La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se adhirió a las Convenciones de Ginebra que hace 50 años fijaron normas humanitarias para el combate armado.
Un documento firmado por el secretario general Kofi Annan entrará en vigor este jueves, cuando se cumple el 50 aniversario de las convenciones, y obligará a los efectivos de las misiones de paz de la ONU a cumplir los protocolos y principios acordados en Ginebra.
El foro mundial se compromete a defender el derecho humanitario internacional en sus misiones de paz. En el caso de violar las normas, los "miembros (infractores) del personal militar de una fuerza de la ONU serán sujetos al proceso" de los sistemas judiciales de sus países, señala el documento.
"Las operaciones militares se dirigirán sólo contra combatientes y objetivos militares", agregó Annan en el boletín "Cumplimiento del Derecho Humanitario Internacional por Fuerzas de las Naciones Unidas".
"Están prohibidos los ataques contra civiles u objetivos civiles", agrega el documento, que exhorta a las fuerzas de la ONU a evitar en lo posible "objetivos militares dentro o próximos a zonas densamente pobladas".
El documento firmado por Annan prohíbe los ataques que puedan resultar en un daño "indiscriminado" de civiles. Así mismo, prohíbe a las fuerzas de la ONU el uso de armas biológicas, "balas que explotan, se expanden o se aplanan en el cuerpo humano", minas antipersonales y armas incendiarias.
"El derecho de la fuerza de la ONU a elegir métodos y medios de combate no es ilimitado", afirmó Annan en el boletín.
El documento establece por primera vez desde que entraron en vigor las Convenciones de Ginebra el 12 de agosto de 1949 que la ONU reconoce que sus fuerzas de paz se regirán por los mismos principios que las tropas nacionales.
En el pasado, como la ONU no es ni un estado ni parte de las Convenciones de Ginebra, no estaba expresamente obligada a cumplir sus principios.
Durante años, como señaló un funcionario de la ONU esta semana, pocos diplomáticos creían que existía la necesidad de imponer los principios a las fuerzas del foro mundial, ya que la mayoría de las misiones de paz no incluyeron combates armados.
Eso cambió en los últimos años, agregó el funcionario, refiriéndose a la participación de tropas de la ONU en conflictos como los de Bosnia-Herzegovina, Ruanda y Somalia. "Incluso las fuerzas de paz en ciertas situaciones se ven envueltas inevitablemente en situaciones de combate", dijo.
Activistas de derechos humanos sostienen que la ONU no respetó las normas fijadas en las Convenciones de Ginebra en sus intervenciones en Camboya y Somalia en esta década.
Por ejemplo, la Operación de la ONU en Somalia (Unosom) fue criticada por atacar en 1993 la zona urbana de Mogadiscio en el intento fallido de capturar al dirigente Mohammed Farah Aideed. Se calcula que hasta 10.000 somalíes habrían muerto durante el ataque.
En el futuro, ese tipo de operaciones deberán evitar zonas densamente pobladas, como establece el documento.
El boletín también establece que las "mujeres deben ser especialmente protegidas de todo ataque, sobre todo contra violación, prostitución forzada o cualquier otra forma de ataque indecente", algo por lo cual fueron criticadas algunas fuerzas de la ONU.
La Operación de la ONU en Mozambique (Onumoz) fue acusada de dirigir una red de prostitución que incluyó a niñas. La unidad acusada por el escándalo fue finalmente retirada del país.
En el pasado, algunos países procesaron a efectivos de las fuerzas de paz de la ONU por cometer atrocidades.
Canadá juzgó a varios hombres acusados de torturar a jóvenes somalíes durante la misión de Unosom, y Holanda investigó las actividades de sus efectivos durante la captura del enclave de la ONU en Srebrenika por serbios de Bosnia, en 1995.
Se cree que unos 7.000 musulmanes de Bosnia murieron en el ataque, a pesar de la presencia de las tropas holandesas.
No obstante, el funcionario de la ONU agregó que "no hay nada en este boletín que obligue a los estados miembros a juzgar a sus efectivos de paz", aunque señaló que todos los signatarios de las Convenciones de Ginebra están obligados a hacerlo.
"Esperamos que este boletín aliente a los estados a tomar las acciones necesarias de acuerdo con sus legislaciones nacionales", dijo.
Funcionarios de la ONU esperan que el boletín sea debatido entre los 186 estados miembros de la organización cuando la Asamblea General sesione nuevamente en septiembre.
Algunas naciones ya declararon que los principios establecidos en el boletín podrían afectar su participación en las misiones de paz de la ONU, aunque el foro mundial no espera que ningún país reduzca el número de sus miembros en las mismas. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/99