Los servicios de microcréditos a mujeres fueron vitales durante la peor época de la crisis asiática, un período que tambien les permitió probar su resistencia cuando los sistemas financieros de países enteros se derrumbaron.
Esto brindó nuevas pruebas de que los microcréditos otorgados a mujeres son económicamente viables y pueden representar una verdadera diferencia en la lucha contra la pobreza, coincidieron economistas y activistas durante una reunión del Banco de Desarrollo Asiático (BDA) realizada en Manila.
La reunión formó parte del programa de asistencia técnica del BDA para mujeres empresarias de bajos ingresos. El presupuesto del programa es de por 700.000 dólares.
"Fue notable que ninguna de las instituciones microfinancieras de la región se haya perjudicado en lo más mínimo" durante la crisis, afirmó Nancy Barry, presidenta de la Red Bancaria Mundial de Mujeres.
"Los índices de de micropréstamos sólo declinaron levemente mientras se producía el colapso de mercados de capitales enteros. Esto demuestra que debemos reconsiderar nuestros criterios para otorgar créditos", agregó.
Muchos grupos microfinancieros que habían otorgado la mayor parte de sus préstamos a mujeres señalaron que los índices de pago por parte de los deudores, habitualmente cercanos a 95 por ciento, sólo disminuyeron algunos puntos porcentuales durante la crisis.
En el caso de la Fundación Mujeres Negras para Mañana, de Filipinas central, los reembolsos de micropréstamos descendieron de 99 a 95 por ciento durante dos meses, en el peor período de la crisis, y desde entonces se estabilizaron en 98 por ciento.
Ese portcentaje fue mucho más alto que el de reembolso de préstamos otorgados por el BDA al sector público en los últimos dos años. "En esa época, hasta una amortización del 50 por ciento habría sido magnífica", destacó el vicepresidente del banco, Peter Sullivan.
Dolores Torres, directora del banco rural del Centro para Desarrollo Agrícola y Rural, en la provincia filipina de Laguna, dijo que en su caso las mujeres pobres siguieron pagando y pidieron que se les aumentara el crédito".
Torres dijo que la incertidumbre económica de los últimos dos años causó hubo "altibajos" en el monto de los pequeños ahorros que las mujeres habían depositado en el banco, porque a menudo se produjeron retiros para recapitalizar pequeños negocios.
"Ese es el propósito de los pequeños ahorros, disponer de ellos cuando hay una crisis, para reducir su impacto", apuntó.
En muchos casos, los fondos de emergencia proporcionados por instituciones microfinancieras fueron útiles para mujeres que deseaban proveer mayor sustento a sus familias. Sullivan dijo que las lecciones de las microfinanzas serán aplicadas en la nueva estrategia del BDA para aliviar la pobreza a partir de este año.
Las mujeres suman más de la mitad de la población y están entre sus integrantes más pobres, por lo cual muchos expertos han señalado que su acceso al crédito significa un avance muy importante. "Las actividades microfinancieras son cruciales en cualquier estrategia contra la pobreza", expresó Sullivan.
Miles de mujeres del sudeste y el sur de Asia han accedido a micropréstamos, mediante líneas de crédito que no siempre están disponibles en las instituciones financieras tradicionales.
La Red Bancaria Mundial de Mujeres atiende a más de dos millones de personas mediante sus filiales en Asia. Barry dijo que las mujeres se esfuerzan por pagar sus deudas al sistema microfinanciero porque "necesitan créditos de largo plazo y saben que no tienen otra vía de acceso" a ellos.
"Los índices de reembolso son tan altos porque las mujeres tienen una estrecha relación con su banco, que incluye cierta intimidad y sentido de propiedad, y también porque allí tienen sus ahorros y fondos de emergencia disponibles", añadió.
Barry apuntó que muchas instituciones financieras de Asia y otras partes del mundo, cuyos préstamos se dirigían tradicionalmente a los hombres, han decidido "cambiar rápidamente" y prestar a mujeres.
Las mujeres amortizan mejor y son más proclives a usar el dinero para gastos en salud y educación para la familia y los hijos, de modo que se trata de "un buen negocio en términos económicos, sociales y multigeneracionales", aseguró.
Un informe de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas sobre "El microcrédito y la erradicación de la pobreza", solicitado por la Asamblea General del foro mundial en 1997, reconoció el aporte de este tipo de iniciativas.
El informe destacó que existen unas 3.000 iniciativas de microfinanciamiento en el mundo en desarrollo, especialmente en Asia, donde se han registrado los mayores éxitos.
Altos funcionarios del gobierno agregaron que el éxito del sistema microfinanciero, reconocido por los especialistas en bancos y desarrollo, puede enseñar a las autoridades nacionales un par de cosas acerca de cómo dar dinero a quienes más lo necesitan.
El viceministro de Finanzas de Filipinas, Joel Banares, dijo que Manila decidió cambiar la política de préstamos subsidiados de las instituciones oficiales que aplicó durante años, porque "el reembolso resultó escaso y causó muchos problemas financieros al gobierno".
Ahora el gobierno filipino está estudiando la factibilidad de un decreto que buscaría crear un clima financiero más adecuado para las instituciones privadas de microcréditos.
"Los subsidios no funcionan, y pensamos que las instituciones microfinancieras privadas pueden hacer el trabajo", sentenció Banares. (FIN/IPS/tra-en/js/ego/mp/if dv/99)