No sólo el "último eclipse del milenio" ensombre ció esta semana la muerte del teniente coronel portugués Ernesto Melo Antunes, sino también el deceso de Jennifer Patterson, una cocinera inglesa de 71 años.
Melo Antunes, líder intelectual de la "revolución de los claveles" que terminó en 1974 con 40 años de dictadura en Portugal, mereció cin co líneas sin título agregadas al final de una nota de 48 líneas, con título a tres columnas, dedicada por el "International Herald Tribune" a Jennifer Patterson.
El diario español El País, en cambio, le dedica una página entera a Melo Antunes y ni una sola línea a Patterson.
Patterson era famosa por un programa culinario de televisión de la BBC (Two Fat Ladies -Dos señoras gordas), desde donde promovía desde 1996 el uso de abundante manteca, grasa y carnes rojas.
Por las descripciones periodísticas, se sabe que las únicas cosas en común entre Melo Antunes y Patterson eran la adicción al cigarrillo, y s u desenlace, el mismo día (martes 10), a consecuencia de de un afección idéntica: cáncer al pulmón.
Pero, inocentes ambos de las jerarquizaciones y prioridades de la prensa "global", cada uno caracteriza a su manera una rebelión frente a los inflexibles valores dominantes del período de la globalización, que a muchos parece grotesca.
Melo Antunes murió, por ejemplo, creyendo que la obligación de la democracia es garantizar la equidad social, mientras Patterson terminó su s días denunciando la represión de la "policía saludable" de Estados Unidos, que prohibe mucho más de lo que permite.
Hace exactamente 24 años, en el verano de 1975, cuando Portugal ardía en la efervescencia revolucionaria, Melo Antunes jugó un papel controvertido al oponerse, a riesgo de una guerra civil, al sector más radical del Movimiento de las Fuerzas Armadas.
Pero mientras algunos celebraban un posible retorno al autoritarismo militar, Melo Antunes volvió a sorprender, explicando en televisión que el objetivo de los militares era la democracia más amplia y un profundo cambi o social y económico, no nuevas persecuciones.
"Su actitud moderada fue decisiva frente a la amenaza totalitaria que atravesamos" en 1975, comentó el ex presidente socialista portugués, Ma rio Soares, en los funerales del oficial.
Jennifer Patterson y su colega Clarissa Dickson protagonizaron desde 1996 el programa 'Dos señoras gordas' producido por la cadena británica BBC, que consiguió un éxito inmediato tanto en Gran Bretaña como en Es tados Unidos, al interpretar probablemente algunas angustias secretas, pero masivas.
Aunque la idea fue de la BBC – ellas no se conocían – ambas comenzaron a desarrollar un lenguaje que el "Herald" califica de "excéntrico" porqu e "ofrecían a los espectadores platos cargados de colesterol que ellas preferían en sus propias casas".
La redactora del artículo destaca – no sin un dejo de alarma – que en u n programa llamado "Carne" se presentó un receta de "un trozo de carne envuelto en tajadas de tocino, cordero guisado, filetes de de res y pollo frito".
"Yo culpo a los norteamericanos por el miedo a la carne roja y a la grasa que se ha difundido por toda Inglaterra", Paterson dijo, según el diario, "mientras tomaba un trago de vodka en un restaurant antes de salir a la calle para fumar un cigarillo antes del almuerzo".
Para fumar, beber y comer grasa en público, en ciertos lugares, se requiere a veces de una fuerte dosis de valor. Mucho más aún para ser go rdo o gorda y sin complejos. O para criticar la economía de mercado.
Pero Melo Antunes era un militar más conocido por su afición a los libros que a las armas, la disciplina ciega o la carne. Fue el redactor del manifiesto ideológico de la revolución portuguesa del 25 de abril de 197 4, y gustaba de las sobremesas largas y profundas.
"Era, si, un fumador empedernido, gran aficionado a los Galoises, de tabaco negro, sin filtro, los más fuertes del mundo", recuerda el periodista chileno Mario Dujisin, quien hizo amistad con el entonces mayor de Artillería en el período álgido de la revolución.
"Nunca vi a un militar más incómodo en su uniforme. Le quedaba mal. El historiador César de Oliveira, fallecido el año pasado, solía decir qu e Melo Antunes en uniforme parecía un policía de tránsito del último b arrio de Lisboa", agrega Dujisin.
Al revés que otros militares golpistas, al consolidarse la democracia portuguesa, Melo Antunes se dedicó a actividades intelectuales. Se unió a la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en calidad de Subsecretario General, entre 1986 y 1991.
Melo Antunes jugó un papel decisivo en la consolidación de la democra cia en el continente europeo. El ejemplo portugués abrió camino a la apertur a democrática en España y en Grecia, y con ello al ingreso de los tres pa íses más pobres de Europa occidental (junto a Irlanda) a la Unión Europea.
Patterson probablemente no tendrá la misma trascendencia, aunque para e l Herald Tribune o la BBC merezca mucho más espacio. Decenas de millones de británicos y norteamericanos saben quien es ella y nunca sabrán quien er a el teniente coronel portugués.
Para muchos, las figuras paralelas de un militar antimiltarista y de una cocinera gorda y bebedora, ambos fumadores y muertos de cáncer al pulmón , sean el símbolo mismo de la extravagancia o su equivalente, el inconformismo, en una época de temores, incertidumbre, abstinencias, intolerancia racial, bombardeos e ideología única. (FIN/IPS/ak/eu- ce/99 )