Otra batalla se prepara en Estados Unidos entre los defensores de la evolución y los de la creación divina luego de que autoridades de Kansas decidieron eliminar del programa de enseñanza estatal la teoría de Charles Darwin sobre el origen de las especies.
La decisión que tomó la semana pasada el Consejo de Educación de Kansas no prohíbe enseñar la teoría de la evolución en las aulas, pero muchos maestros quizás omitan el tema porque no será incluido en las pruebas hechas a los alumnos.
Más de una década después de que la Corte Suprema de Justicia dictara que las escuelas no pueden enseñar la creación divina para explicar el origen de las especies, sus defensores están cada vez más activos.
Pero en lugar de imponer la enseñanza de la creación, muchos intentan expulsar a Darwin de las escuelas o, en caso de que eso no sea posible, presentarlo como el autor de una teoría que no está probada.
Kansas es la última sede del enfrentamiento entre la evolución y la creación divina ocurrido en las escuelas de este país en los últimos años. Los estados de Alabama, Arizona, Nebraska y Nuevo México también objetaron la presencia de la teoría de Darwin en la enseñanza pública.
Otros estados como Washington, Nuevo Hampshire y Tennessee consideraron medidas similares, aunque finalmente las descartaron, pero decenas de consejos escolares locales intentan aplicarlas.
"Lo que ocurre en las comunidades es que sólo un pequeño porcentaje de ciudadanos votan por los candidatos del consejo escolar", dijo Gerald Skoog, ex presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Ciencia.
"Como menos de 15 por ciento (de los electores inscritos) votan por los cargos en los consejos, una minoría bien organizada puede tomar el control rápidamente", aseguró.
La teoría de la evolución sostiene que la vida comenzó en la Tierra hace 3.900 millones de años, y que los humanos y otras especies evolucionaron de un ancestro común.
Los científicos afirman que la evolución es apoyada por la evidencia que surge de fósiles, las estructuras similares de animales diferentes y la bioquímica común a todas las especies.
Los partidarios de la creación divina se basan en la interpretación literal de la historia bíblica del Génesis, que cuenta que Dios creó el mundo hace aproximadamente 6.000 años, y que los humanos y otras especies son iguales ahora que en el principio.
Consejos escolares en cuatro condados del estado de Georgia aprobaron la inclusión de una nota en los textos de ciencia que aclara que la evolución es una "teoría controvertida que algunos científicos presentan como explicación científica para el origen de los seres vivientes".
La aclaración agrega que "nadie estaba presente cuando la vida apareció por primera vez en la Tierra. Por lo tanto, toda declaración sobre los orígenes de la vida se debe considerar una teoría, no un hecho".
Georgia utilizó el mismo texto que empleó el consejo escolar del estado de Alabama cuando el año pasado autorizó una aclaración similar en los textos de biología de enseñanza secundaria.
Los alumnos deben saber "que existen dos teorías básicas del origen de la vida. Enseñar una de ellas como si fuera una ley es demasiado. Ambas requieren de la fe para creer en ellas", sostuvo Steven Abrams, miembro del Consejo de Educación de Kansas.
Pero los evolucionistas argumentan que es un error poner a la teoría de la evolución en pie de igualdad frente a la creación divina.
Un informe del gobierno federal realizado en 1996 halló que sólo 32 por ciento de los estadounidenses comprenden que una "teoría" se define como una explicación fundamentada de algún aspecto de la realidad que tiene facultades de predicción e incorpora hechos, leyes e hipótesis probadas.
Los defensores de la evolución acusan a los creacionistas de explotar la ignorancia que tiene el estadounidense promedio de los términos científicos.
"En el sentido coloquial, la palabra 'teoría' pasó a significar 'conjetura'. Conscientes de este error, los creacionistas exigen que su 'conjetura' sobre el origen reciba la misma atención en las aulas que la teoría de la evolución, aparentemente en aras de la justicia y la democracia", dijo Robert Young, del Centro Nacional para la Educación Científica.
"Ese razonamiento ignora que uno no enseña las ideas que no tienen fundamento científico por un sentimiento de justicia", agregó.
"Sí, (la evolución) es sólo una teoría, pero también lo es la gravedad y la teoría de la herencia cromosómica. La evolución es una teoría tan aceptada por la ciencia como cualquiera de estas. La única razón por la que algunos la rechazan es porque la evolución choca con algunas creencias religiosas", dijo Young.
La decisión de Kansas también exige evitar la teoría del "big bang", que sostiene que el universo se creó tras una colosal explosión.
La medida se adoptó después de que el superintendente del condado de Marshall, en el estado de Kentucky, confiscó los textos de ciencia de las escuelas y pegó las dos páginas que trataban del "big bang" para que los alumnos no pudieran leerlas.
Algunos consejos escolares de Kansas señalaron que considerarán emplear el texto creacionista "Sobre los pandas y la gente: La cuestión central del origen biológico".
De ser así, Kansas sería el primer estado en adoptar oficialmente un texto creacionista para las escuelas públicas. Otros estados se limitaron a incluir libros antievolucionistas en sus bibliotecas, como hicieron distritos de Michigan el año pasado.
Los creacionistas pretenden que "Sobre los pandas…" sea adoptado como texto escolar en Alabama, Idaho y Texas, y numerosos consejos escolares en California y Ohio también procuran aceptarlo.
El libro pretende brindar evidencia sobre el "diseño inteligente", la idea de que la vida es tan compleja y notable que no se puede haber desarrollado sin que un ser inteligente y con un objetivo la haya guiado.
Los creacionistas argumentan que como la identidad del "diseñador" no se discute específicamente en "Sobre los pandas…", el texto no defiende la existencia de dios ni fomenta un punto de vista religioso.
Los evolucionistas se oponen a que las escuelas públicas adopten "Sobre los pandas…" y las ideas del diseño inteligente, a las que consideran una especie de caballo de Troya intelectual del creacionismo.
"Aunque el libro se presenta como un texto de ciencia, en realidad es un instrumento político. El argumento de que la vida es resultado de un diseño inteligente no puede probarse por medios científicos, y no tiene poder para explicar el mundo. Eso no es ciencia", sentenció Gerald Skoog. (FIN/IPS/tra-en/kc/mk/aq/ed-cr/99