La detención en Uruguay de militantes de un grupo neonazi probó la existencia de organizaciones de ultraderecha con ramificaciones en otros países del Cono Sur de América, que utilizan Internet para vincularse.
La policía uruguaya detuvo esta semana a seis miembros de la agrupación Orgullo Skinhead, e investiga la existencia de otras organizaciones neonazis.
Tres de los detenidos quedaron en libertad y los otros tres fueron procesados el jueves por la justicia, por los delitos de incitación al odio y asociación para delinquir, que podrían valerles condenas de varios años de prisión.
Fuentes de la Dirección Nacional de Inteligencia confiaron a medios de prensa que siguen la pista de otras tres pequeñas organizaciones neonazis uruguayas, con entre 10 y 12 militantes cada una, que intentan reclutar jóvenes "en centros de educación de Montevideo y en el interior del país".
La ideología neonazi "es muy atractiva para los jóvenes", ya que se transmite empleando música, vídeos y la red informática Internet, comentaron esas fuentes, citadas por el diario El Observador.
La policía setuvo a los militantes de Orgullo Skinhead, a partir del estudio del sitio en Internet de ese grupo, que se empleaba para realizar una sistemática prédica racista y de apología del nazismo y el fascismo.
También disponen de páginas en Internet las organizaciones ultraderechistas uruguayas Frente Nacional Revolucionario, Resistencia Nacional Socialista e Hijos de Europa.
Todas ellas glorifican al nacionalsocialismo alemán y el fascismo italiano, reivindican las "raíces blancas (españolas e italianas)" del país, atacan a "drogadictos, homosexuales, marxistas y capitalistas" y resaltan la "acción hermanada" de los grupos "nacionalistas" de América del Sur.
Defienden asimismo la actuación de los militares del Cono Sur durante las dictaduras de los años setenta y ochenta, y subrayan la necesidad de "no bajar los brazos" ante los "peligros" que aún representan "los guerrilleros izquierdistas reciclados" y sus "acólitos" de las organizaciones humanitarias.
En febrero de este año fue arrestado en Montevideo otro integrante de un grupo de extrema derecha, el marinero de la Armada Gustavo Vargas, acusado de tres atentados con bombas, pero el gobierno afirmó que se trataba de un "individuo aislado" y negó que actuaran en el país organizaciones de esa tendencia.
Organismos de derechos humanos locales, al igual que el Centro Internacional Simón Wiesenthal, especializado en la "caza" de nazis en todo el mundo, afirmaron por el contrario que tanto en Uruguay como en Argentina y Chile se había detectado una red de grupos ultraderechistas y racistas.
Cuando se produjo el arresto de Vargas, acusado de atentados que ocurrieron a fines de 1998, diversos informes de prensa destacaron la existencia en Uruguay de organizaciones de extrema derecha racista, pequeñas pero activas.
Esas investigaciones desmintieron al ministro del Interior, Guillermo Stirling, quien había declarado que Vargas había actuado "espontáneamente", sin respaldo de organización alguna.
Informes de las publicaciones uruguayas Brecha, Poder Civil y Posdata, y del diario argentino Página 12, revelaron entonces que operaban en el país al menos tres agrupaciones neonazis.
Página 12 señaló además que el grupo Orgullo Skinhead de Uruguay mantenía estrechos contactos con organizaciones xenófobas y racistas argentinas, chilenas y europeas.
Militantes de esa organización participaron en un congreso ultraderechista organizado en agosto de 1998 en el colegio La Salle de Buenos Aires, recordó el matutino.
"Hemos detectado que desde hace unos 18 0 20 meses se está formando una especie de red neonazi en América Latina a través del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, como Internet", afirmó en febrero el representante para América Latina del Centro Internacional Simón Wiesenthal, Sergio Widder.
Los grupos neonazis argentinos no niegan que mantienen vínculos, especialmente "vía Internet", con sus "hermanos" de Uruguay.
"Tenemos un estrecho contacto con los integrantes del Frente Nacional Revolucionario, que habitan un país como Uruguay que nunca debió dejar de pertenecer a la Argentina", dijo Iván Franze, líder del Partido Nuevo Orden Social Patriótico (PNOSP) de Argentina.
Durante el proceso de independencia de las colonias españolas del Cono Sur, Uruguay se desprendió de Argentina en las primeras décadas del siglo XIX.
Franze, que se hace llamar "camarada jefe", aseguró que el PNOSP moviliza a unos 7.000 militantes, 6.000 de ellos en Buenos Aires.
"Somos una fuerza considerable, base de una futura gran alianza que sólo excluirá a marxistas y liberales y que algún día tomará el poder", sostuvo.
Además del PNOSP, opera en Argentina el Partido Nacionalista de los Trabajadores, cuyo máximo dirigente, Alejandro Biondini, declaró a la revista Poder Civil de Uruguay que "cuando se desate la crisis económica sonará la hora del nacionalismo revolucionario".
Para ese momento, y para gobernar Argentina, "me vengo preparando desde los 16 años", proclamó.
Un recién llegado al neonazismo cibernético es True Peace ("Paz Verdadera", en inglés), un sitio en Internet cuyo responsable es Carlos Torlaschi, presidente del Grupo de Almirantes Retirados de Argentina, según reveló Página 12 el domingo.
True Peace, creada en noviembre de 1998, reúne a un centenar de oficiales retirados de la Armada argentina implicados en la "guerra sucia" contra la guerrilla en los años 70.
True Peace reivindica la acción militar en aquella época, presenta como paladines de la libertad y la democracia a sus protagonistas, ironiza sobre "los supuestos pobres jóvenes inocentes" que murieron en esa "guerra", y cnsidera "pro terroristas" a los defensores de los derechos humanos.
El sitio ofrece conexiones con otros de similar prédica en Internet, entre ellos los confesamente neonazis Panzer War y Die Luftwaffe, y otro llamado Asesino Che Guevara. (FIN/IPS/dg/mp/ip hd/99