La minería podría reemplazar en Ecuador al sector petrolero como principal fuente de ingresos, según una investigación dada a conocer hoy.
El Centro de Estudios y Análisis Mineros (CEA) comparó la explotación minera de este país con la de otros de América Latina y concluyó que esta actividad puede generar riqueza y empleo de tal magnitud que se transformaría en uno de los rubros más importantes de captación de divisas.
Según el estudio, en los últimos cinco años los inversionistas extranjeros fueron atraídos por la geología de la región. Se produjeron importantes descubrimientos y se desarrollaron minas de tamaño importante en Argentina, Brasil, Chile y Perú, aumentando la explotación minera en esos países.
Por la falta de un desarrollo minero similar al de esos países, Ecuador producen ahora 10 toneladas de oro al año, pero se reporta oficialmente apenas una tonelada. Las restantes nueve se negocian en el comercio informal.
Para el CEA, la caída de los precios internacionales del oro obligan a los inversionistas a buscar proyectos con costos inferiores a 150 dólares la onza.
"Ecuador podría ser muy competitivo en este aspecto, ya que sus costos de operación pueden estar en 100 dólares por onza, en algunos casos", aseguró el CEA.
El informe fue conocido en momentos en que los mineros artesanales de Nambija, un pequeño pueblo formado alrededor de la mayor mina de la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, dejan la explotación aurífera en manos de la empresa canadiense Mining Andos SA.
En Zamora Chinchipe, una de las provincias que más dependen de la producción minera, ya hay varias empresas internacionales explotando minerales.
La minas de Nambija, explotadas por el imperio inca y luego por los conquistadores españoles, fueron redescubiertas en 1980. Al año siguiente llegaron 30.000 personas que, atraídas por la fiebre del oro, levantaron carpas y viviendas de madera, creando un caserío que carece de servicios públicos.
En mayo de 1993, el derrumbe de la montaña de Nambija provocó un gigantesco deslizamiento de 15.000 metros cúbicos de tierra y roca que mató a más de 300 personas. Dos años antes, un deslizamiento similar había matado otras 100.
Hasta 1997, cuando llegó la empresa canadiense Mining Andos, la extracción era solamente artesanal.
En junio de este año, el ejército cerró 20 bocaminas de acceso al principal túnel de explotación del oro, con el argumento de que se podía producir un derrumbe similar al de 1993, por el debilitamiento de las paredes debido "a la explotación antitécnica e indiscriminada y las lluvias".
Con resignación, los mineros aceptaron el cierre, pero pidieron que los militares agilitaran la gestión con la compañía para venderles sus derechos individuales de explotación.
El próximo jueves se realizará una reunión entre los mineros y la empresa lleguen a un acuerdo definitivo, con la participación de delegados del gobierno, de las Fuerzas Armadas y de las dos partes en cuestión.
La negociación con Mining Andos comenzó en agosto de 1996, luego de que se elaboró una nómina de mineros que tendrían derecho a indemnización por tener títulos de explotación.
Según el administrador de la empresa, Augusto Medina, 90 por ciento de los títulos de explotación minera ya fueron adquiridos.
Mining Andos paga 2.000 dólares por título y 30 dólares por metro lineal de túnel. Las máquinas (compresores y trituradoras, entre otras) se negocian individualmente.
El presidente de la Asociación de Mineros Autónomos, Edgar Aguilar, informó que todavía quedan 1.087 familias en el área de Nambija porque "hay personas que trabajan hace más de cinco años y no han sido reconocidas".
Los mineros denunciaron que la compañía ya no quiere pagar en dinero sino solamente reubicar sus viviendas en otra zona.
"Queremos que se nos pague", dijo Paulina Terán, dirigente de las mujeres mineras, quien añadió que eso les permitirá buscar otras fuentes de trabajo. "Con el dinero podríamos emprender otros negocios", explicó.
"Si eso no ocurre, regresaremos, porque no nos importa morir aquí, trabajando, antes que salir a la desocupación y matar de hambre a nuestras familias", sostuvo el minero Primitivo Pareja.
"Aquí hay un problema social grave. Nosotros no nos vamos, a menos que nos indemnicen, porque dejamos nuestra vida en Nambija", afirmó el también minero José Morocho.
"Las indemnizaciones que paga la empresa Andos son minúsculas si pensamos que aquí no solo explotará oro, sino plata, cobre y zinc", aseguró Egiberto Terán, otro minero.
Una vez que Mining Andos pague las indemnizaciones, demolerá las 1.500 casas ubicadas en el cerro de donde se extrae el oro.
El paso siguiente será provocar el asentamiento de la montaña con explosiones dirigidas. Luego, Andos monopolizará la explotación del oro de "una forma técnica y sin riesgos", pero, según los mineros, "hay que ver para creer".
Por su parte, Ausberto Zúñiga, uno de los mineros indemnizados, dijo que la explotación artesanal no puede continuar "por la peligrosidad de las minas y porque el oro está cada vez más profundo".
En 1993 se obtenían 10 gramos de oro por tonelada de material extraído. En la actualidad, se extrae solo un gramo.
Según estudios del Instituto Ecuatoriano de Minería, Nambija tiene 900 toneladas métricas de reservas de oro. También hay plata, cobre, zinc, hierro y otros minerales como la scheelita (volframato de calcio).
El CEA calculó que, si se invierte en la extracción de minerales en Zamora Chinchipe y otras provincias, se podría lograr un desarrollo proporcionalmente similar al de Perú, donde la inversión privada en minería alcanzará 16.000 millones de dólares en el 2000, tres veces el Presupuesto de Ecuador.
El total de exportaciones de minerales en Perú será este año de más de 3.000 millones de dólares, suma que será superada en el 2003, cuando entren en operación otras minas que están en construcción.
En ese mismo año, se prevé que Perú pase a ser el quinto productor de oro en el mundo, el cuarto de cobre, el primero de zinc, y ocupará lugares importantes en la producción de antimonio, plata, molibdeno, estaño y otros minerales.
Este fin de semana, en Zamora, la capital de la provincia de Zamora Chinchipe, se reunieron representantes de diversos sectores de la sociedad civil y organismos públicos para considerar mejoras a las condiciones de vida en la zona, que a pesar del oro sigue siendo una de las más pobres del país.
En la reunión, la ministra de Medio Ambiente, Yolanda Kakabadse, destacó la importancia de cambiar los métodos de extracción en las minas, que contaminan los ríos con mercurio y otros productos químicos.
Los mineros pidieron un mayor control del gobierno para las compañías extranjeras que están explotando minerales por "la contaminación que producen y los bajos sueldos que pagan a los trabajadores". (FIN/IPS/kl/mj/if en/99