México es el país más pobre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que integra junto a Canadá y Estados Unidos, pero aquí las empresas y las personas físicas pagan los impuestos más altos del área, lo que frena su competitividad.
Las empresas mexicanas, en general con menor desarrollo técnico y salarios más bajos que las de Canadá y Estados Unidos, pagan tributos anuales de 32 a 35 por ciento, si llegan a percibir utilidades. En sus vecinos del norte, en cambio, esa carga va de 15 a 35 por ciento, dependiendo de las utilidades.
"El Estado no ha fijado una política fiscal de acuerdo al desarrollo del país, lo que agrega una desventaja adicional a las empresas", dijo a IPS Ana María Sordo, autora del estudio "México: impuestos más altos que socios y competidores".
Realizado con el auspicio del no gubernamental Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa (CISLE), el estudio muestra que "el gobierno mexicano da prioridad a la obtención de ingresos vía impuestos y no cede a los pedidos lógicos de racionalizar el caótico sistema tributario", afirmó Sordo.
En México, la carga tributaria es alta a pesar de que más de 90 por ciento de las empresas están en la categoría de pequeñas o micro, mientras en Canadá y Estados Unidos los impuestos son más bajos y las empresas poderosas, añadió la investigadora.
Las cámaras empresariales y las asociaciones de contadores vienen pidiendo la reforma del sistema tributario desde principios de esta década, pero problemas políticos u otras prioridades mantienen el tema en suspenso.
"Hay una gran irresponsabilidad en materia de fiscal, los políticos y el gobierno lo consideran un tema caliente y no quieren quemar su imagen promoviendo una profunda reforma", expresó el analista financiero Enrique Quintana.
Según el empresario textil Milton Cargo, el sistema tributario está contaminado desde su base, por lo que la reforma deberá llegar pronto para evitar problemas comerciales con los socios del TLC, a donde México exporta cada año productos por alrededor de 100.000 millones de dólares.
"Al obligar a los pequeños negocios a contribuir con el 35 por ciento de sus ganancias se pone en peligro su existencia", advierte el estudio.
Datos oficiales indican que un tercio de la población económicamente activa de México no paga impuestos, mientras otro tercio declara montos menores. Además, la carga tributaria pese a ser formalmente alta representa sólo 12,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), una proporción de las más bajas del mundo.
El promedio de la carga tributaria de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la que pertenece México, es de 28,2 por ciento del PIB, mientras en América del Sur es de 16,7 por ciento y en América Central de 17,1 por ciento.
En materia de impuestos personales, el estudio de Sordo indica que los mexicanos con ingresos trimestrales de 289 a 30.600 dólares deben pagar entre 10 y 40 por ciento.
Al imponer a los ciudadanos "la obligación de contribuir con fuertes sumas de impuestos sobre sus ingresos, se está desalentando el consumo y el ahorro, por lo que la economía se debilita aún más", apunta.
Pero las diferencias no sólo son en porcentajes, también se refieren al concepto de estímulo fiscal. En México, el Estado condona el pago de impuestos o pide reinvertirlos por pocos motivos, mientras en Canadá o Estados Unidos esos estímulos son importantes, dijo Sordo.
Además, las leyes tributarias "están llenas de parches, se hacen reformas pequeñas cada año, los trámites de pago son muy engorrosos y hay pocos gastos deducibles", comentó un contador con amplia experiencia de trabajo en el país latinoamericano.
A diferencia de Canadá y Estados Unidos, en México algunos gastos de consumo y otros especiales, como seguro médico o de vida, no son deducibles, manifestó el experto.
Sordo subrayó que "es tarea urgente del gobierno reconsiderar su política fiscal a fin de conseguir el desarrollo que el país necesita frente a los poderosos socios del TLC". (FIN/IPS/dc/ag/if/99