Equipos de la Cruz Roja retiran cuerpos de los hoteles de Kisangani, la mayor ciudad del este de la República Democrática de Congo (ex Zaire), que durante la semana pasada fueron fortalezas ocupadas por bandos en combate.
Los hoteles fueron ocupados por las dos facciones rivales en que se halla dividida de la Unión Congoleña por la Democracia (UCD), y sus respectivos aliados de Uganda y Ruanda.
El hotel Wagenia sirvió de base temporal para Ernest Wamba dia Wamba y sus seguidores de la UCD en Kisangani (apoyados por las Fuerzas de Defensa del Pueblo Ugandés), que se separaron del ala del movimiento con base en Goma, en la frontera oriental del país, luego de que Wamba fuera reemplazado por Emile Ilunga en mayo.
Las fuerzas de Ilunga cuentan con el apoyo del Ejército Patriótico Ruandés.
Un equipo de trabajadores de la Cruz Roja se reunió en el Wagenia, construido por los belgas a comienzos de los años 60 y todavía promocionado como "un hotel para los nobles", aunque ya estaba en decadencia antes de los últimos problemas en Kisangani.
Los funcionarios de la Cruz Roja se colocaron máscaras de cirugía y utilizaron como base de operaciones la recepción, donde puede verse una fotografía del histórico combate de boxeo por el título mundial de los pesos pesados entre Mohammed Ali y George Foreman, que se realizó en el país en 1975.
"Estamos llevando a cabo un plan de limpieza de cinco días. Tenemos equipos en otros hoteles, como el Palm Beach y el Congo Palace", informó el jefe del equipo de la Cruz Roja en el Wagenia, quien se negó a proporcionar datos sobre el número de muertos.
"No estoy autorizado para hablar de todo eso. Estamos aquí para limpiar el lugar", afirmó.
Según los últimos informes, Wamba, quien acusó al ejército ruandés de tomar por asalto su base y tratar de eliminar a los líderes de su facción en Kisangani, se encuentra ahora en Lusaka.
Detrás del hotel, entre ropas y zapatos abandonados, había una pila de documentos dejados por los rebeldes al huir. Entre ellos, un comunicado sobre la misión de verificación de Zambia que visitó la ciudad hace dos semanas.
Ese documento incluyó un largo informe sobre el "golpe de fuerza" dado por la facción basada en Goma en mayo, con acusaciones contra Ilunga y sus seguidores de ponerse al servicio de Ruanda y "hacer uso del poder militar para destruir a un oponente político".
"La victoria en un juego de fútbol sólo se anuncia cuando el árbitro indica que el juego ha terminado, y eso aún no ha ocurrido", se advirtió en otro documento de los seguidores de Wamba, con fecha posterior.
También se hallaron gorras, botas y abrigos de los soldados de las Fuerzas de Defensa del Pueblo Ugandés. Un oficial de seguridad de la facción de la UCD con base en Goma informó que por lo menos 30 cadáveres de ugandeses fueron retirados del lugar.
La fuente aseguró que los ugandeses emplearon artillería pesada e incluso tanques en su batalla contra el Ejército Patriótico Ruandés.
El subgerente del Wagenia, Robert Twambe, se mostró más preocupado por los daños causados al hotel que por el cruento enfrentamiento entre las facciones de la UCD.
"Fuimos saqueados una y otra vez y no hay nada que podamos hacer. Ya no quedan colchones en el edificio", se quejó Twambe, quien vivía en la habitación 316 del Wagenia.
En el hotel Palm Beach, que fue la base principal de los jefes ugandeses, se llevó a cabo una operación similar de la Cruz Roja.
El personal del Palm Beach relató la feroz batalla que se desarrolló cuando las fuerzas de Ruanda atacaron las instalaciones del hotel, que fueron parcialmente destruidas y muestran impactos de balas y de misiles antitanques.
Antoine Philippe, un ciudadano belga, viajó desde su plantación a 40 kilómetros de Kisangani para cuidar el complejo Palm Beach, cuyo propietario se encuentra en Kampala.
Philippe dijo que tiene el deber de proteger al Palm Beach y a sus 150 empleados. "Esto no es simplemente un hotel. Tenemos un lavadero y producimos jabón y aceite de palma. Es el lugar más hermoso de Kisangani, y debemos mantenerlo en buenas condiciones", agregó.
El propietario del Palm Beach afirmó que los dirigentes rebeldes le debían al hotel unos 25.000 dólares por daños antes de que se produjera el último combate, y Philippe calculó que ahora se sumaron a esa deuda otros 50.000 dólares.
"Se lo cobraremos a los gobiernos de Ruanda y Uganda, porque fueron ellos quienes libraron una guerra aquí", dijo. Comandantes de las fuerzas de esos países ya tomaron fotografías para evaluar los daños.
"El propietario es un buen amigo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y eso debería ayudar", señaló Philippe, quien agregó que las fuerzas ugandesas no emplearon artillería pesada para defender sus posiciones en el hotel, como lo hicieron las tropas de Ruanda para atacarlo.
Los empleados del Palm Beach admitieron que el hotel se transformó en algo similar a un feudo ugandés, bajo la dirección del brigadier James Kazini.
La facción de la UCD con sede en Goma y los ruandeses que la apoyan acusaron a Kazini de haber sido el principal causante de problemas en Kisangani, y de utilizar el conflicto armado para sus propios fines comerciales, incluso mediante el nombramiento de un gobernador de la vasta región oriental del país.
"Kazini llegó aquí más como empresario que como soldado. Pero eso no quiere decir de ningún modo que sea el único que cometió errores", dijo un empleado del Palm Beach.
El conflicto en la República Democrática de Congo estalló en agosto del año pasado, luego de que el presidente Laurent-Desiré Kabila ordenó que abandonaran el país las tropas e instructores militares de Ruanda que lo ayudaron a derrocar en mayo de 1997 al anterior presidente, Mobutu Sese Seko.
Desde entonces, seis países africanos se involucraron en el conflicto. Angola, Chad, Namibia y Zimbabwe apoyan a Kabila, y Ruanda y Uganda respaldan a los rebeldes de la UCD, que ahora también se enfrentan entre sí. (FIN/IPS/tra-en/cs/mn/at/mp/ip/99