rostro, una historia personal bien contada por un diario logran conmover y movilizar a miles de personas, pero la maginitud de las grandes tragedias internacionales, de las violaciones masivas de derechos humanos pasa virtualmente desapercibida.
Esta constatación del secretario general de Amnistía Internacional (AI), Pierre Sane, es uno de los principales temas de reflexión y debate d e los 450 delegados de 160 países que este fin de semana iniciaron el Consejo Internacional bianual de AI en la tranquila península de Troia, 40 kilómetros al sur de Lisboa.
Los derechos humanos, segun AI, no sólo son violados cuando se perpetra un genocidio o un atentado a la vida de las personas. Son tambien sistemáticamente atropellados cotidianamente en el puesto de trabjo, por empresas que rara vez reconocen los derechos de sus trabajadores, en especial los de los inmigrantes.
La clasura oficial de la reunión será el 22 de agosto. Un dia antes , debatirá la situación en la ex colonia portuguesa de Timor Oriental, invadida por Indonesia en 1975, pais que, segun AI, es responsable por la muerte de un tercio de los 650.000 habitantes del territorio.
El 30 de agosto, se realizará un referendo organizado por las Naciones Unidas (ONU) en que los timorenses deberán decidir entre una autonomía regulada por Yakarta o la fundación de un nuevo Estado. AI denunció un clima de terror, a causa de la acción de milicias pro-indonesias y la policía, que ha costado más de 300 muertos en dos meses.
Segun Amnistía, los problemas del mundo actual no se reducen la crucial batalla por la abolición de la pena de muerte o a denunciar las torturas practicadas por las fuerzas de seguridad de todo el mundo, incluídos los países del norte industrializado.
La organización subraya que ahora se trata de detener genocidios, como los ocurridos recientemente en Rwanda, Burundi, Angola y los Balcanes, y de establecer los derechos laborales como parte inseparable de los derechos humanos fundamentales.
Al dar la bienvenida a los delegados durante la inuaguración oficial del encuentro, en la noche del viernes, el presidente socialista luso Jorge Sampaio, defendió con vigor la abolición de la pena de muerte, uno de l os objetivos de AI que encuentra en Estados Unidos y China sus principales adversarios.
"La pena de muerte no debería existir en ninguna comunidad civilizada", expresó Sampaio.
Asimismo, aunque sin mencionarlo explicitamente, se refirió al caso de l ex dictador chileno (1973-1990), general Augusto Pinochet, bajo arresto domiciliario en Londres desde el 16 de octubre del año pasado, tras una demanda de extradición presentada por el juez español Baltasar Garzon, p or címenes de tortura, asesinato y genocidio.
"Los derechos humanos ya no son un problema interno de cada Estado. La condena de sus violaciones, sobre todos cuando asumen un carácter sistemático, son preocupacion de toda la comunidad internacional", dijo Sampaio, apoyado por Sane cuando pidio "acabar con la impunidad de quienes violan los derechos humanos".
Amnistía Internacional es uno de los principales promotores del establecimiento de un Tribunal Penal Internacional independiente y con jurdisdicción universal, acordado hace un año por una conferencia mundia l organizada por la ONU en Roma, y al cual se oposieron siete países, entre ellos Estados Unidos, China, India e Israel.
Estados Unidos, principal sostén de los tribunales de la ONU para Rwand a y Yugoslavia – que ordenó la captura del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic – es también el mayor obstáculo para la creación de un cuerp o penal independiente con jurisdicción sobre ciudadanos norteamericanos.
Una buena parte del discurso inaugural de Sane, fue dedicado al origen de AI, precisamente en un caso ocurrido en Portugal durante la dictadura instaurada en 1926, que más tarde se inspiró en la Italia fascista.
En 1960, el abogado británico Peter Benenson leyó en el periódico i nglés "Daily Telegraph", el caso de dos estudiantes de la Universidad de Lisboa, que por el solo hecho de haber levantado sus copas para brindar por la libertad de Portugal, fueron condenados a siete años de prisión.
Un año mas tarde, en 1961, Benenson fundó AI, una organización que en los tiempos actuales se ha convertido en el más respetado —y la vez temid o no sólo por dictadores – grupo de defensa de los derechos humanos en el mundo.
En rigor, Portugal debiò haber sido designado sede de los actos de celebración de los 40 años de AI en 2001, en su calidad de "pais inspirador" y donde, además su presidente, Sampaio, fue uno de los más destacados dirigentes estudiantiles de oposicion a la dictadura salazarista en la decada de 1960.
El actual Consejo Internacional, en cambio, restaba programado para Marruecos. Sin embargo, una de las últimas decisiones tomadas por el rey marroquí Hassan II antes de su muerte a fines del mes pasado, fue prohibir la realización del encuentro.
Segun analistas calificados presentes en la cita de Troia, para muchos gobernantes en el mundo, AI ya no es sólo una organización incómoda por su sistemática denuncia a la violación de los derechos humanos "clasicos' ' (políticos).
Las nuevas batallas anunciadas por AI incluyen temas nuevos tales como la responsabilidad de las corporaciones transnacionales, las que de acuerdo a Sane, "tienen no sólo la responsabilidad de respetar los derechos humanos, sino también el deber de usar su influencia en los países donde actúan".
¿Ejemplos? Según Sane, son muchos, tal vez demasiados, pero "basta mencionar los casos de Birmania, Chile, Nigeria o Colombia" para a travé s de ellos, identificar los grandes campos de batalla de AI en el nuevo siglo. (FIN/IPS/mdq/ak/wd-hr/99)
