RUSIA: Renace el budismo, ahora mezclado con la política

El budismo resurgió en Buriatia, una república autónoma del sudeste de la Federación Rusa, luego de haber sufrido una brutal persecución durante el régimen soviético, y ahora se mezcla peligrosamente con la política regional.

Los líderes y creyentes budistas están divididos ahora en dos facciones rivales, que apoyan a líderes políticos opuestos.

Cerca de un tercio de la población de Buriatia, de un millón de habitantes en total, es budista, declaró a la prensa Nikolai Ilyin, representante de la Iglesia Buriata Budista de Moscú.

Pero "es difícil hacer un cálculo realista sobre la cantidad de seguidores del budismo de Rusia", ya que muchos cristianos de Buriatia visitan templos budistas y hay quienes aún practican cultos chamánicos, agregó Natalia Zhukovskaya, una experta en el tema del Instituto de Etnología y Antropología de Moscú.

Zhukovskaya calcula que hay cerca de 500.000 budistas en Rusia, cuya población total es de 150 millones de habitantes.

Dos tercios de los budistas del país viven en la república de Buriatia, situada entre el lago Baikal y la frontera con Mongolia.

Los buriatas, un pueblo nómada, empezaron a convertirse al budismo tibetano en el siglo XVI, y antes de la revolución de 1917 ya habían construido unos 200 templos y monasterios.

Durante las purgas de Stalin y la persecución contra todas las religiones que se llevó a cabo a fines de la década del 30, miles de lamas (monjes budistas tibetanos) fueron ejecutados o enviados a los gulags (campos de trabajo forzado). Casi todos los monasterios y templos fueron destruidos.

Las autoridades soviéticas posteriores fueron más conciliadoras con los budistas y permitieron que los monjes fueron a estudiar a Mongolia. Los nuevos religiosos visitaron India, Japón y otros países, para estudiar el canon y establecer contactos con los sus hermanos extranjeros.

Sin embargo, la recuperación de la libertad y la resurrección del budismo no sirvieron para instaurar la paz y la unidad en las congregaciones budistas de Buriatia, divididas en dos facciones opuestas.

La situación de la Iglesia Budista de Buriatia "se deterioró en los últimos tiempos", indicó Zhukovskaya.

El khambo lama (jefe de los monjes) Damba Ayushev fue destituido por otro líder, Nimozhan Ylyukhinov, aunque el período de Ayushev terminará sólo en el 2000. La rivalidad por el poder llevó a la aparición de dos congregaciones paralelas.

El cisma se debió a que las autoridades de la república apoyan a Ylyukhinov, según Ilyin, el representante budista de Buriatia.

El año pasado hubo un incidente violento cuando un grupo de monjes budistas intentó impedir la salida de la república de un atlas de medicina tibetana, considerado la mejor copia de las tres existentes, realizadas en el siglo XIX en base a un tratado del siglo XVII y confiscado en 1936 por los soviéticos.

El atlas, que contiene pinturas únicas, sería enviado a cuatro ciudades de Estados Unidos para ser expuesto durante un año. Pero tropas especiales del Ministerio del Interior tuvieron que dispersar a la fuerza a los monjes empecinados.

Los seguidores del Khambo lama Damba Ayushev se oponían a la salida del atlas alegando que la gira del manuscrito no estaba bien organizada, lo cual podía terminar en el secuestro definitivo del atlas en Estados Unidos.

El manual de medicina y las pinturas, de 300 años de antigüedad, volvieron sanos y salvos el 20 de julio pasado, bajo estricta custodia policial.

El Dalai Lama, líder espiritual exiliado del Tibet, y el actor estadounidense Richard Gere, convertido al budismo, apoyaron la gira del atlas. El Dalai Lama es el jefe espiritual de los Gelugpa (Sombrero Amarillo), secta a la cual pertenecen la mayoría de los budistas rusos.

Pero las disputas no se terminaron allí. Funcionarios de Buriatia sostuvieron que la protesta budista se proponía desacreditar al presidente de la república, Leonid Potapov, antes de las elecciones de 1998.

Sin embargo, las ruidosas protestas no impidieron que Potapov ganara las elecciones con gran ventaja.

Pero Potapov no olvidó que Ayushev, que había sido partidario suyo, fue quien organizó las demonstraciones contra el gobierno. Así que ahora defiende a Ylyukhinov, el principal enemigo de Ayushev.

El conflicto sorprende a los habitantes de Buriatia, donde el budismo está mezclado con cultos chamánicos animistas.

La tradición de tolerancia religiosa de la república, donde conviven ortodoxos, cristianos, budistas y chamanistas en forma pacífica, contribuyó a mantener la estabilidad política de la región, según los funcionarios de la república.

Pero los monjes budistas de Buriatia se involucran cada vez más en luchas políticas, según los expertos.

"Los lamas de Buriatia están muy politizados, y les interesan más las cuestiones mundanas que los problemas de la doctrina. Las autoridades de la república intervienen en los asuntos del budismo, ya que se dice que el khambo lama sustituto tiene el apoyo del gobierno", comentó Zhukovskaya.

"Mezclar la religión en las batallas políticas, como sucede ahora, es muy peligroso", opinó Valery Borschev, vicepresidente del Comité de Movimientos Sociales y Religiosos de la Duma, la cámara baja del parlamento ruso.

Algunos políticos rusos esperan beneficiarse a partir de las disputas religiosas, y olvidan que dichos conflictos pueden ser peores que la violencia étnica, agregó Borschev. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/ceb-mlm/cr-ip/99

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