DERECHOS HUMANOS: Gobiernos obstruyen labor de grupos indígenas

Algunos gobiernos oponen tácticas para impedir la aprobación de resoluciones y declaraciones que interesan a los pueblos indígenas, denunció una experta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La presidenta y relatora del Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas, Erika-Irene A. Daes, juzgó "inaceptable" la actitud de ciertos gobiernos que obstruyen las labores de otro grupo de trabajo de la ONU.

Las maniobras obstruccionistas en el grupo de trabajo creado por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para elaborar un proyecto de declaración sobre los derechos de los pueblos indigenas, determinaron que en cinco años de discusiones sólo se hayan aprobado tres artículos.

Daes se excusó en una rueda de prensa por no identificar a los Estados a los que acusaba, pero Willie Littlechild, un dirigente indígena que representa a la etnia cree de Canadá, señaló que se trataba de los miembros del llamado Grupo de Kansas, formado por Australia, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelandia.

Según Littlechild, una de las tácticas empleadas por los representantes de esos gobiernos consiste en interrumpir reiteradamente las discusiones del grupo de trabajo con la pregunta "¿Quiénes son los pueblos indígenas", y lograr así que el debate se disperse.

El dirigente aseguró que el objetivo de esos Estados es "negar el derecho a la autodeterminación" de los pueblos indígenas.

El Grupo de Kansas "se rehusa a reconocernos como pueblos" y emplea las dilaciones como táctica, a través de la presidencia del grupo de trabajo, que ocupa el peruano José Urrutia, sostuvo Littlechild.

Daes explicó que los representantes aborígenes han pedido a la presidencia que aplace el debate de los puntos más polémicos, como el del derecho a la autodeterminación, pero no lograron que se avance en la discusión de artículos menos controvertidos, como los relacionados con salud, educación y otros aspectos sociales y económicos.

De esa manera, el organismo se enfrasca en temas más arduos, como el de las nacionalidades, pero cuando un texto definitivo parece a punto de aprobarse, algún delegado reabre el debate al exigir el cambio de un verbo o de una palabra, lamentó la experta, de origen griego.

Urrutia, que según Daes es "una persona muy amable", acepta entonces esa propuesta, y deja en suspenso el artículo observado del proyecto de declaración.

Daes aseguró que la reiteración de esos métodos obstruccionistas se podrá comprobar durante el período de sesiones del grupo de trabajo en octubre próximo, en Ginebra.

Littlechild destacó, por otra parte, la elevada participación de representantes de las poblaciones autóctonas, con unos 1.000 delegados, durante las sesiones del grupo de trabajo sobre poblaciones indígenas, en la última semana de julio.

En contraste, la Organización de Estados Americanos (OEA) debate actualmente en Washington una declaración regional sobre la cuestión indígena, con escaso derecho de participación reconocido a las comunidades autóctonas, señaló.

Daes juzgó "antidemocrático" que las decisiones internacionales que afectan a los pueblos indígenas y a sus territorios se discutan sin la presencia de representantes de esas comunidades.

El interés creciente de los pueblos indígenas por participar de las grandes asambleas mundiales se debe a que esas comunidades aún sufren y se encuentran bajo presión de los gobiernos, dijo Daes.

Las poblaciones aborígenes enfrentan, entre muchas otras penurias, problemas de salud, de acceso a la educación, de viviendas precarias, de alcoholismo y de desempleo, indicó. (FIN/IPS/pc/mp/hd ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe