El consumo de refrescos de cola estimula la descalcificación en el organismo, advierten médicos y una asociación de protección al consumidor de México, que enfilaron sus baterías contra las transnacionales Coca-Cola y Pepsico.
Artículos de prensa, entrevistas en radio, conferencias, talleres y cursos son las herramientas utilizadas por los médicos para alertar sobre los riesgos del alto consumo de la famosa bebida, que en México es de 160 litros anuales por habitante.
Este consumo, según datos de la privada Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec), representa para las transnacionales ventas anuales por 11.800 millones de dólares.
El consumo de refrescos en México "constituye la más grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación", pues además de que "lleva a la ingestión de calorías vacías, es decir, con cero proteínas, vitaminas y minerales", a la larga provoca pérdida del apetito y malnutrición, subrayó Amedec.
Las grandes empresas del sector "gastan al año en publicidad unos 500 millones de dólares, con lo que motivan a los mexicanos a reducir el consumo de alimentos nutritivos como la leche, que cuesta 35 por ciento menos" que una botella de cualquier bebida gaseosa, informó Amedec.
Para revertir "la tendencia tan arraigada entre los mexicanos de consumir en forma desmedida refrescos de cola, lo más conveniente es prohibir a nuestros pacientes, sin concesión alguna, ingerir esos productos", dijo a IPS Claudio Argote, uno de los médicos que exhorta a disminuir su consumo.
Después de una revisión detenida de la bibliografía existente sobre el tema y de trabajo con decenas de pacientes, los médicos buscan la doble finalidad de orientar a la población sobre cómo alimentarse adecuadamente y sobre "los nefastos efectos de beber refrescos de cola", señaló.
Sin embargo, sólo recientemente su lucha comenzó a tener la difusión adecuada, añadió Argote, vicepresidente del Colegio Médico de Cirujanos de La Laguna, con sede en la ciudad de Torreón, en el norteño estado de Coahuila.
Los estudios existentes apoyan la hipótesis de que el consumo de dichos refrescos favorecen la incidencia de fracturas y la disminución de la mineralización ósea. Todos contienen sustancias nocivas para el organismo, pero "la cafeína y los fosfatos convierten a las bebidas de cola en particularmente dañinas".
La cafeína, además de "crear adicción, afecta la presión arterial, incrementa la frecuencia cardíaca y provoca estimulación cerebral", dijo el profesional.
La combinación de azúcar refinada y fructuosa con ácido fosfórico altera el equilibrio de calcio y fósforo, llegando incluso a impedir la absorción de hierro en el organismo, destacó Argote. Así mismo, "la ingestión desmedida de ácido fosfórico impide la absorción de calcio".
Esta "es una terrible amenaza para el desarrollo de los huesos de jóvenes y niños y aumenta los riesgos para las mujeres de contraer osteoporosis", añadió.
Las filiales en México de Coca Cola y Pepsico, consultadas por IPS, se abstuvieron de comentar las afirmaciones de los médicos y Amedec sobre el producto.
Por su parte, Héctor Bourges, subdirector de Nutrición del estatal Instituto Nacional de Nutrición (INN), dijo a IPS que el organismo recomienda "moderar el consumo de refrescos de cola".
El INN "no hace campañas a favor o en contra de ningún producto, sin embargo, en los foros donde se discute sobre educación alimenticia, el personal técnico del organismo advierte sobre los riesgos que acarrea para la salud el mal hábito de beber demasiados refrescos", señaló Bourges.
La mala calidad del agua que se bebe en México "incide en un mayor consumo de refrescos" y explica la gran venta de esas bebidas, afirmó el funcionario.
El gasto anual en refrescos de cola en México supera al de 10 alimentos básicos juntos, entre los que se cuentan leche, pan y huevos, indicó la Amedec.
Con base en estudios realizados por Cosumers International, organización con sede en Londres a la cual está afiliada, Amedec sostiene que la bebida que nació hace 113 años provoca caries, obesidad e hipertensión.
"La cafeína es una droga adictiva que tomada en frío acelera su acción, lo que explica la razón de que millones de personas en el mundo 'no pueden vivir' sin beber dos o tres colas al día", afirmó la asociación.
La cafeína disminuye la sensación de cansancio, pero "puede ser causa de taquicardias, insomnio, dolor de cabeza, úlcera gástrica y ansiedad", mientras que los extractos de nuez de cola "son excitantes de las funciones digestivas y nerviosas", añadió.
Por otra parte, indicó que colorantes como el E-150, que proporcionan el característico color de los refrescos de cola, "han sido relacionados con deficiencias de vitamina B-6, hiperactividad y bajos niveles de glucosa en la sangre".
El gas carbónico, que da el sabor ácido y fresco, y atenúa el gusto dulce en algunos paladares, "es causa de adicción psicológica", aseguró Amedec. (FIN/IPS/pf/ag/he/99
