Los presidentes Alvaro Arzú, de Guatemala, y Francisco Flores, de El Salvador, acordaron unir las aduanas de ambos países para agilizar el libre tránsito de personas y la agilización del comercio.
Ambos mandatarios se reunieron el martes en el campamento de Ostúa, El Salvador, para tratar asuntos económicos, migratorios, de seguridad y desarrollo fronterizo, y firmaron el acuerdo que da luz verde al proceso de unificación y especialización de aduanas, que deberá concluir antes del 31 de diciembre.
También firmaron un convenio de cooperación para realizar un proyecto de desarrollo fronterizo y de combate al narcotráfico, el contrabando y el robo de vehículos.
Para Flores, el acuerdo más importante fue el que derivó en el levantamiento de las restricciones al tratado conocido como CA-4 impuestas unilateralmente por Guatemala en diciembre por el incremento de deportados procedentes de México.
Este tratado permite a ciudadanos de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala circular sin pasaporte por esos cuatro países centroamericanos.
Mediante un formulario que las autoridades migratorias entregan en forma gratuita desde 1993, los ciudadanos pueden ingresar a los países signatarios solo con su documento de identidad y permanecer 90 días allí.
Pero el gobierno de Guatemala exige desde diciembre el pasaporte, al tiempo que restringió la estancia a 15 días.
El gobierno guatemalteco argumentó que las facilidades que ofrece el CA-4 permitió abusos por parte de los migrantes que pretenden viajar a Estados Unidos que, al ser deportados por las autoridades mexicanas, permanecen en localidades fronterizas de Guatemala.
La medida causó irritación en las autoridades salvadoreñas. Según el Ministerio de Gobernación de Guatemala, cada día llegan a ese país entre 200 y 350 deportados de los cuales solo cinco por ciento son guatemaltecos.
Con el acuerdo firmado el martes en El Salvador, el gobierno de Guatemala flexibilizó su postura. Arzú explicó que se permitirá nuevamente el tránsito de personas por todo el territorio nacional con el formulario CA-4, aunque aclaró que no será válido por 90 días sino solo por 30.
El presidente Flores dijo comprender la posición de Guatemala. "Entendemos que su territorio ha sido utilizado para otros fines, como el tránsito de inmigrantes", sostuvo.
En la reunión también se decidió crear una red informática para combatir de manera profesional el tráfico de drogas y de vehículos robados. A este proyecto serán invitados, en breve, los gobiernos de Honduras y México.
"Muchas veces son los criminales los que están totalmente integrados, por lo que nosotros, al buscar una integración de nuestras fuerzas contra esos grupos, tenemos que ser más efectivos", dijo Flores.
Los gobernantes también decidieron crear un nuevo paso fronterizo entre los dos países para acelerar el comercio y la integración, que se ubicará en Asunción Mita (Guatemala) y Metapán (El Salvador).
Los salvadoreños deberán construir un tramo de carretera de tres kilómetros "que permitirá que esta zona de mucha productividad agrícola pueda integrarse", dijo Flores.
Las autoridades de El Salvador y Guatemala tienen cuatro meses para establecer un nuevo puesto aduanero para cargas en la frontera de La Hachadura-Pedro de Alvarado, y dejar el paso de Chinamas-Valle Nuevo solamente para el transporte liviano y tránsito de personas.
Flores y Arzú se comprometieron también a agilizar los trámites para establecer la reducción de aranceles armonizando las listas de productos.
Arzú explicó que se fijó un plazo prudente a los ministros de Economía para analizar la situación arancelaria de los productos que actualmente se intercambian, a fin de consolidarlos a corto plazo e incluir en el comercio bilateral los que se han mantenido fuera, como petróleo, azúcar, alcohol y derivados del trigo.
Guatemala se comprometió también a brindar facilidades a El Salvador para interconectarse al gasoducto cuya construcción se planifica actualmente con México.
Ambos estados trabajarán en la demarcación de límites, especialmente en aquellos que sufrieron cambios por los desbordamientos de ríos, tras el paso del huracán Mitch en noviembre del año pasado.
Los mandatarios señalaron que estas medidas permitirán a ambos países consolidarse en la región centroamericana, donde concentran 60 por ciento del producto interno bruto. (FIN/IPS/cz/mj/ip if/99