El presidente de Chile, Eduardo Frei, explicó en Ecuador por qué no irá a la Cumbre Iberoamericana que se realizará en noviembre en Cuba, dijo que las privatizaciones fueron beneficiosas para su país y apoyó la reestructura de la deuda externa ecuatoriana.
El mandatario chileno, en visita oficial de dos días a Ecuador que concluyó el viernes, dijo que no pretendía presionar a su par ecuatoriano, Jamil Mahuad, porque la decisión de participar en la reunión de La Habana corresponde a cada país.
"A nosotros nos parece prudente no asistir a una cumbre en la cual no se respetan acuerdos firmados. Defendemos principios, cosas que hemos firmado y son respetables", argumentó Frei.
La cuestión de principios a la que aludió el presidente es la devolución a Chile del ex dictador Augusto Pinochet, arrestado en Gran Bretaña tras un pedido del juez español Baltasar Garzón, quien quiere juzgarlos por crímenes contra la humanidad.
Ante las palabras de Frei, Mahuad señaló que la cumbre de La Habana tiene características especiales porque se realiza en Cuba.
"Para nosotros es inconveniente que se pueda interpretar que no concurrimos a una cumbre hemisférica por el país en el cual se realiza. Para que no hayas dudas sobre eso, la decisión de Ecuador fue concurrir, pero expresaremos (en La Habana) que los acuerdos internacionales tienen que ser respetados", dijo Mahuad.
Mahuad está interesado en despejar sospechas porque Quito se distanció de La Habana luego de que el representante de Ecuador en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas votó una censura a Cuba.
El cambio de la postura de apoyo a Cuba mantenida históricamente por Ecuador fue interpretado por analistas como una condición impuesta por Estados Unidos para apoyar la negociación de Quito con el Fondo Monetario Internacional.
Frei también manifestó su opinión sobre las privatizaciones, una cuestión especialmente sensible en Ecuador porque la opinión pública se ha mostrado mayoritariamente contraria a ellas.
El presidente chileno aseguró que tampoco en este asunto quería dar recetas, pero opinó que el pasaje al sector privado de empresas públicas fue la salvación para su país.
"Las privatizaciones significaron una mejoría en la calidad de vida de los chilenos, porque gracias a ellas aumentó la cobertura de distintos servicios públicos, se redujeron los costos y tenemos un mayoritario apoyo de la comunidad nacional", dijo Frei.
El mandatario aseguró que a comienzos de los años 90 más de 40 por ciento de los chilenos vivían en la pobreza, y que en la actualidad 21 por ciento están en esa situación, pero admitió que aún es necesario mejorar las leyes laborales y lograr que las políticas sociales del gobierno sean más eficientes.
El dirigente indígena ecuatoriano Ricardo Ulcuango denunció, sin embargo, que los integrantes de la etnia mapuche son víctimas de represión en Chile, y cuestionó el poder que tienen en ese país las empresas extranjeras "dueñas de la energía eléctrica chilena, que imponen sus propias leyes y no son tan eficientes".
"Como pueblos indígenas nos solidarizamos con la rebelión de nuestros hermanos mapuches, que viven las consecuencias de la miseria que impone el sistema neoliberal", dijo Ulcuango.
Mahuad afirmó que es partidario de disminuir el tamaño del Estado recurriendo a las privatizaciones, pero dejó fuera del paquete a las empresas públicas administradas por las fuerzas armadas, evitando así un choque con los militares.
"Las fuerzas armadas gozan de respeto, tienen credibilidad y muchas de las empresas que manejan son muy eficientes, no significan costo al presupuesto del Estado", opinó el presidente ecuatoriano.
Mahuad aseguró que cuando las empresas son bien manejadas, como en esos casos, hay que pensar dos veces antes de querer privatizarlas.
Frei no quiso profundizar en el papel actual de las fuerzas armadas chilenas, pero aseguró que en un sistema democrático es fundamental contar con militares que cumplan su labor profesional y estén insertos en el proceso de desarrollo del país.
El presidente de Chile enfatizó, por otra parte, que su gobierno nunca pensó integrar una fuerza multinacional para intervenir en el conflicto interno de Colombia.
"Ese es un tema de los colombianos que ellos tienen que resolver. Nosotros, como países amigos, estamos dispuestos a colaborar si ellos nos lo piden", comentó.
Mahuad también negó que Ecuador pensara participar en una fuerza multinacional de intervención en Colombia.
El presidente ecuatoriano señaló que la creación de tal fuerza ni siquiera se ha planteado, que "hay desmentidos oficiales del gobierno estadounidense señalando que jamas en la vida pensaron en algo parecido", y que él defiende "el principio de no intervención, porque cada país debe resolver sus problemas".
Frei dijo que es importante que la comunidad internacional apoye a Quito en su propuesta de reestructurar la deuda externa ecuatoriana.
"Es fundamental una flexibilidad de los organismos multilaterales y de los instrumentos de crédito que hay en el mercado internacional para viabilizar el desarrollo. Un país no puede invertir 70 por ciento de sus ingresos para pagar la deuda externa", añadió.
Mahuad agradeció el apoyo del presidente chileno y afirmó que "cuando hay problemas tan graves como el de Ecuador por el tamaño de su deuda, y la relación tan absurdamente grande de ésta con su economía, para que el sistema siga funcionando es necesario producir alivios justos y necesarios".
Ecuador debería haber pagado antes de este sábado 96 millones de dólares en intereses de Bonos Brady (avalados por la Reserva Federal de Estados Unidos), pero anunció que postergaría el pago durante 30 días, sobre la base de una cláusula de los contratos.
Cuando se cumpla ese período de 30 días está previsto que haya terminado una renegociación en curso de la deuda ecuatoriana, con base en una propuesta concertada con el FMI y apoyada por el gobierno de Estados Unidos. (FIN/IPS/kl/mp/ip if/99
