La idea de convocar a una Asamblea Constituyente comienza a ganar fuerza en Panamá, cuando faltan 20 días para que asuma el poder la presidenta electa Mireya Moscoso, pese a que ese procedimiento no está previsto por la legislaciòn vigente.
Moscoso deberá gobernar con un parlamento controlado por la oposición, y la mayoría de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia fueron nombrados con el respaldo de los partidos que serán opositores.
La idea de convocar a una Constituyente fue planteada por la presidenta electa tres semanas después de ganar las elecciones generales del 2 de mayo.
Moscoso alegó que la Constitución redactada en 1972, y modificada parcialmente en 1978 y 1983, "está desactualizada" y debe modificarse.
Algunas de las enmiendas que propuso apuntan a descentralizar el Estado, dar mayor poder económico a los gobiernos municipales, cambiar la ley electoral y establecer un nuevo sistema para la designación de los integrantes de la Corte Suprema.
La actual Constitución sólo permite su reforma mediante la votación de un proyecto sustitutivo en dos períodos legislativos diferentes y consecutivos, o por una votación del parlamento con posterior ratificación en un referendo.
Estas dos posibilidades parecen muy poco probables, debido al control que mantendrá el aún gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) sobre el parlamento, unicameral y de 71 miembros, a partir del 1 de septiembre.
El actual presidente, Ernesto Pérez Balladares, afirmó el domingo, durante un congreso del PRD, que los 387.000 miembros de esa organización saldrán a las calles "para defender los resultados de las elecciones de mayo", si es preciso hacerlo.
Pese a que Moscoso resultó electa con 45 por ciento de los votos emitidos, los partidos que apoyaron su candidatura sólo consiguieron 30 por ciento de las bancas parlamentarias, mientras el PRD y sus aliados cuentan con más de 50 por ciento.
Nueve de los 12 miembros de la Corte Suprema de Justicia fueron nombrados por Pérez Balladares y ratificados por el actual parlamento.
Pérez Balladares defendió la existencia de un Poder Legislativo con mayoría contraria al Ejecutivo, y advirtió: "o son los dos legítimos o ninguno es legítimo".
Un grupo de simpatizantes y partidarios de Moscoso, encabezados por el abogado Miguel Antonio Bernal, iniciaron una campaña de recolección de firmas para respaldar la convocatoria a una Constituyente, pese a que ese mecanismo no está previsto en el actual sistema jurídico del país.
"El llamado a una Asamblea Constituyente está teniendo resultados positivos" dijo Bernal, al anunciar que en los dos últimos meses su grupo ha recolectado más de 50.000 firmas en todo el país.
La meta de los partidarios de Moscoso es llegar al mes de octubre con 500.000 firmas recolectadas, una cantidad equivalente a más de la cuarta parte de los habilitados para votar.
Alvin Weeden, dirigente del Partido Arnulfista, al cual pertenece Moscoso, afirmó sin embargo que no va a ser necesario convocar a la Constituyente, aunque reconoció que ésta sería "una alternativa para resolver la crisis institucional que atraviesa el país".
Weeden adujo que los problemas vinculados con la Constitución se van a resolver mediante la "política de fortalecimiento institucional que emprenderá Moscoso el 1 de septiembre".
"El pueblo no quiere discusiones jurídicas ni metafísicas, sino más bien la solución de sus múltiples problemas, como la pobreza y el desempleo", subrayó Weeden.
La Pastoral Social de la Iglesia Católica panameña se pronunció a favor de la convocatoria a una Constituyente, afirmando en un comunicado divulgado el lunes que así sería posible sentar "las bases de un auténtica democracia en el país".
La Pastoral Social alegó que ha llegado el momento de cambiar el actual sistema "por un gobierno de las mayorías con respeto al pluralismo religioso, político, ideológico y cultural", lo cual "causa pavor a un grupo de adoradores del poder utilizado para dominar, porque pondrá fin a su dominio".
Mitchel Doens, ex ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral y ex subsecretario general del PRD, estimó que la convocatoria a un Constituyente "no ayuda para nada a generar un clima de paz y gobernabilidad para el país, porque equivale a un golpe de Estado".
Doens exhortó a Moscoso a "no dejarse presionar por sus asesores y aliados políticos" que defienden esa iniciativa, asegurando que la convocatoria sería "un camino equivocado para conseguir la gobernabilidad que ella dice defender".
Miguel Bush, actual legislador y subsecretario general del PRD, también opinó que la Constituyente equivaldría a un golpe de Estado para quitarle a su partido el control del parlamento que ganó "con toda legitimidad en las urnas". (FIN/IPS/sh/mp/ip/99)