El gobierno de derecha de la ciudad septentrional italiana de Bolonia quiere imponer un límite al ingreso de inmigrantes provenientes de los países en desarrollo.
El gobierno comunal de Bolonia anunció que desea limitar el ingreso de inmigrantes "extracomunitarios". El término se refiere estrictamente a quienes provienen de países que no integran la Unión Europea, pero se emplea en forma despectiva para referirse a los provenientes del mundo en desarrollo.
La propuesta fue lanzada por Enzo Raisi, un asesor de la derechista Alianza Nacional, quien afirmó que "el municipio debe dar asistencia sólo a quien tiene un trabajo, y los otros tienen que irse a otras ciudades que requieran mano de obra".
Se trata de la primera iniciativa de la derecha desde que ganó las elecciones municipales de esa ciudad, en julio último, tras 24 años de gobierno de la izquierda, y representa el fin del mito de Bolonia como capital de la solidaridad y de la tolerancia.
"Desean volver a la Italia previa a la unificación nacional (de comienzos del siglo XIX), en la cual los inmigrantes debían pagar incluso por pasar de una ciudad a otra", opinó el martes la ministra de Solidaridad Social, Livia Turco, de los Democráticos de Izquierda (DS), la principal fuerza de la coalición de gobierno nacional.
Turco recordó que las cuotas de ingreso de inmigrantes se fijan a nivel nacional y según una evaluación de las necesidades del mercado del trabajo y de la capacidad de las ciudades.
"No logro imaginar una región en la cual cada ciudad, cada comuna y cada barrio fijen límites al ingreso de inmigrantes, violando las libertades individuales", comentó Gian Luca Borghi, asesor regional de los Verdes.
"¿Cómo llevamos a cabo la propuesta de Alianza Nacional? ¿Alzamos un puente levadizo, y los que estén afuera se quedan afuera?", preguntó el sacerdote católico Giovanni Nicolini, responsable en Bolonia de la organización humanitaria Caritas.
Según cifras oficiales, los inmigrantes que residen legalmente en Bolonia son 12.049, o sea 3,3 por ciento de la población de la ciudad, mientras en Milán son 5,2 por ciento, y en Roma, donde se concentra el mayor número, son 5,1 por ciento de la población.
En todo el país hay 1.042.000 inmigrantes legales, 1,7 por ciento de la población.
Los países europeos con mayor número de inmigrantes registrados legalmente son Alemania (siete por ciento de la población) y Francia (cinco por ciento).
Italia adhirió el 1 de abril de 1998 al tratado de Schengen (por la ciudad de ese nombre de Luxemburgo), que estableció la libertad de movimientos a través de las fronteras terrestres y marítimas de los ciudadanos de los países europeos que lo suscribieron.
El tratado de Schengen fue firmado inicialmente por Alemania, Bélgica, Francia, Holanda y Luxemburgo, a los cuales se agregaron luego España, Portugal, Austria e Italia. (FIN/IPS/jp/mp/pr ip/99)