La nueva Policía Federal Preventiva (PFP), que ya combate en México al crimen organizado con impecable uniforme y reluciente equipo, constituye la piedra angular de la estrategia del gobierno contra la violencia.
Los miembros de la nueva policía, de esbelto aspecto, iniciaron sus labores en los aeropuertos de las ciudades de México, Tijuana (norte) y Guadalajara (occidente) y el puerto de Cancún, en el Caribe.
La misión de este nuevo cuerpo policial es dar la batalla al tráfico de drogas, indocumentados, armas y explosivos y los asaltos carreteros y cambiar la imagen de corrupción proyectaron las viejas fuerzas de seguridad en los últimos años.
El secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Diódoro Carrasco, pidió a los miembros de la nueva corporación observar una conducta intachable y ofrecer resultados contundentes. al presentar el miércoles el esquema de operación de la PFP.
La también llamada policía nacional inició labores en los aeropuertos de las ciudades de México, Tijuana (norte), Guadalajara (occidente) y en el puerto de Cancún, en el Caribe.
Carrasco definió a la PFP como columna vertebral del sistema nacional de seguridad pública y destacó el sofisticado equipo, la organización, el desempeño profesional y los valores éticos de los efectivos que pretenden dotar de un nuevo rostro a la desprestigiada policía mexicana.
En los últimos años, decenas de policías debieron ser suspendidos, inhabilitados o destituidos de sus cargos por sus vínculos con organizaciones criminales.
En México operan siete de las 12 más poderosas bandas de narcotráfico del mundo, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de México.
Estas organizaciones obtendrían ganancias de entre 15.000 y 30.000 millones de dólares, 800 millones de los cuales se destinan a sobornar a funcionarios, según una investigación de las Universidad Nacional Autónoma de México.
Superado sólo por Colombia, este país latinoamericano ocupa el segundo lugar mundial por el número de secuestros que ocurren en su territorio: uno cada tres horas, informó la firma israelí de consultoría Gropesa.
México gastó el año pasado unos 350 millones de dólares en concepto de seguridad y para este año la cifra superará los 900 millones de dólares, informó el Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Más de 500 millones de dólares se destinarán a adquirir 4.539 vehículos y 15.796 armas, equipar 51 laboratorios de criminología y construir y rehabilitar instalaciones carcelarias.
La creación de la PFP fue anunciada en enero y es el resultado de la fusión de la Policía Federal de Caminos, la Policía Fiscal y la Policía Migratoria, a las que se sumarán 5.000 efectivos militares.
Carrasco admitió el rezago en la lucha oficial contra la delincuencia, causa de desconfianza de la población en las autoridades, pero afirmó que la PFP es "la respuesta institucional para que jamás el crimen rebase al Estado".
La policía nacional, que no sustituye sino que se suma a otras corporaciones como la Bancaria o la Preventiva, fue creada con una inversión de 120 millones de dólares y realizará actividades de inteligencia, inspección y vigilancia de fronteras, carreteras, aeropuertos, puertos y edificios federales.
Con la llamada Fuerza Federal de Apoyo, atenderá los aspectos de protección de personas y propiedades públicas y operaciones antiterroristas, mientras un Instituto de Formación instruirá a policías de carrera, capacitará técnicos y brindará especialización a los agentes.
El comisionado de la PFP, contralmirante Wilfredo Robledo, calificó como de "institución de excelencia" a la corporación que comanda y ofreció soluciones inmediatas ante "una situación de emergencia", aunque pidió tiempo "para cambiar a fondo problemas estructurales".
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