El separatista Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) extendió su poder a casi toda la provincia, que teóricamente aún forma parte de Yugoslavia, mientras sigue la violencia contra la población serbia.
Aldeanos encabezados por el UCK bloquearon este viernes la entrada de tropas rusas al pueblo de Ohorovac, en el sur de Kosovo, que reemplazarían a un contingente holandés. Moscú afirmó que la acción fue planificada por los separatistas.
El jueves, aldeanos serbios se manifestaron contra las fuerzas estadounidenses de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en el pueblo de Gnjilane, durante el entierro de 15 personas, cuatro de ellas serbias, encontradas en fosas comunes en la localidad de Ugljave el mes pasado.
El descubrimiento no fue revelado al público hasta esta semana. El presidente yugoslavo Slobodan Milosevic afirmó que "este crimen fue realizado con el auspicio de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)" y acusó a Estados Unidos de desarrollar "una industria de la muerte" junto al UCK.
La desconfianza de Rusia y Yugoslavia con respecto al futuro de Kosovo aumentó cuando la canciller estadounidense Madeleine Albright invitó al líder político del UCK y autodesignado primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci, a visitar Washington en septiembre.
Con el apoyo de los albanokosovares, Thaci actúa cada vez más como el líder de la provincia y encuentra poca resistencia de KFOR, la fuerza militar liderada por la OTAN en Kosovo, o de la misión de la ONU que se supone es el órgano de gobierno del territorio kosovar.
El día 20, la Misión Administrativa Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK) anunció que al día siguiente se realizaría la segunda sesión de su Consejo de Transición, que reuniría por primera vez a Thaci y al presidente Ibrahim Rugova de la Liga Democrática de Kosovo (LDK).
Pero Thaci no se presentó y su secretaria dijo a IPS que estaba en Tirana y que regresaría a Pristina el lunes 23.
No obstante, presidido por el representante especial del secretario general de la ONU, Bernard Kouchner, el consejo se reunió con Rugova, representantes de las comunidades turca y serbia y el obispo Artemije de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
El representante serbio, Trajkovic, propuso que Kosovo fuera dividida entre albaneses y serbios, una propuesta rechazada por todos los demás, pero que seguía discutiéndose tras puertas cerradas esta semana.
Kouchner eludió una pregunta de IPS acerca de si en su opinión la invitación de Albright a Thaci y otros miembros del gobierno interino para que visiten Washington influirá de manera indebida sobre la balanza política en Kosovo antes de las elecciones fijadas para marzo.
El ministro de finanzas del gobierno interino de Kosovo, Adem Grabovci, recalcó el significado político del viaje de Thaci y se reunió con Paul Davis de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en los últimos días.
Esto sugeriría que, ya sea mediante su consentimiento o intención, Washington decidió apoyar a Thaci.
Aunque la ONU insiste en que la situación de seguridad se está estabilizando, todas las noches se oyen disparos en Pristina.
Dejan Backovic, director del Centro para la Paz y la Tolerancia, dijo el jueves que 65 serbios fueron asesinados por albanokosovares en Pristina desde la llegada de KFOR en junio.
Agregó que 720 casas y apartamentos fueron asaltados y 262 personas secuestradas, y predijo que al finalizar esta semana no quedarían serbios en la capital de Kosovo.
La noche del viernes 20, una pareja de ancianos serbios fue asesinada en su apartamento de Przen en el sur de Kosovo. Un oficial de enlace militar irlandés declaró que los asesinatos de no albaneses eran cotidianos, y que ocurrían dos o tres por noche.
El robo de los bienes de los no albaneses continúa. Un profesor estadounidense narró cómo tuvo que dormir en un apartamento en pésimas condiciones recientemente evacuado por serbios.
Ahora es "propiedad" de un albanés que tiene un kiosko en Pristina y le dio a su inquilino un colchón y cerraduras nuevas. Así mismo, un restaurante que antes era propiedad de un gitano y un serbio ahora es un café atendido por un albanés.
La hermana Katerina, una monja del monasterio serbio de Gracanica ahora atestado de refugiados, dijo que unas 30 iglesias kosovares fueron incendiadas o dañadas. Ella misma fue obligada a abandonar su monasterio.
Un trabajador irlandés de Pec, en Kosovo occidental cerca de la frontera albanesa, dijo que todavía se oyen disparos por la noche y que los serbios son protegidos por las tropas de KFOR mientras se hacen arreglos para su evacuación.
Tres policías retirados estadounidenses que dirigirán una nueva escuela de policía aseguraron que pasará algún tiempo antes de que haya una fuerza policial firme en Kosovo.
De 27.000 candidatos que se presentaron, 19.000 fueron aceptados en la primera verificación de antecedentes. Después de la selección final, se enseñarán "métodos policiales democráticos" a grupos de 50 integrantes, antes de que comiencen a trabajar, explicaron.
Además de los problemas de seguridad, hay un conflicto entre el "gobierno" del UCK y la administración de la ONU respecto de cuales leyes se aplican en Kosovo. La misión internacional quería mantener las leyes yugoslavas que cumplen con los normas aceptadas internacionalmente.
Pero abogados y juristas de Kosovo querían volver a las leyes anteriores a 1989, cuando la provincia era autónoma y se gobernaba a sí misma.
Kouchner propuso que redactar un nuevo código penal cuando los miembros kosovares de un Consejo Asesor Conjunto sobre Asuntos Legislativos amenazaron con renunciar.
La propuesta fue aceptada y el consejo se reunirá periódicamente mientras grupos de trabajo reproducen mecánicamente un marco legal adecuado para Kosovo, ley por ley, que socavará aun más los términos del acuerdo de paz, que establece que la provincia sigue siendo parte de Serbia.
Serbia y Montenegro son las dos repúblicas que integran la Federación Yugoslava. (FIN/IPS/tra-en/wj/ak/at/aq/ip/99
