DESARME: Doble discurso de EEUU ante exportación de armas ligeras

Estados Unidos exportó más de un millón de armas pequeñas a países en desarrollo en los últimos tres años, aunque Washington lidera una campaña para adoptar una convención que limite este tipo de comercio en el mundo.

Las armas, en su mayoría pistolas, revólveres y rifles de asalto, se exportaron, en gran parte, a Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Filipinas, Jamaica, México, Sudáfrica, Tailandia y Venezuela.

"Si Estados Unidos en verdad pretende disminuir el flujo de armas pequeñas y ligeras debería dar el ejemplo restringiendo la venta de pistolas y revólveres a los países en desarrollo", dijo Erik Floden, del Fondo para la Educación-Consejo para un Mundo Habitable, con sede en Washington.

Durante un período de tres años que finalizó en septiembre, el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos autorizó la venta de cerca de 71.000 pistolas y revólveres a Sudáfrica, un país que tiene unos 73.000 soldados activos en su ejército.

Sólo el año pasado, Estados Unidos vendió unas 9.300 armas pequeñas a Argentina, 8.000 a El Salvador, 20.400 a Filipinas, 9.200 a México, 24.000 a República Dominicana, 9.650 a Tailandia, y 89.000 a Venezuela.

Floden dijo que la campaña de Washington a favor de una convención que limite el comercio de las armas ligeras claramente demuestra "poca sinceridad" porque distingue entre armas "legales e ilegales".

"La convención controlará el comercio ilegal de armas, pero no el legal", explicó. Estados Unidos quiere ser considerado un país activo en el control de armas, pero en realidad no lo es, agregó.

"Todas las armas son para matar, sin importar si se venden legal o ilegalmente", dijo Floden a IPS.

Al dirigirse a la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color el mes pasado, la secretaria de Estado (canciller) Madeleine Albright dijo que Estados Unidos estaba "negociando un acuerdo mundial para evitar la fabricación o venta ilegal de armas de fuego".

Albright propuso que se redacte una nueva convención sobre la base de un tratado similar celebrado entre estados de América Latina y el Caribe.

La Convención de la Organización de Estados Americanos contra el Tráfico Ilegal de Armas, firmada por 35 estados miembros de la región en noviembre de 1997, obligó a las naciones de América Latina y del Caribe a restringir la venta de armas pequeñas a grupos armados y zonas de conflicto.

Floden dijo que Washington procura limitar sólo el comercio de armas "ilegales" por dos razones. Primero, evitaría contrariar a los poderosos grupos de presión en Estados Unidos que defienden el uso de las armas de fuego.

En segundo lugar, esa convención dejaría la puerta abierta para las exportaciones estadounidenses de armas pequeñas y ligeras que Albright consideró "legítimas".

"Este enfoque deja de lado un hecho clave. Las ventas legales de armas de Estados Unidos y otros países pueden, igual que las ilegales, ser desviadas para propósitos viles", dijo Floden.

En una reunión de la Comisión de Desarme de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizada en abril, Washington declaró que no aceptaría limitar la exportación de armas a grupos armados en el extranjero, incluso si eran percibidos por otros como organizaciones "terroristas".

"Quiero dejar en claro que Estados Unidos no puede firmar una prohibición general a la exportación de armas que sólo permita la venta a los gobiernos", dijo Katharine Crittenberger, al hablar en nombre de la delegación estadounidense.

"En la mayoría de los casos se trata de una política sensata, pero en otros podría ser moralmente inaceptable prohibir a grupos o individuos que se defiendan contra la persecución de tiranos", dijo a la Comisión.

No obstante, Washington sigue adelante con su campaña para limitar la venta de armas en la ONU.

En julio, el embajador estadounidense Peter Burleigh dijo que "todas las naciones que venden armas pequeñas y livianas o que participen en el tráfico o flujo de esas armas, son responsables de dar la espalda a la destrucción que causan".

"Deberíamos actuar juntos para disminuir el tráfico de las armas a las zonas en conflicto. Las negociaciones para la convención mundial deben concluir tan pronto como sea posible", agregó.

Un panel de expertos de la ONU recomendó el mes pasado convocar una conferencia internacional para ayudar a restringir el "comercio ilegal de armas pequeñas y livianas".

La Asamblea General de la ONU, que comenzará sus sesiones de este año a mediados de septiembre, establecerá un comité preparatorio para trabajar en la logística y la agenda de la conferencia propuesta.

Se prevé que la conferencia, que cuenta con un gran apoyo de Estados Unidos, se realizará en Ginebra, posiblemente antes del año 2001.

El grupo de 23 expertos, presidido por Mitsuro Donowaki, de Japón, dijo que el objetivo de la conferencia debería ser desarrollar y fortalecer las gestiones internacionales para evitar, combatir y erradicar el comercio ilegal de armas pequeñas y ligeras.

Actualmente, hay más de 500 millones de piezas de artillería en circulación, la mayoría armas pequeñas producidas por países industrializados. De estas, unos 55 millones son rifles de asalto AK-47 fabricados por Rusia, de los cuales siete millones están en circulación sólo en Africa occidental.

De acuerdo con la ONU, alrededor de 40 por ciento del comercio mundial de armas pequeñas (pistolas semiautomáticas, ametralladoras, morteros livianos, minas terrestres, granadas y misiles livianos) podrían clasificarse como tráfico ilegal. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/at/aq/ip/99

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