Las sanciones económicas impuestas hace nueve años contra Iraq duplicaron la mortalidad infantil en ese país en los últimos 10 años, denunció Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), en un estudio divulgado hoy.
El estudio sobre mortalidad materna e infantil, realizado por primera vez en Iraq desde 1991, reveló que ahora mueren más del doble de los niños y niñas menores de cinco años que morían en 1990, dijo la directora de Unicef, Carol Bellamy.
Las regiones más afectadas son las más populosas, en el sur y el centro del país, precisó.
Unicef, como organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconoce que las sanciones económicas impuestas a Iraq tienen por objetivo promover la paz y la seguridad, dijo Bellamy.
"Pero nos inquieta que las sanciones se impongan sin un diseño e implementación previos para evitar que las víctimas sean los niños", explicó.
Bellamy sostuvo que los resultados del estudio "no pueden calificarse del intento de Iraq por movilizar a aquellos que se oponen a las sanciones de la ONU".
Iraq sufre fuertes sanciones militares y económicas desde que invadió a Kuwait en agosto de 1990. Pero Estados Unidos y Gran Bretaña, dos miembros con poder de veto del Consejo de Seguridad, se oponen a todo intento de levantar el embargo.
Iraq puede importar medicamentos y otros productos de ayuda humanitaria, por un acuerdo de "petróleo por alimentos" sancionado y supervisado por el Consejo de Seguridad.
El estudio de Unicef revela que en el sur y centro de Iraq, donde vive 85 por ciento de los 22 millones de habitantes, la mortalidad de los niños menores de cinco años se duplicó y más, pasando de 56 muertes por cada 1.000 bebés nacidos vivos entre 1984 y 1989, a 131 muertes entre 1994 y 1999.
La mortalidad infantil, definida por Unicef como la muerte de niños y niñas menores de hasta un año, aumentó de 47 a 108 de cada 1.000 niños nacidos vivos.
El número de niños menores de cinco años que mueren en la región autónoma del norte aumentó de 80 cada 1.000 nacidos vivos entre 1984 y 1989, a 90 entre 1989 y 1994, y disminuyó a 72 cada entre 1994 y 1999.
Si Iraq hubiera mantenido en los años 90 la tendencia a la disminución de la mortalidad infantil que se perfilaba durante la década del 80, habría muerto medio millón menos de niños menores de cinco años en el período 1991-1998, sostuvo Bellamy.
"Todo el sufrimiento de Iraq no puede atribuirse a factores externos, sobre todo a las sanciones, pero el pueblo de Iraq no sería víctima de tantas privaciones si no existieran las prolongadas medidas impuestas por el Consejo de Seguridad ni los efectos de la guerra", rezaba una declaración hecha en marzo por el Panel de Asuntos Humanitarios del Consejo de Seguridad.
Unicef señaló que apoya totalmente la propuesta que hizo el secretario general de la ONU, Kofi Annan, a comienzos de este año, cuando recomendó aliviar el sufrimiento del pueblo de Iraq, en particular el de mujeres y niños.
La comunidad internacional debería dar más fondos para la ayuda humanitaria de Iraq, y además el gobierno iraquí debería aplicar programas de nutrición en forma urgente, declaró Unicef.
El gobierno de Iraq y el Comité de Sanciones de la ONU deberían, además, dar prioridad a los contratos de suministro de alimentos y productos de primera necesidad que contribuyan al bienestar de los niños.
Los estudios, que también abarcan la región autónoma del norte de Iraq, fueron realizados entre febrero y mayo por Unicef, en colaboración con el gobierno iraquí y con la ayuda técnica de la Organización Mundial de la Salud.
Unicef informó que participó en todos los aspectos de la investigación realizada en Iraq, desde su concepción hasta el análisis de la información recabada. El organismo también señaló que tuvo total acceso a los registros de las entrevistas, en su mayoría con médicas.
"Estamos contentos con la calidad de estas investigaciones. Fueron revisadas íntegramente por un panel de expertos independientes y no se hallaron problemas con los resultados ni con la forma en que se realizaron", declaró Bellamy.
Este año, Annan distinguió entre las sanciones "inteligentes" y las "tontas", o sea entre aquellas selectivas y las impuestas en forma indiscriminada.
Un Grupo de Trabajo de la ONU, que calificó a las sanciones de la "herramienta no militar más poderosa contra los infractores del derecho internacional", también pidió "límites humanitarios" a las mismas.
"Aunque es necesario mantener la efectividad de las sanciones impuestas de acuerdo con la carta de la ONU" se debe hacer lo posible para "minimizar las consecuencias adversas imprevistas de las sanciones en los segmentos más vulnerables de (la población) de los países sancionados", señaló el Grupo.
En mayo, más de 1.300 personas y organizaciones firmaron una carta pidiendo el fin de las sanciones contra Iraq, en la que denunciaban que más de un millón de iraquíes murieron como consecuencia de las medidas de la ONU.
Los firmantes de la declaración, entre los cuales se encuentran el semiólogo Noam Chomsky, la activista política Angela Davis, el profesor Edward Said y el escritor Kurt Vonnegut, sostienen que "las sanciones son una nueva arma de destrucción masiva". (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ceb/aq/he-ip/99