar las obras".
Entrevistado por la cadena británica BBC, el director del departamento de riesgos de la Inspección Sismológica Británica, George Musson, con firmó que, a pesar de que los peligros de la zona de Izmit estaban detalladamente evaluados, allí se ha construído prácticamente sin supervisión en lo s últimos 20 años.
"Hay un código turco de construcción que regula este tema, pero no s e puede garantizar que la gente lo siga al pie de la letra. Es una cuestión económica", dijo Musson.
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, anunció que el gobierno destinaría recursos extraodinarios para la inmensa tarea de reconstrucci ón que tiene por delante, tras "el peor desastre natural que haya visto".
Más de 200 temblores fueron registrados después del sismo principal, que produjeron nuevos destrozos y víctimas. Millones de personas se encontraba n a la intemperie en la noche del martes, tras un llamamiento de las autoridades a no regresar a sus casas.
Prácticamente toda la zona, incluída gran parte de Estambul, quedó sin electricidad ni comunicaciones durante varias horas. Aunque en Estambul no se percibieron destrozos de la magnitud de los de Izmit, la ciudad se entregó al pánico durante horas.
Inmediatamente después de ocurrido el sismo, Rusia, Israel, Alemania, Suiza, Grecia y Estados Unidos anunciaron el envío de ayuda de emergencia y especialistas a colaborar en las misiones de rescate, prevención y atenci ón de los damnificados. (FIN/IPS/ws/ak/eu-nd/99)