Ecuador planteó esta semana ante la Comunidad Andina de Naciones (CAN) que se discuta la prohibición del ingreso a Colombia de 20 tipos de frutas, medida que amenaza con desatar una nueva guerra comercial entre estos dos países.
El gobierno colombiano hizo efectiva la restricción la semana pasada, con el argumento de que esas frutas de origen ecuatoriano están infectadas por dos tipos de moscas, dos meses después de solucionada una crisis originada en trabas al comercio de arroz.
El ministro de Comercio Exterior de Ecuador, José Luis Ycaza, negó que la fruta esté contaminada con plagas y anunció que su país denunciará la restricción ante los organismos de la CAN. Colombia y Ecuador integran la CAN junto con Bolivia, Perú y Venezuela.
Ycaza aseguró también que Colombia utiliza de mala fe herramientas fitosanitarias y zoosanitarias como barrera comercial.
El ministro ecuatoriano conversó el martes con autoridades de agricultura y de control sanitario de Colombia y recibió el jueves en Ecuador a la Ministra de Comercio Exterior de ese país, Marta Lucía Ramírez, en procura de una solución que impida una guerra comercial.
"Pediremos al Instituto del Consejo Agropecuario de Colombia (ICA) la derogación del decreto, que afecta principalmente a las exportaciones de plátano y mango ecuatorianas. Estas medidas complican el comercio bilateral y regional y los principios de la integración", dijo Ycaza a IPS.
Por su parte, Emilio Raymond, director del Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agropecuaria solicitó el martes a la Secretaría General de la CAN una reunión urgente con sus homólogos de la región, para tratar el tema.
Raymond conversó por teléfono con su par colombiano, Alvaro Abisambra, quien se negó a ceder posiciones.
El funcionario ecuatoriano aseguró que Perú y Venezuela han expresado su desacuerdo con las restricciones de Colombia, pues temen que esa medida siente un mal precedente en la región.
La medida colombiana tuvo como consecuencia la interrupción durante cuatro días del tránsito sobre el puente de Rumichaca, que une las ciudades de Tulcán, en Ecuador, e Ipiales, en Colombia.
Un centenar de camiones ecuatorianos cargados de fruta que no podían ingresar a Colombia permanecieron parados en la frontera a la espera de una solución entre el jueves pasado y el lunes, obstaculizando el tráfico.
Los empresarios decidieron el lunes retirar los camiones y marchar rumbo a ciudades cercanas a la frontera para vender la fruta en los mercados y evitar pérdidas mayores.
"Fue una medida desesperada con la intención de vender parte de los alimentos que se estaban descomponiendo en los camiones", dijo a IPS Braulio Cuaspud, presidente de los exportadores de fruta de Ecuador.
La exportadora María Buitriago, por ejemplo, vendió 1.800 racimos de plátano que normalmente valen 1,40 dólares a 25 centavos de dólar cada uno.
Colombia es el segundo socio comercial del Ecuador, después de Estados Unidos. El comercio entre Colombia y Ecuador suma 1.000 millones de dólares al año.
En los últimos años, aumentaron con rapidez las ventas colombianas a Ecuador, que se convirtió en el quinto país en la lista de importadores de productos colombianos, superando a todos los países europeos con excepción de Alemania y a los restantes latinoamericanos salvo Venezuela.
Emilio Raymond señaló que el problema con la fruta ecuatoriana sólo se solucionará después de inspecciones fitosanitarias en las que participarán técnicos de los dos países.
Ese proceso es lento y, mientras tanto, las exportaciones siguen paralizadas.
Hace tres meses, una sobreoferta de arroz obligó al Consejo Superior de Comercio Exterior de Colombia a imponer un cupo de 50.000 toneladas a las importaciones desde Ecuador, cuando en los últimos tres años el promedio de las operaciones había superado las 85.000 toneladas.
En esa oportunidad, Quito señaló que la medida violaba las normas de la CAN y amenazó con aplicar represalias si Bogotá no levantaba las restricciones.
La disputa en torno de la comercialización del arroz ecuatoriano hacia Colombia duró varias semanas y solo se solucionó en junio, tras una reunión entre los ministros de Comercio Exterior de ambos países en el marco de la última cumbre presidencial de la CAN.
La reunión sirvió para limar asperezas entre los dos países, pero el comercio de arroz sólo se normalizó un mes después del levantamiento de las restricciones.
Las barreras de Colombia al arroz y el calzado ecuatorianos y a las bebidas alcohólicas de Ecuador y Venezuela pusieron en tela de juicio los mecanismos de solución de conflictos dentro de la CAN.
"Queremos que se genere un flujo de comercio real y efectivo sin ningún trámite que dificulte la actividad", dijo Ycaza entonces, al advertir sobre el peligro de una guerra comercial con Colombia por la venta del arroz.
En esa ocasión, Quito no descartó cerrar la frontera de 586 kilómetros a los productos colombianos, lo que hubiera sido un duro golpe para ese país.
Con el conflicto entre Ecuador y Colombia por la fruta vuelven a manejarse salidas extremas para la eventualidad de que no se logre un acuerdo.
La Secretaría General de la CAN es el organismo encargado, en primera instancia, de emitir una decisión en torno de la eliminación de trabas al libre comercio entre los países del bloque.
El problema, según Ycaza, radica en que el proceso para emitir un dictamen es demasiado largo y, en muchos casos, afecta a los exportadores, que durante ese lapso no pueden colocar su oferta.
El secretario general de la CAN, Sebastián Alegrett, reconoció en mayo que existían "ciertos nubarrones en el horizonte de la integración andina".
Según analistas, los nubarrones todavía no se han despejado y la posibilidad de una guerra comercial entre Colombia y Ecuador no es tan lejana. (FIN/IPS/kl/mj/if/99