Venezuela se declaró dispuesta a "cesar las polémicas públicas" con Colombia y a recuperar la atmósfera constructiva en las relaciones bilaterales, tras prolongadas escaramuzas verbales que esta semana pasado fueron condimentadas con atentados en esta capital.
"Expresamos nuestra disposición a cesar las polémicas públicas y a procesar las diferencias por vía diplomática", dijo la cancillería venezolana en un comunicado de tono conciliador.
En la madrugada del lunes pasado, entretanto, un potente petardo estalló en la entrada del consulado de Colombia, donde causó daños de infraestructura, y otros artefactos explosivos fueron desactivados en la embajada del mismo país y en un instituto binacional.
Pero autoridades venezolanas descartaron que los atentados estuvieran vinculados al intercambio de declaraciones, que giran en torno de la violencia en la frontera, asuntos de soberanía y el papel de la guerrilla colombiana.
La cancillería propuso a Colombia "el diseño bilateral de una metodología positiva, para dirimir las naturales diferencias que se presentan entre países vecinos".
El tenso intercambio de declaraciones comenzó el 9 de este mes, cuando el presidente venezolano Hugo Chávez dijo que podría reunirse con la guerrilla de Colombia, incluso sin autorización del gobierno de ese país.
Las autoridades colombianas señalaron que nadie debe intervenir en sus asuntos internos, mientras el gobierno venezolano invocaba su derecho a conjurar la violencia guerrillera que llega a este país a través de una frontera de más de 2.000 kilómetros de extensión.
El comunicado de la cancillería venezolana fue una respuesta a otro, del embajador de Colombia en Caracas, Luis Guillermo Giraldo, quien el sábado afirmó que no se ha dado ninguna condición para justificar una reunión del gobierno de Chávez con la guerrilla de su país.
Por otra parte, Giraldo negó que el presidente colombiano Andrés Pastrana hubiera aceptado esa eventual reunión cuando comentó el jueves que "Chávez es libre de reunirse en su territorio con quien él estime conveniente".
Venezuela insistió el lunes en que si hubiera una reunión con la guerrilla "sería deseable que en ella participaran representantes del gobierno de Colombia", y que si esto no fuera posible, se "informaría a sus más altas autoridades del resultado".
El comunicado manifestó el respeto a la soberanía y autodeterminación de Colombia, a la vez que ratificaba el respaldo a la estrategia de "Diplomacia para la Paz", de Pastrana. "Nos ponemos a su disposición", dijo la cancillería venezolana.
Además, insistió en la necesidad de realizar lo antes posible un encuentro de cancilleres "para considerar todas las materias pendientes, con ánimo constructivo y solidario".
La cancillería también reiteró que una eventual reunión con guerrilleros colombianos en Venezuela buscaría "contribuir a la paz en Colombia", además de mitigar los efectos de la violencia que sacude a ese país.
La frontera con Colombia es considerada "zona caliente" en este país, pues es escenario de secuestro de aviones y personas, de extorsiones y otros hechos delictivos, atribuidos principalmente a guerrilleros y narcotraficantes.
Chávez, quien ha comentado que "quiero ayudar" a la paz colombiana, sugirió un encuentro con la guerrilla tras el secuestro de un avión comercial venezolano y de sus ocho pasajeros, cerca de la frontera.
En medio del intercambio de declaraciones fue secuestrado un ganadero venezolano, un militar resultó herido en escaramuzas con un grupo armado proveniente de Colombia, y una avioneta fue secuestrada en la zona fronteriza de Amazonas.
La médica rural Ana María Antelo narró el lunes pasado su experiencia de 10 días de un aterrador y misterioso secuestro, finalizado cuando fue liberada cerca de la embajada venezolana en Bogotá.
Los atentados del lunes, por otra parte, fueron reivindicados por una banda autodenominada "Tupamaros", en protesta por la detención de cuatro jóvenes venezolanos que están a disposición de la fiscalía colombiana.
El caso, que también se originó en la frontera, aunque ahora prosigue en Bogotá, ha provocado peticiones del gobierno venezolano en favor de estas cuatro personas y de su integridad física.
Autoridades colombianas han dicho que investigan presuntas relaciones de los cuatro detenidos con grupos irregulares de ese país.
El canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto leyó un comunicado en Bogotá en el cual calificó los atentados en Caracas de "graves hechos", mientras solicitaba a autoridades venezolanas "adoptar todas las medidas de seguridad" para las sedes diplomáticas de Colombia.
Fernández de Soto confirmó que en las representaciones diplomáticas colombianas en Venezuela se suelen recibir amenazas, aunque advirtió que "en las últimas semanas se han intensificado". (Fin/IPS/lc/ff/ip la/99