Canadá logró por sexto año consecutivo el mayor Indice de Desarrollo Humano (IDH) medido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pero activistas sociales señalaron que esto no debe ocultar las malas condiciones de vida de las minorías.
Según los críticos, la buena vida se limita a los canadienses de clase media y alta que no fueron afectados por la creciente brecha entre ricos y pobres.
Dirigentes de grupos indígenas afirmaron, a su vez, que 800.000 integrantes de esas etnias no participan de la riqueza del país ni de los servicios educativos y sociales elogiados por los autores del Informe sobre Desarrollo Humano 1999, divulgado el mes pasado.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano (PNUD) advirtió, al comentar el primer puesto de Canadá, sobre la creciente brecha en la distribución del ingreso y la necesidad de que se busquen soluciones a las cuestiones sociales, incluyendo la pobreza de los aborígenes.
El IDH fue creado por el PNUD en 1990, para reemplazar las mediciones simples de ingreso por persona y de producto interno bruto por una medida más amplia del bienestar de las poblaciones, en cada país, que tiene en cuenta la esperanza de vida, los logros educativos y una medición ajustada del ingreso.
"La verdadera riqueza de una nación está en su gente", se afirmó en el primer Informe sobre Desarrollo Humano.
"El propósito del desarrollo es crear un ambiente propicio para que las personas tengan vidas largas, saludables y duraderas. La simple pero poderosa verdad es con frecuencia olvidada en la búsqueda de riqueza material y económica", añadió el PNUD en aquella ocasión.
Canadá está en el lugar número 12 en cuanto a la medición del ingreso por persona, con 5.000 dólares menos que Estados Unidos y también por debajo de Suiza, Kuwait y Brunei, pero tiene el mayor índice de alfabetización y la tercera expectativa de vida más alta, después de Islandia y Japón.
Según el PNUD, Canadá gasta bien su dinero. Italia tiene un ingreso por persona similar, pero está en el lugar 19 en términos de IDH, porque su tasa de alfabetización es 25 por ciento menor que la de Canadá.
El último Informe sobre Desarrollo Humano "es un logro extraordinario para todos nosotros y debemos estar orgullosos de este resultado", dijo el ministro de Recursos Humanos canadiense, Pierre Pettigrew.
El PNUD también clasifica a los países según un Indice de Pobreza Humana (IPH). La ubicación de Canadá según ese criterio no fue mencionada por los políticos pero ha sido destacada por los activistas sociales.
El PNUD ubicó a Canadá en el noveno lugar entre 17 países industrializados en términos de IPH (en este caso, a menor índice de pobreza corresponde un lugar más alto en la lista), porque 11,7 por ciento de la población (una cifra conservadora según los activistas) vive por debajo de la línea de pobreza.
Nueve por ciento de los canadienses mueren antes de cumplir 60 años, y la sexta parte de la población es analfabeta funcional. La lista de IPH fue encabezada por Suecia, donde sólo 6,7 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza.
Estados Unidos, donde 19,1 de la población vive debajo de la línea de pobreza, mostró la mayor desigualdad en la distribución del ingreso.
Los críticos afirmaron que el Indice de Desarrollo Humano sólo midió el bienestar de los canadienses blancos que viven en las ciudades, y señalaron que la mayoría de las personas pobres y analfabetas con probabilidades de una muerte temprana son aborígenes, que representan aproximadamente 3 por ciento de la población.
La mayoría de los habitantes de las 600 reservas indígenas del país, que en general están en áreas yermas o en tierras de labranza marginales, no tienen empleo ni acceso a educación secundaria o servicios de salud.
En muchas reservas indígenas no hay suficientes casas, y con frecuencia dos o tres familias deben compartir una vivienda pequeña.
A comienzos de este año, dirigentes indígenas del norte de la provincia central de Manitoba produjeron una película sobre las difíciles condiciones en las que viven, que mostraba a las personas de una reserva subártica viviendo en una casa parcialmente construida con láminas de plástico.
La esperanza de vida en las reservas indígenas es unos 10 años menor que el promedio nacional. Muchas comunidades carecen de suministro de agua, redes de alcantarillado, hospitales y carreteras que las unan con el mundo exterior.
En las ciudades, muchas de las personas que no tienen hogar son indígenas que abandonaron las reservas para buscar trabajo y se volvieron adictos al alcohol y las drogas. Según los trabajadores sociales, la mayoría de las prostitutas en las ciudades canadienses occidentales son jóvenes indígenas.
"En realidad hay dos países en Canadá. El de la clase media urbana y los suburbios ricos, y el de las reservas indígenas, donde los integrantes de las etnias aborígenes están al margen de la generosidad de su propio país", dijo Phil Fontaine, jefe de la Asamblea de las Naciones Aborígenes.
El ingreso promedio por persona del 20 por ciento más rico de la población es más de cinco veces mayor que el del 20 por ciento más pobre (32.110 dólares en comparación con 5.971 dólares).
"Adelante, disfruten de la gloria por un minuto. Luego den vuelta la página y vean lo que dice el PNUD acerca de la pobreza en este país", declaró David Ross, director ejecutivo del Consejo Canadiense de Desarrollo Social.
"Después arremánguense y hagan algo por los niños pobres y por quienes no tienen un hogar, y hagan de este país el número uno para todos y no sólo para algunos", añadió.
El número de niños que viven en la pobreza aumentó en más de 400.000 desde 1989, y hoy el total llega a 1,4 millones. En 1989, la Cámara baja del parlamento votó por unanimidad un proyecto con el objetivo de que la pobreza infantil estuviera erradicada el año 2000.
"Todo lo que hicimos desde entonces fue aumentar esa pobreza", dijo Alexa McDonough, dirigente del opositor Nuevo Partido Democrático (socialdemócrata).
De todos modos, algunos observadores opinan que Canadá es un país que no puede perder, porque tiene 30 millones de habitantes en un territorio apenas más pequeño que China y el Tibet, rico en madera, metales y petróleo, y gran parte de la tierra cultivable todavía no ha sido trabajada.
Sin embargo, el país nunca pudo resolver el problema de la desigualdad regional.
La riqueza se concentra en la región sudoriental y densamente poblada de los Grandes Lagos, cuyo centro es Toronto. Los habitantes de la región de la costa atlántica, y especialmente los de lugares que dependían de la industria pesquera, ahora en quiebra, viven en la extrema pobreza.
En la región occidental, las personas dependen de las industrias minera, agrícola y forestal, que fueron duramente golpeadas por la caída de los precios de los productos básicos y la recesión en Asia.
El IDH también revela la existencia de un punto débil en el terreno de las oportunidades para las mujeres. Canadá es el país número uno en cuanto al acceso de la mujer a la educación y servicios de salud, pero está en cuarto lugar en la creación de oportunidades económicas para las mujeres.
Pettigrew dijo que el gobierno no ignora los problemas del país. "Trabajamos muy duro para erradicar la pobreza infantil, pero todavía queda mucho por hacer", comentó.
"Como sociedad, debemos asegurarnos de hacer más cosas para erradicar la pobreza en este país. Nuestro gobierno, que alcanzó recientemente el equilibrio de las cuentas públicas, dispone ahora de un margen para ocuparse mejor de los problemas sociales", agregó. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/at/mp/hd/99