Varias zonas de Puerto Rico se quedan sin agua mientras la base naval de Estados Unidos instalada en las islas la tiene en abundancia, y esto es causa de nuevas protestas de autoridades, comunidades locales y grupos ambientalistas.
El agua que consume la Marina estadounidense desde hace casi 60 años procede del río Blanco, que pasa por el bosque húmedo El Yunque y llega a la base naval Roosevelt, en el este de la isla principal, a través de cañerías de 68 centímetros de diámetro.
Roosevelt Roads es la base naval más importante de Estados Unidos en el Caribe, y una de las más grandes del país fuera de su territorio continental.
El agua se utiliza para consumo en la base, en la cual hay a veces hasta 10.000 personas al mismo tiempo, y para rellenar las cisternas de los barcos de guerra y los submarinos estadounidenses anclados en ese lugar.
La Marina nunca pagó por ese servicio y no tiene los permisos necesarios para sacar agua del río Blanco, denunció el secretario de Recursos Naturales de Puerto Rico, Daniel Pagán.
El Movimiento Agua Para Todos, una organización que representa a más de 35.000 personas de varias municipalidades del este de Puerto Rico, exige que el gobierno trate a la Marina como a cualquier entidad que roba agua.
"Lo que queremos es que a todos se nos aplique la ley del mismo modo", declaró el portavoz del Movimiento y profesor de química Carmelo García.
Algunas comunidades del este del país se quedaron sin agua durante semanas, meses e incluso años, durante esta última década, mientras que Roosevelt Roads nunca tuvo problemas de abastecimiento.
El suministro de agua de la base naval se encuentra en un depósito ubicado río arriba, del cual también se abastecen varias localidades del este del país y las ciudades isleñas de Culebra y Vieques. Muchos acusan a la Marina por los cortes de agua.
"La Marina, que extrae agua del río Blanco, es la principal causante de la escasez de agua que afecta a 131.000 puertorriqueños", acusó el legislador Víctor García-San Inocencio, del Partido Independentista (PIP).
Las mediciones del flujo de agua del Blanco, río arriba y río abajo, después de haber pasado por el depósito de la Marina, revelaron que los soldados estadounidenses consumen entre 15 y 23 millones de litros de agua por día, según Abraham Ruiz, profesor de física e integrante del movimiento.
El cauce promedio del río Blanco aguas arriba, antes del depósito del que extrae agua la Marina, no supera los 41,6 millones de litros por día, según un estudio de la firma consultora de ambiente CSA Ingenieros y Arquitectos.
La Marina saca 3.447 millones de litros de agua del río Blanco cada año, causando así graves daños ecológicos.
La sobreutilización de agua no sólo daña el estuario del río sino también los ecosistemas marinos, puesto que varias especies de peces necesitan desovar en zonas de agua salada y fría. Eso sucede en el encuentro del río con el mar, pero el volumen de agua allí es escaso, sostienen los ambientalistas.
"Esto tiene consecuencias graves, porque pone a esos peces en peligro de extinción. Es un daño irreversible, sobre todo para las especies migratorias y para las plantas que necesitan agua dulce", sostuvo Jorge Fernández-Porto, asesor de ambiente del PIP.
Los activistas se indignaron aún más cuando el portavoz de la Marina, Robert Nelson, declaró que Roosevelt Roads sólo consume entre 5,6 y 7,5 millones de litros de agua por día, y que el resto se echa al mar.
La Marina insiste en que su uso de agua es legal y que no debe ningún dinero por ello. Nelson aseguró que el gobierno de Puerto Rico extendió un permiso de utilización de agua del río Blanco en 1942.
Pero una nueva ley de 1976 exige un permiso conocido como franquicia a cualquiera que saque agua de un río o lago. La legislación no reconoce excepciones para las agencias del gobierno federal de Estados Unidos.
Los abogados del Departmento de Recursos Naturales de Puerto Rico y de la Marina se reunirán a puertas cerradas para elaborar un acuerdo sobre el asunto.
Es inaceptable que ambas partes de la disputa se encuentren en privado sin ningún representante de la sociedad civil, sostuvo el Movimiento Agua Para Todos. La abogada Mildred Sotomayor, que fue designada por el Departamento para representar los intereses del pueblo en este caso, no se reunió aún con el Movimiento.
"No queremos que lleguen a un acuerdo que simplemente legalice lo que hace la Marina", advirtió Luz Vega, integrante del Movimiento.
"No nos sentimos representados por el Departamento. No delegaremos en ellos el derecho a representarnos", anunció el profesor Carmelo García. (FIN/IPS/tra-en/cr/cb/ceb-mlm/en/99