MEXICO: Demanda de divorcio incluye haberes por tareas domésticas

Una mujer exige el pago por 10 años de labor doméstica en un juicio de divorcio sin precedentes en México, mientras avanza una iniciativa para eliminar de las ceremonias de matrimonio la promesa de abnegación de la esposa hacia el hombre.

El juez Juan Tzompa consideró pertinente la demanda presentada por María del Carmen Abascal, quien exige a su marido, Claudio Visintini, la mitad de los ingresos que él percibió fuera del hogar.

Las labores domésticas son, "en realidad, un trabajo profesional que debe ser remunerado en forma legítima y equitativa", argumentó Abascal en su demanda de divorcio.

Esas actividades, desempeñadas durante sus 10 años de matrimonio, no corresponden a los de servidumbre sino a los de prestadora de servicios profesionales y laborales a terceros, según la demandante.

La población económicamente inactiva que desempeña tareas domésticos en su hogar sin recibir ningún pago está conformada por 16,2 millones de mujeres mayores de 12 años y 1,1 millones de hombres, según cifras oficiales. La población total del país es de 90 millones de habitantes.

Tzompa consideró admisible la demanda de Abascal, la primera de este tipo que se desarrolla en este país.

Visintini, un profesional del sector financiero, "incumplió sus obligaciones y desatendió las finalidades del matrimonio al faltar a la vida en común, los deberes de asistencia y de ayuda mutua", acusó Abascal.

El demandado "fue atendido por mí, como esposa, de tal suerte que, al cumplir con mis deberes para con él, éste pudo desarrollar su actividad profesional con éxito intelectual y económico", agregó.

"Es claro que los resultados que ha obtenido no hubieran sido posibles sin mi asistencia", según Abascal.

Mientras, representantes de diversos sectores, convocados por el gobierno de la ciudad de México en manos de la oposición nacional de izquierda desde 1997, diseñan una nueva "carta familiar" que sustituya a la que es pronunciada en cada ceremonia matrimonial hace 140 años.

Las esposas deben jurar "al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con veneración", según el acta redactada en el siglo pasado por el constituyente mexicano Melchor Ocampo, político liberal que murió fusilado en 1861.

Grupos feministas y abogados se han pronunciado por transformar el polémico juramento, a través del cual "el Estado ha fomentado el régimen de sumisión y discriminación sexual", según la investigadora Teresa Incháustegui.

"A pesar de que 35 por ciento de la población económicamente activa es femenina, se mantiene vivo el concepto de abnegación e inferioridad", añadió Incháustegui.

Muchas mujeres se plegaron el 22 de julio al llamado del gobierno de la capital mexicana de suspender los quehaceres domésticos, con el objetivo de "hacer visible lo invisible", señaló el Programa por la Participación Equitativa de la Mujer en el Distrito Federal (Promujer).

Las actividades domésticas asumidas por las mujeres juegan un papel esencial para el buen funcionamiento de las sociedades y las economías que las sustentan, destacó Promujer.

Este programa oficial subrayó, además, que los quehaceres del hogar requieren aptitudes y sentido de la responsabilidad que no son reconocidos a pesar de su importancia.

La Encuesta Nacional de Empleo de 1995, última disponible, reveló que, de los 64 millones de mayores de 12 años, 17,1 millones desempeñan trabajo doméstico y fuera del hogar a la vez.

Otros 6,3 millones de personas hacen trabajo doméstico y estudian, 1,2 millones realizan trabajo fuera del hogar y estudian y 1,3 millones combinan trabajo doméstico y fuera del hogar con el estudio.

La encuesta indicó que 48,8 por ciento de los hombres se dedican en exclusiva al trabajo extradoméstico contra 2,6 por ciento de las mujeres.

Es necesario "establecer las diferencias entre la actividad económica masculina y femenina y profundizar en las causas y consecuencias de la concentración, segregación y discriminación de las mujeres en algunas actividades", sostuvo el estatal Instituto Nacional de Estadística (Inegi).

Esa investigación apunta que "la creciente incorporación de las mujeres al mercado de trabajo no ha llevado aparejada una distribución más equitativa de las tareas domésticas en el hogar".

En coincidencia con ese planteo, Visintini "sabe que no hubiera tenido éxito profesional sin la asistencia de las prestaciones que le di como esposa", enfatizó Abascal en su demanda de divorcio. (FIN/IPS/pf/mj/hd lb/99

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