Grupos humanitarios de México manifestaron hoy indignación ante un congreso neonazi que resolvió apoyar a un candidato presidencial del oficialismo, promover la imagen de Adolfo Hitler y mantener "por ahora" una actitud de no agresión hacia las comunidades étnicas no "arias".
"Es una lástima que existan seguidores del nazismo en México, pero es mejor que salgan a la luz pública, aunque lastimen e indignen sus conceptos y llamados", dijo a IPS Edgar Cortez, director del grupo Agustín Pro Juárez, de la orden católica de los jesuitas.
El congreso de los neonazis locales se realizó el sábado 7 en Guadalajara, la segunda ciudad del país por población, y reunió a decenas de jóvenes, informó este viernes el diario Reforma.
Para el historiador Enrique Krauze, es "una noticia vergonzosa. Indigna que en México haya todavía personas que quieran rendir homenaje a lo que fue la presonificación colectiva e individual del mal", señaló.
Los grupos que revindican a Hitler, el dictador alemán responsable durante la segunda guerra mundial de la matanza de judíos y de otras masacres sin precedentes, no habían tenido presencia pública en México desde 1995.
En aquel año, algunos hicieron declaraciones a la prensa sobre política local y hablaron abiertamente de sus ideas.
Según las resoluciones del congreso neonazi, los seguidores de las ideas antisemitas y de la supremacía de la supuesta raza aria acordaron apoyar en las elecciones presidenciales del 2000 a Roberto Madrazo, precandidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI)
Madrazo es ex gobernador del estado de Tabasco, ubicado en el Golfo de México, y miembro del ala conservadora del PRI, un partido que en noviembre designará su candidato a la presidencia en elecciones primarias con participación de cuatro contendientes.
A juicio de los neonazis, Madrazo podría resultar un buen presidente si sigue las ideas de su ya fallecido padre, Carlos Madrazo, que también fue gobernador de Tabasco.
Carlos Madrazo mantuvo amistad con el general argentino Juan Domingo Perón, quien permitió en su primera presidencia que varios nazis se refugiaran en su país después de la segunda guerra mundial.
Los neonazis se comprometieron a promover la imagen de Hitler "como el hombre del siglo" y a abstenerse "por el momento" de actos de agresión y de manifestaciones en contra de los grupos que se presentan "como minorías sufridas y discriminadas", para "no dar ningún pretexto a represionesoo
"Es muy triste que haya gente que olvida la historia de tanto crimen y que reivindique el odio y la superioridad racial", comentó a IPS Salvador Tinajero, coordinador de atención jurídica de la Academia Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.
Investigaciones independientes aseguran que el movimiento neofascista en México, país donde alrededor de 12 millones de personas se reconocen como indígenas, reúne como máximo a 25.000 personas.
Entre los grupos conocidos de ultraderecha figuran Mizion Nazional, Amigos del Ejército, Vanguardia Nacionalista Joven América y el Movimiento Nacionalista Mexicano.
"Yo creo que siguen siendo marginales, como en otros países, pero eso no les quita presencia y debe preocuparnos a todos", advirtió Tinajero.
Mientras, Cortez señaló que sería más peligroso que los neonazis mexicanos permanecieran en la clandestinidad. "Es mejor saber dónde se mueven y qué andan pensando", dijo.
"Es claro que estas personas son ajenas a nuestra identidad pluriculatural, indígena y mestiza. Sin embargo nos recuerdan, entre otras cosas, que el racismo está presente", observó Cortez.
Con raíces atribuidas a la llegada de los europeos a América en el siglo XV, cuando la Iglesia Católica discutía si los nativos tenían o no alma, el racismo es una realidad, apunta Rodolfo Stavenhagen, investigador del Colegio de México.
Cuarenta y siete por ciento de las 600 personas encuestadas en 1995 por el diario Reforma en la capital consideraron que hay racismo en México.
Entre 50 y 60 por ciento de los entrevistados dijeron no conocer los rasgos positivos o negativos de las distintas etnias, pero el contraste entre las opiniones de quienes respondieron a esa pregunta fue marcado.
Más de once por ciento de los consultados destacaron la inteligencia como lo mejor de los blancos, las costumbres como el principal valor de los negros, las tradciones culturales en el caso de los indios, la preparación de los chinos y el afán de trabajo de los judíos.
En cuando a los rasgos negativos, 10 por ciento opinaron que lo peor de los blancos, chinos y judíos es el racismo, y de los indios y negros, la prepotencia y la vagancia.
Cincuenta y uno por ciento de las personas encuestadas afirmaron que no hay racismo en México. Pero ante la pregunta de si le hubiese gustado ser de otra raza, 12 por ciento confesaron que quisieran ser blancos y 100 por ciento rechazazaron la idea de ser negros. (FIN/IPS/dc/ff/ip hd/99
