El gobierno de Chile salió hoy al paso del pesimismo general y afirmó a través del ministro de Economía, Jorge Leiva, que este año habrá un crecimiento del producto interno bruto (PIB), pese a la tendencia recesiva que marcan las estadísticas.
Leiva dijo que, en contraste con la caída de 2,9 por ciento del primer semestre, en el tercer trimestre el PIB será superior a cero por ciento y que al final de 1999 "las cifras aparecerán claramente en azul".
La caída del PIB en el primer semestre, divulgada el lunes por el Banco Central, fue mayor a lo esperado y tendió un manto de duda sobre las previsiones del gobierno acerca de una franca recuperación de la actividad en los últimos meses del año.
El PIB tuvo una caída de 3,6 por ciento entre abril y junio, lo cual representa la mayor baja trimestral en los últimos 16 años, superada sólo por el retroceso de ocho por ciento que tuvo este indicativo en el primer trimestre de 1983.
La mayoría de los analistas estima que, en el mejor de los casos, el PIB se estancará en 1999, en un "crecimiento cero", pero lo más probable es que el año se despida con un registro recesivo, traducido en una caída del PIB entre 0,3 y 0,4 por ciento.
Esta sería la primera baja anual en la economía chilena, que acumula tasas positivas del PIB desde 1984, luego de la crisis de comienzos de la pasada década, que provocó caídas de 13,5 por ciento en 1982 y 0,5 por ciento en 1983.
El Banco Central, que trazó inicialmente una meta de crecimiento del PIB de uno por ciento para este año, la rebajó luego a 0,5 por ciento, pero también este segundo objetivo tendrá que ser revisado.
Lo mismo ocurrirá con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que a comienzos de agosto estimó para Chile un crecimiento en torno a 0,5 por ciento, en el contexto de una caída de 0,4 por ciento del PIB regional en este año.
La esperada recuperación a partir del segundo semestre está puesta en tela de juicio, ya que las primeras señales hacen prever para julio otra caída del PIB, de cinco por ciento, según el economista y profesor universitario Erick Haindl.
Para que el año cierre con un incremento del PIB de 0,5 por ciento se necesitaría, además de cerrar el tercer trimestre en cero, crecer en el cuarto trimestre en ocho por ciento, lo cual es descartado por casi todos los expertos.
El economista Guillermo Patillo, de la Universidad de Santiago, cree posible estabilizar el PIB en el tercer trimestre y luego incrementarlo "para terminar el año con un crecimiento probablemente muy bajo, cercano al 0,1 o 0,2 por ciento".
El optimismo de Patillo fue superado por el ministro Leiva, quien apuesta a crecer ya entre julio y septiembre. "Esperamos que este tercer trimestre sea, si no claramente positivo, por lo menos superior a cero por ciento", dijo.
"Existe un enorme rezago entre lo que pasa en la economía y lo que muestran las cifras", acotó Leiva, añadiendo que "desde agosto la economía no ha estado cayendo, sino que se ha mantenido plana".
El ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, y el presidente de la empresarial Confederación de la Producción y el Comercio, Walter Riesco, advirtieron también el lunes que ese rezago estadístico alienta el pesimismo.
"Estamos presos de una trampa estadística", comentó Aninat. "Lo importante es que los sectores productivos miren hacia adelante", ya que el pasado "lo verán los historiadores".
Sin embargo, Aninat admitió que en el primer semestre la economía tuvo un desempeño por debajo de lo previsto por el gobierno. "Siempre había pensado que iba a ser frío, pero no a nivel de congelamiento", graficó el ministro.
Esta situación no sólo afectó a Chile, sino a toda América Latina, comentó Aninat, quien concluyó que los problemas recesivos se deben principalmente a las presiones internacionales. (FIN/IPS/ggr/ag/if/99