PARAGUAY: Grave caso de contaminación será base de un documental

Un grave caso de contaminación humana y ambiental con agrotóxicos en Paraguay será base de una película en vídeo promovido por la Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA).

Para concretar la iniciativa, una delegación paraguaya estuvo este mes en Montevideo, donde la UITA tiene su sede subcontinental y donde el vídeo será realizado.

Los integrantes de la comitiva (dirigentes sindicales, campesinos y médicos) grabaron en Uruguay sus testimonios, que serán utilizados en el documental.

El caso que será centro del filme se inició en noviembre de 1998, cuando unos 600 habitantes de la localidad paraguaya de Rincon'I, 120 kilómetros al este de Asunción, reclamaran atención médica como consecuencia de un vertido de productos tóxicos efectuado por la empresa trasnacional Delta & Pine Land.

Empleados de la firma, que detenta 50 por ciento del mercado de simientes en Estados Unidos, arrojaron en esa comunidad unas 660 toneladas de semillas de algodón vencidas, tratadas con cinco agrotóxicos y una bacteria modificada en laboratorio.

El hecho ya costó la vida de una persona, el campesino Agustín Ruiz, de 33 años, quien murió intoxicado a fines de 1998.

El ministro de Salud Pública de Paraguay, Martín Chiola, solicitó este mes ayuda a la Organización Panamericana de la Salud para estudiar el caso.

Sin embargo, Gerardo Iglesias, secretario adjunto de la regional de la UITA, dijo a IPS que "el gobierno no ha iniciado todavía ninguna acción para proteger a los pobladores y al ambiente de este desastre ecológico".

De la misma opinión fue Pedro Salcedo, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Bebida y Afines de Paraguay, uno de los sindicatos que se ha solidarizado con las víctimas, quien acusó al gobierno de su país de omisión al deber de proteger la vida de los ciudadanos.

Salcedo acusó también a Delta & Pine de haber cometido un acto criminal, "pues arrojó estos desechos a 170 metros de una escuela a la que asistían 262 alumnos".

Según el ingeniero agrónomo Sebastiao Pinheiro, asesor de Salud y Agricultura del sindicato, "los productos con los que fueron tratadas las semillas son extremadamente peligrosos".

"Algunos son organofosforados, pueden provocar cáncer, alteraciones reproductivas, inmunodeficiencia y alteraciones neuropsíquicas", explicó.

"La situación se ha agravado", estimó, por su parte, el doctor Pablo Balmaceda, que en febrero realizó una investigación médica independiente sobre más de 70 habitantes del lugar en la que comprobó que todas las personas examinadas estaban contaminadas.

En una visita que efectuó al lugar en julio, Balmaceda encontró que, "en general, la población empeoró su estado de salud".

"Muchos adultos padecen lesiones en la piel, y se quejan de desgano, de falta de fuerza para hacer tareas habituales, y de ausencia de apetito. Estos pueden ser síntomas de depresión, uno de los efectos a mediano plazo de las intoxicaciones con fosforados", indicó.

Coincidiendo con Pinheiro, el médico alertó sobre la situación de los niños.

"Casi todos ellos, incluso algunos que viven hasta a 2.000 metros de la contaminación, padecen entre otras cosas de hongos en las manos y los pies. El sistema inmunológico de estos niños está siendo severamente dañado", subrayó.

Balmaceda sostuvo por otra parte que "para gestionar este desastre a largo plazo" no existe en Paraguay personal técnico apropiado, y estimó que el pedido de ayuda a la OPS es el primer paso positivo efectuado por el gobierno en este tema.

Ana María Segovia, portavoz de la comisión de Defensa del Ambiente y los Derechos Humanos de Rincon'I, explicó que la escuela ubicada en las inmediaciones del sitio contaminado prácticamente se vació de alumnos.

"La comisión está construyendo un nuevo local, lejos de allí, con el esfuerzo de padres, madres y alumnos, que trabajamos solidariamente. Mientras tanto, estamos impartiendo cursos a unos 100 niños en la casa de un vecino", señaló.

"Nuestros maestros son honorarios, y el gobierno se niega a autorizarnos la nueva escuela, lo que permitiría tener alguna infraestructura y maestros con sueldo", concluyó Segovia.

Todos los integrantes de la delegación paraguaya que se hizo presente en Montevideo manifestaron su indignación por la actitud asumida por los directivos de la Delta & Pine Land.

El presidente de la firma trasnacional, Roger Malkin, negó que haya habido pruebas de contaminación en Rincon'I por el vertido de semillas, y citó en ese sentido "investigaciones de organismos paraguayos competentes en el área de la salud y el ambiente"

"Algunos organismos paraguayos no encontraron nada porque no quisieron. Otro, como el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental, acaba de analizar muestras de las semillas tomadas en enero y en abril de 1999 y en ambas encontró residuos de los agrotóxicos.", respondió Gerardo Iglesias.

"Si en abril aún había residuos, cinco meses después de haber sido arrojados, ¿cómo sería la situación cinco días, cinco semanas después de la contaminación?", se preguntó el dirigente sindical.

"Malkin debería hablar con la viuda de Agustín Ruiz, y después veremos si continúa diciendo que en Rincon'I no pasó nada. Debería hablar con doña Salustiana, que vive a 30 metros de la contaminación y ya no puede beber agua de su pozo ni cultivar su pequeña huerta, que era su único medio de subsistencia", concluyó. (FIN/IPS/dg/mj/en hd cr/99

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