Funcionarios del futuro gobierno de Panamá, que asumirá el 1 de septiembre, debaten con expertos del sector privado si conviene reimplantar los elevados aranceles que rigieron hasta 1998, como reclaman empresarios agropecuarios.
El presidente Ernesto Pérez Balladares redujo en enero de 1998 todos los aranceles de un promedio de 100 por ciento a 8,5 por ciento para equiparar al país con otras naciones próximas, cumplir exigencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) e insertar a Panamá en el proceso de globalización.
Una de las primeras consecuencias del brusco cambio fue que el sector agropecuario experimentó una caída en 1998 y algunos sectores, como la cría de cerdos y la producción de vegetales y hortalizas, se encuentran en peligro de desaparecer.
Durante toda la semana pasada, productores de hortalizas y vegetales de la occidental provincia de Chiriquí realizaron protestas y bloqueos de carreteras para reclamar una solución a su situación.
Vicente Veros, presidente de la Asociación de Productores de Chiriquí, indicó que muchos agricultores, en especial los dedicados al cultivo de la cebolla, "están a punto de desaparecer debido a las políticas arancelarias adoptadas por el gobierno".
Estos productores dejaron de comercializar productos por cinco millones de dólares en 1998 debido al ingreso de cebolla desde países próximos al amparo de los reducidos aranceles que rigen en Panamá, explicó Veros.
Aunque el sector agropecuario contribuye solo con nueve por ciento del producto interno bruto de Panamá, genera 26 por ciento de los puestos de trabajo de la población económicamente activa del país, estimada en 1,2 millones de personas.
Mientras, la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan) recordó a la presidenta electa, Mireya Moscoso, que cumpla con su promesa de revisar la actual política de aranceles, planteada antes de los comicios del 2 de mayo.
"Es de urgencia notoria revisar las políticas arancelarias y fitosanitarias que conciernen a la protección de los consumidores, el productor y la economía nacional", indicó Anagan en un comunicado.
Veros se mostró confiado en que Moscoso, quien asumirá la presidencia el 1 de septiembre en sustitución de Pérez Balladares, "va a proteger al sector agropecuario como los hacen los presidentes de los países desarrollados".
Pero el funcionario designado por Moscoso para dirigir el sector agropecuario no comparte, al parecer, la posición de Veros y de los miembros de Anagan.
Alejandro Posse, futuro ministro de Desarrollo Agropecuario designado por Moscoso, dijo que "no se puede hablar alegremente de rebajar aranceles" porque se podrían detener desembolsos pactados por Pérez Balladares con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para la modernización del Estado.
"La promesa de la presidenta electa durante su campaña electoral fue de revisar la política arancelaria y eso se cumplirá", advirtió Posse.
Sin embargo, el futuro ministro admitió que el objetivo de reducir el costo de vida a través del ingreso de productos importados baratos "lamentablemente no ha tenido resultados positivos" debido a que quienes se han quedado con la diferencia han sido los intermediados.
Tras calificar de "precipitada" la rebaja arancelaria hecha por Pérez Balladares, Posse prometió a los productores que cuando asuma el Ministerio tratará de "darles oxígeno para que tengan una oportunidad de ser más eficientes y competitivos", pero no reveló sus planes al respecto.
El empresario Marco Fernández se mostró contrario a la revisión de aranceles que piden los productores por estimar que una reimplantación de los impuestos aduaneros anteriores "impulsaria el encarecimiento de los bienes de consumo agrícolas".
Así, "los consumidores sufrirían más y esto se volvería peor", agregó Fernández.
Además, la vuelta al régimen arancelario anterior "sería castigado por el mercado internacional, ya que la incertidumbre es penada por los inversionistas e importadores extranjeros", subrayó el empresario.
Otros empresarios, como el ganadero y ex legislador Hermann Gnaegi, consideran que a pesar de los temores de Fernández y las prevenciones de Posse es necesario tomar medidas urgentes en el sector agropecuario "para arreglar el enorme caos" provocado por la política de Pérez Balladares en el sector.
El actual ministro de Desarrollo Agropecuario, Manuel Miranda, se mostró contrario a reimplantar la anterior política arancelaria de corte proteccionista, pero admitió que se podrían establecer medidas compensatorias para los sectores que necesitan más tiempo para adaptarse a la nueva política de mercado. (FIN/IPS/sh/mj/if dv/99