La fuerza aérea de India derribó hoy un avión de la marina de Pakistán y alejó la posibilidad de que se reanude rápidamente el diálogo entre ambos rivales luego de los combates fronterizos por la disputada zona de Cachemira.
Tampoco favorecen las negociaciones los continuos ataques de infiltrados fuertemente armados a los campamentos del ejército indio en Cachemira, que a partir del viernes provocaron la muerte de 10 soldados, entre ellos dos oficiales.
El incidente de este martes, en el que jets de combate Mig 21 indios derribaron el avión de la marina paquistaní de construcción francesa, provocó la muerte de los 16 tripulantes de la nave, entre ellos cinco oficiales.
Según un portavoz del Ministerio de Defensa indio, el avión paquistaní tenía capacidad antisubmarino y de vigilancia.
Según el ministro de defensa George Fernandes, el avión fue interceptado, se le ordenó aterrizar y finalmente fue derribando cuando en lugar de acatar las órdenes demostró hostilidad.
Aunque ambos países afirman que el avión fue atacado dentro de su territorio, los restos de la nave se encontraron en el lado indio de la frontera, en el área húmeda e inhabitada de Rann of Kutch, del estado de Gujarat.
El ministro de relaciones exteriores de Pakistán, Sartaj Aziz, declaró que su país "se reserva el derecho de responder de manera adecuada" al incidente de este martes.
La advertencia de Aziz revivió las amenazas y reclamos recíprocos que caracterizaron las diez semanas de combates entre India y Pakistán en mayo, junio y julio junto a la Línea de Control que separa a los dos países en Cachemira.
La lucha terminó luego de que Pakistán, presionado por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, retirara a sus soldados y guerrilleros fuertemente armados que ocuparon las alturas montañosas de Kargil.
Clinton exhortó a ambos países a reanudar el "proceso de Lahore", una iniciativa diplomática en la que el primer ministro indio Atal Bihari Vajpayee viajó a la ciudad paquistaní de Lahore en febrero.
El lunes, un portavoz del ministerio de relaciones exteriores de India declaró que este país reanudará el diálogo formal con Paquistán sólo cuando finalice el "terrorismo fronterizo patrocinado por Pakistán".
Vajpayee advirtió en reuniones políticas antes de las elecciones generales en septiembre y octubre que hay un "límite para la paciencia de India" y que no habrá negociaciones "a punta de pistola".
También afirmó que India procurará "movilizar la opinión pública internacional contra el terrorismo islámico apoyado por Pakistán y llevar el asunto ante diferentes foros internacionales como la Organización de las Naciones Unidas".
Fernandes dijo que la frecuente incursión de aviones paquistaníes en territorio indio era parte de la amenaza de ese país de crear "más Kargils". "Hoy fueron atrapados", aseguró este martes.
En virtud de estas declaraciones, se redujeron las esperanzas de que los líderes de ambos países se reúnan en la sesión del próximo mes de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Además de la presión electoral, la acción de India puede ser una reacción a que su ejército tiene cada vez más dificultades en sus operaciones contrainsurgentes en Cachemira, mientras se aferra a las alturas recuperadas en Kargil.
La infiltración de unos 1.500 a 2.000 insurgentes armados en Cachemira india durante los últimos tres meses está saturando la capacidad del ejército, dijo el analista en asuntos de defensa Rahul Bedi.
Según Bedi, India gasta actualmente 2.000 millones de dólares por año en la defensa de Cachemira, cifra que representa la sexta parte del presupuesto que el país gastó en defensa el año pasado. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/at/aq/ip/99