El presidente de Argentina, Carlos Menem, anunció en esta capital que no irá a la Cumbre Iberoamericana de La Habana, si su par chileno, Eduardo Frei, se rehúsa a asistir en protesta por la actitud de España en el caso Pinochet.
Frei, a su vez, reiteró la decisión de no participar en la cumbre convocada para noviembre en la capital de Cuba, ya que a su juicio en la comunidad iberoamericana no se están respetando los convenios suscritos sobre gobernabilidad y territorialidad de la justicia.
El conflicto creado por el arresto en Londres hace 10 meses del ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990) y su probable extradición a España concentró el interés periodístico en torno del comienzo de la última visita como mandatario de Menem a Chile el viernes.
Los presidentes Menem y Frei se reunieron el jueves en la ciudad argentina de San Salvador de Jujuy para inaugurar un gasoducto y viajar luego al norteño puerto chileno de Mejillones, donde concluye el trazado de 941 kilómetros de la obra.
Ambos llegaron en horas de la noche a Santiago para reunirse el viernes con unos 200 empresarios y firmar más tarde una serie de acuerdos que consolidan el proceso de integración iniciado por los dos países fronterizos en 1991.
Desde entonces, los mandatarios chileno y argentino celebran dos reuniones anuales. Este es el último encuentro oficial de Menem y Frei, cuyos mandatos finalizan el próximo 10 de diciembre y el 11 de marzo del 2000, respectivamente.
En una ceremonia especial en el palacio de gobierno de La Moneda, los presidentes intercambiaron los textos de la ratificación legislativa en sus países del tratado sobre Campos de Hielo Sur (Hielos Continentales para los argentinos).
Este tratado, cuyo proceso de ratificación finalizó en junio, implica la solución del último diferendo limítrofe pendiente entre los dos países que en 1978 estuvieron al borde de una guerra y que hasta 1991 mantenían 24 contenciosos.
Menem y Frei firmaron acuerdos sobre coproducción de unidades navales, vuelos humanitarios, transporte en zonas fronterizas y cooperación científico-tecnológica, que "nos posicionan en la relación para el siglo XXI", según dijo el gobernante chileno.
En una declaración conjunta, resaltaron la buena disposición de las Fuerzas Armadas de los dos países, que avanzaron en los últimos años en el establecimiento de medidas de confianza en la seguridad y defensa e iniciaron ejercicios militares conjuntos.
La declaración ratifica que el Mercado Común del Sur (Mercosur) es el referente para la integración regional y consigna el apoyo argentino al ingreso de Chile como miembro pleno del bloque, al cual está asociado desde octubre de 1996.
Se trataría de buscar una ruta de adhesión plena de Chile al Mercosur al margen de la unión aduanera conformada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay bajo un sistema arancelario diferente al que este país mantiene desde la década de los años 70.
Esta última cita Menem-Frei marcó el corolario de una fructífera integración bilateral que deja como uno de los pocos puntos pendientes la ratificación de un Tratado Minero, que se espera lograr en los próximos meses.
El encuentro del jueves en Jujuy tuvo como marco algunos incidentes durante protestas de desempleados contra la política económica de Menem y manifestaciones de grupos ambientalistas opuestos al paso del gasoducto por áreas pobladas.
Organizaciones ambientalistas también realizaron en su oportunidad manifestaciones contra el primer gasoducto binacional, que va desde la provincia argentina de Neuquén hasta Santiago, inaugurado por los dos presidentes en 1997.
En el ámbito político, Menem agradeció el respaldo chileno a las reivindicaciones que Argentina mantiene sobre las Islas Malvinas y reiteró su apoyo a Frei en el conflicto con Gran Bretaña y España por la detención de Pinochet.
El asunto fue planteado en el encuentro con los empresarios por Manuel Riesco, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, un abierto partidario del ex dictador que acusó a los dos países europeos de avasallar la soberanía chilena.
Pinochet, de 83 años, debe enfrentar desde el 27 de septiembre en una corte londidense el proceso por el pedido de extradición de España, pero existen gestiones para que se le libere por razones humanitarias a raíz de su deteriorada salud.
"Si Chile no concurre a esa cumbre (Iberoamericana de La Habana), tampoco concurrirá la República Argentina", dijo Menem, cuyas palabras fueron recibidas por aplausos por parte de los hombres de negocios.
El presidente argentino plantea desde 1998, junto con países centroamericanos, un boicot a la cita en Cuba para expresar así su protesta por el carácter del régimen político que encabeza Fidel Castro.
La comunidad iberoamericana, que comprende a las naciones de América Latina, más España y Portugal, tuvo su anterior cumbre en la ciudad portuguesa de Oporto en el mes de octubre de 1998, en los mismos días en que Pinochet fue detenido en Londres.
Frei sostiene que en esa oportunidad se adoptaron acuerdos de defensa del principio de la territorialidad de la justicia, que el gobierno español de José María Aznar estaría violando al dar curso al pedido de extradición del ex dictador chileno.
Para el gobierno chileno, la detención de Pinochet implicó así mismo atropellos a principios de soberanía y de inmunidad diplomática que atentan contra la gobernabilidad, otro de los tópicos de interés para la comunidad iberoamericana.
"Nosotros no vamos a concurrir (a la cumbre) mientras no se respeten los acuerdos que hemos firmado, y a nuestro juicio no se han cumplido los convenios en materia de gobernabilidad y territorialidad de la justicia", afirmó Frei. (FIN/IPS/ggr/mj/hd/ip/99