El mercado petrolero, considerado hace poco una amenaza para la estabilidad económica de México, constituye hoy una garantía contra posibles turbulencias financieras en la última etapa de la presidencia de Ernesto Zedillo, que concluye en diciembre del 2000.
El petróleo es ya un candado adicional ante posibles problemas financieros, señalaron este martes las autoridades mexicanas, luego de que quedara sin efecto una acusación de comercio desleal presentada en Estados Unidos contra este país y otros tres exportadores de crudo.
Este mismo martes, el precio del barril de petróleo llegó a 18,21 dólares, el más alto desde 1997.
Sin embargo, empresarios y analistas no están convencidos y advierten que el crudo continúa teniendo demasiado peso en el fisco, pues financia 30 por ciento del presupuesto del Estado, mientras la política sube de temperatura con anticipación inusitada a las elecciones presidenciales del 2000.
La gran dependencia del petróleo y el ambiente político de choque no dejan ver un futuro claro en materia económica, dijo el presidente de la Conferencia Patronal Mexicana, Alberto Fernández.
Una crisis similar a la que presenta cada seis años desde la década del 70 al acabar un gobierno está hoy fuera de las previsiones, sostuvo el secretario (ministro) de Hacienda, José Gurría.
Los préstamos y líneas de créditos por 23.700 millones de dólares, contratados en junio, y las buenas nuevas del mercado petrolero son garantía de una transición política tranquila, afirmó.
Un crudo a buen precio y libre de amenazas "es un elemento adicional del blindaje financiero", declaró, por su parte, el secretario de Energía, Luis Téllez.
México debió recortar el año pasado varias veces su presupuesto fiscal por la caída del precio del crudo, que llegó a venderse a menos de 10 dólares por barril, y las autoridades advirtieron que habría más "sacrificios" si la tendencia continuaba.
Aunque representa menos de 10 por ciento de la canasta exportable, el crudo financia un tercio del presupuesto del Estado.
El Departamento de Comercio de Estados Estados Unidos rechazó el lunes una denuncia contra Arabia Saudita, Iraq, México y Venezuela por supuestas prácticas de comercio desleal, que había sido presentada por productores independientes de petróleo.
La acusación era "ridícula", pero podía llegar a tener serias implicaciones comerciales, políticas y económicas, expresó Téllez. México destina más de 70 por ciento de sus ventas de crudo a Estados Unidos (alrededor de 1,1 millones de barriles por día).
El grupo Save Domestic Oil, compuesto por 12 empresas petroleras independientes de Estados Unidos y reponsable por la denuncia, indicó que apelará la decisión en su contra.
"Es prácticamente imposible que tenga éxito esa apelación", dijo Téllez, tras indicar que la batalla fue ganada en el Departamento de Comercio gracias, entre otras cosas, al trabajo conjunto hecho por este país con Arabia Saudita y Venezuela.
Los tres países lideran iniciativas para reducir la oferta mundial de petróleo, las que, junto con las actuales condiciones del mercado, permitieron la recuperación de los precios.
"Si Estados Unidos aceptaba hacer la investigación por dumping, hubiese tenido serios impactos en los mercados cambiarios y financieros", advirtió el secretario de Comercio mexicano, Herminio Blanco.
Pero el analista financiero Bernardo Barranco advirtió que México no debe cantarse victoria sobre el futuro, pues, aunque el petróleo está en alza y hay préstamos contratados, en política no hay candados ni blindajes. Además, el sistema bancario sigue muy débil, apuntó.
El Partido Acción Nacional (conservador) y el Partido de la Revolución Democrática (centroizquierdista) mantienen negociaciones hace varias semanas para formar una alianza opositora y presentar un candidato presidencial único en el 2000.
Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el gobierno desde 1929, muestra fisuras al realizar por primera vez elecciones primarias abiertas para elegir a su candidato. Los cuatro contendientes mantienen continuos enfrentamientos, mientras la dirigencia del partido pide cordura.
Una división en el PRI y el triunfo de los opositores, sin una agenda económica clara, podría generar mucho nerviosismo entre los inversionistas y desatar otra crisis, opinó Barranco.
A fines de 1994 y contra los pronósticos positivos de los organismos financieros internacionales, Zedillo debió devaluar la moneda y enfrentar la peor crisis financiera en 50 años, apenas iniciado su período presidencial. (FIN/IPS/dc/mj/if en/99
