ECUADOR: Gobierno negocia moratoria de pagos al exterior

Ecuador negocia con el organismos financieros multilaterales la prórroga hasta enero de pagos de su deuda externa, la más alta de América Latina en la relación con el producto interno bruto.

La propuesta presentada en Washington por la ministra de Finanzas, Ana Lucía Armijos, implica diferir las obligaciones, indicó a IPS el subsecretario de Presupuesto, Jaime Carrera.

La propuesta fue elaborada por técnicos del Ministerio de Finanzas y una comisión especial del gobierno dedicada a la renegociación de la deuda.

Carrera aseguró que el resultado de la renegociación, que estará pronta en las próximas semanas para la firma de la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI), será favorable a la economía ecuatoriana.

Tras el anuncio de una posible moratoria, la cotización del dólar respecto de la moneda nacional subió seis por ciento hasta ubicarse en 700 sucres y los bonos Brady de deuda ecuatoriana cayeron en el mercado internacional de 26,5 a 22 centavos de dólar en un día.

Ante la inquietud de los poseedores de bonos Brady, la ministra Armijos aseguró que Ecuador hará "todo lo posible" para cancelar 92 millones de dólares correspondientes a intereses de papeles que vencen a fin de mes.

Algunos empresarios de Guayaquil, principal centro comercial del país, ubicado en la costa del océano Pacífico, sugieren la urgente privatización de las empresas de electricidad y el empleo de esos recursos para la recompra de deuda.

Esa propuesta es bien vista por los poseedores de bonos, entre los que figuran empresarios, ex gobernantes y algunos municipios que recibieron aportes presupuestarios a través de esos papeles.

El diputado Julio Noboa, de Izquierda Democrática, denunció que varios ex ministros de Finanzas, miembros de la Unidad de Reestructuración de la Deuda Externa y las empresa Botrosa, gerenciada por un hermano de la ministra Armijos, adquirieron bonos en 1992.

Esos ex funcionarios cobrarían mes a mes decenas de millones de dólares en intereses, aseguró Noboa.

En abril, tras la propuesta del presidente francés Jacques Chirac de reducir la deuda de los países pobres con el Club de París, que reúne a los gobiernos occidentales acreedores, el gobierno de Ecuador anunció que emprendería una ofensiva diplomática en tal sentido.

Además, pidió a todos los sectores políticos y sociales que se involucraran "en una campaña similar a la que se realizó para superar el problema territorial con Perú".

Días después, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) decidió asumir la propuesta del presidente ecuatoriano Jamil Mahuad de negociar en forma conjunta la condonación de la deuda externa pública. Sin embargo, hasta el momento no se evindencian los frutos de esa medida.

"La deuda significa un peso demasiado duro para el presupuesto de nuestros países y cada vez se hace más difícil pagar sin consecuencias graves para las comunidades", señaló en esa oportunidad Sebastián Alegrett, secretario general de la CAN.

La negociación conjunta de los países andinos fue planteada en diciembre de 1998 por el obispo de la ciudad de Cuenca, Luis Alberto Luna Tobar, al presidente Mahuad, a quien solicitó que lidere una acción al respecto.

"Tiene que intentar un acuerdo internacional con otros países en estado de miseria como Ecuador para no pagar la deuda externa o por lo menos crear sistemas que reduzcan la exigencia de ese pago", dijo el obispo a Mahuad.

Luna Tobar es un duro crítico de la política económica del gobierno ecuatoriano.

"Hay que conseguir que los poderosos cedan un poco y se preocupen algo por los que menos tienen. Ellos han sido más que suficientemente bien pagados y lo han reconocido al reducir el valor de la deuda cuando se ha negociado bien", enfatizó el religioso.

A fines de junio, en la Cumbre América Latina-Unión Europea que se celebró en Rio de Janeiro, Mahuad destacó el alivio de la deuda de las naciones más pobres dispuesto por el Grupo de los Siete (G- 7) países más industrializados.

Sin embargo, Mahuad cuestionó la exclusión de Ecuador, que se encuentra en situación similar a la de muchos de los beneficiados.

El 18 de junio, el G-7 condonó 70.000 millones de dólares de la deuda externa de las naciones más pobres y endeudadas del mundo, entre ellas Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

"En contraste con los esfuerzos que hacemos para salir de la crisis, Ecuador registra índices de pobreza extrema que aumentó 30 por ciento en el último año, tiene la tasa de crecimiento más baja de América Latina y la más alta de inflación", indicó el mandatario.

En su opinión, el país atraviesa esta situación debido a la caída de los precios de los productos de exportación y el fenómeno climático de El Niño, que causó pérdidas equivalentes al 15 por ciento del producto interno bruto (PIB).

"El gasto social es apenas el cuatro por ciento del presupuesto del Estado y no hay recursos para reconstruir la infraestructura destrozada por los fenómenos naturales, mientras se paga en servicios de deuda externa una cifra anual equivalente a ocho por ciento del PIB", señaló Mahuad en Río de Janeiro.

El mandatario destacó que, pese a esta difícil situación, Ecuador ha venido cumpliendo con sus obligaciones externas, pero requiere de mecanismos de alivio.

Para Mahuad, las negociaciones desarrolladas por la ministra de Finanzas en Washington en la última semana son muy importantes para reactivar la economía ecuatoriana.

Mahuad reiteró a IPS su optimismo de que en las próximas semanas el país suscriba la carta de intención con el FMI que se viene negociando desde principio de año.

También afirmó que Ecuador tiene la posibilidad de obtener un alivio de su deuda tras la ayuda ofrecida por Chirac y por el presidente del gobierno de España, José María Aznar, así como por el hecho de que el mundo conoce su alto endeudamiento y a que sufre los efectos de desastres naturales como el fenómeno de El Niño.

Mahuad aclaró que su gobierno no quiere la condonación de la deuda sino conseguir un alivio de acuerdo con lo que el país pueda pagar, con el objeto de mantener abiertas las líneas de crédito en el exterior.

"Quiero que Ecuador siga siendo un país que puede salir adelante. Esa es la imagen que debemos dar", expresó Mahuad

El mandatario subrayó que los países que tienen un sistema de condonación de su deuda externa están condenados a no poder operar líneas de crédito para el futuro.

También dijo que el mundo, a través los modernos sistemas de comunicación, conoce la situación de crisis que vive Ecuador y que no constituye un perjuicio el hecho de que este país propicie el pago de sus obligaciones.

Según "la lógica internacional", los ecuatorianos "dicen que están muy mal y hacen un gran esfuerzo por pagar" y, "por lo tanto, merecen ayuda", manifestó.

Hasta fin de año, el gobierno ecuatoriano debe desembolsar 2.400 millones de dólares para pagar los servicios de la deuda externa y otros 1.500 millones para sanear el sistema bancario, que vive una profunda crisis con la quiebra de 10 entidades en los últimos ocho meses.

La deuda ecuatoriana asciende a 16.000 millones de dólares, la más alta de América Latina en términos relativos, al representar 84 por ciento del PIB.

Cincuenta y dos por ciento del total es adeudado a los bancos privados, 30 por ciento a los organismos multilaterales de crédito y 18 por ciento restante al Club de París. (FIN/IPS/kl/mj/if/99

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