La orden de detención en México de funcionarios del monopolio estatal Pemex por derramar desechos peligrosos en cursos y espejos de agua puede anunciar el fin de la impunidad de las empresas que destruyen recursos naturales, destacaron hoy grupos ecologistas.
La Procuraduría General ordenó el martes la detención de los biólogos de la petrolera Pemex Julissa Solís y Matías Gómez, acusados de descargar intencionalmente residuos tóxicos en ríos y lagunas de Ixhuatlán, en el oriental estado de Veracruz.
Por primera vez en la historia de México, la Fiscalía para Delitos Ambientales entabló acción penal por un delito ambiental contra funcionarios de Pemex, una compañía que genera ingresos anuales por 20.000 millones de dólares.
"Resulta incomprensible que nunca antes alguien hubiera sido encarcelado por arrojar desechos peligrosos y contaminar el ambiente", declaró este miércoles a IPS Alejandro Calvillo, director de la organización Greenpeace Internacional en México.
Los daños a la región "son incuantificables y muy difíciles de revertir, pues afectaron terrenos de Ixhuatlán", en el sur del estado de Veracruz, "los pozos de agua que bebe la gente ya fueron contaminados" y los residuos tóxicos "se filtraron hasta unas 60 represas de la zona".
La decisión de acusar ante la justicia penal a Pemex representa "una pequeña luz de esperanza para las comunidades afectadas por desperdicios, pues se comienza a combatir la impunidad con que han actuado las compañías contaminadoras", afirmó Calvillo.
Este hecho "sienta un precedente y envía el mensaje de que ya no permitiremos esas prácticas", enfatizó.
Grupos ambientalistas nacionales y extranjeros acusan a Pemex de ocasionar graves daños en vastas zonas del Pacífico mexicano, como el puerto de Salina Cruz, en el sureño estado de Oaxaca.
En el golfo de México, los estados de Veracruz y los surorientales Tabasco y Campeche, que componen una de las zonas petroleras más importantes del mundo, viven una "situación ambiental muy grave provocada por las actividades de Pemex, que ha creado verdaderos pantanos de petróleo", explicó.
Pemex contrata a campesinos para recoger restos de petróleo en zonas pantanosas en las que se sumergen por un pago de tres dólares al día. Para asearse, los campesinos utilizan diesel, considerado como un producto altamente cancerígeno.
La refinería de Tula, en el estado de Hidalgo, vecino de la ciudad de México, "ha generado 70.000 metros cúbicos de lodos aceitosos", añadió.
La Procuraduría exoneró en julio de cualquier responsabilidad a Miguel Santoyo y Taurino González, funcionarios de una empresa privada de transporte que trabaja con Pemex y que habían sido acusados de trasladar residuos tóxicos a una represa de la localidad de Felipe Berriozábal, en Ixhuatlán.
Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental apelaron el fallo.
Los grupos ambientalistas presentaron la denuncia contra Solís y Gómez en diciembre del año pasado, después de que pobladores de Ixhuatlán protestaron reiteradamente por las prácticas de Pemex que consideran ilícitas.
La Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos de Veracruz decidió hace dos años demandar a Pemex por daños ambientales en el golfo de México y denunció engaños, actos de represión e intentos de soborno con los que la petrolera intentaría acallar las protestas en las comunidades afectadas.
Pemex extrae en el golfo de México la mayoría de los casi tres millones de barriles de crudo diarios que produce el país.
En esa zona habitan pueblos mayas, que después de siglos aún conservan buena parte de su cultura y tradiciones, así como descendientes de los antiguos olmecas y de otros grupos prehispánicos.
Además, campesinos y pescadores de esa región sostienen que los derrames de petróleo y otras anomalías afectaron la pesca y provocaron la destrucción de importantes zonas agrícolas, obligando a los pobladores a abandonar el lugar.
La empresa estatal es acusada de no aplicar medidas de seguridad en beneficio de sus trabajadores, que sufren constantes accidentes en las instalaciones en tierra y mar de Pemex, que posee en la zona del Golfo reservas para las próximas cuatro décadas. (FIN/IPS/pf/mj/ip en/99